Después de casi seis años de trámites y gestiones, este miércoles fue inaugurada el monumento de Patricio Aylwin Azócar en la Plaza de la Ciudadanía del Palacio de La Moneda, en medio de una ceremonia que reunió a las más altas autoridades de la República.
El acto, encabezado por el Presidente Gabriel Boric, estuvo marcado por un tono sobrio y republicano, en el cual abundaron los llamados a la unidad y a la construcción de acuerdos políticos transversales, en línea con el legado que dejó el ex gobernante.
De hecho, en su discurso, el Mandatario recalcó que "
es necesario salir de las propias trincheras. Y quiero aprovechar esta instancia para invitar a todos y a todas a hacer lo mismo: al oficialismo, a la oposición, a la ciudadanía, a los sectores empresariales".
El mensaje fue recibido con atención por los más de trecientos invitados a la actividad, quienes llegaron pasadas las ocho de la mañana a la explanada sur de la sede del Ejecutivo en medio de fuertes medidas de seguridad.
Para acercarse al edificio gubernamental, se establecieron al menos dos controles de Carabineros por el oriente y un corte del tránsito en la calzada sur de la Alameda desde calle Miraflores hasta Manuel Rodríguez, provocando alta congestión vehicular.
Ajenos al caos que provocó esa decisión, los asistentes al acto aprovecharon el servicio de café dispuesto por la Presidencia, el cual sirvió para entibiar la fresca mañana que sorprendió a la capital y hacer un poco más amena la espera.
El regreso de Piñera
De todos los concurrentes, la visita que más llamó la atención fue la del ex Presidente Sebastián Piñera, quien llegó acompañado por su esposa, Cecilia Morel. Se trató del retorno del ex jefe de Estado a La Moneda después de entregar el mando a Boric.
El líder de centroderecha fue ubicado al lado de Ricardo Lagos, con quien conversó en algunos pasajes previos al inicio del acto. Ambos tuvieron un reflexivo diálogo con el presidente de la Cámara de Diputados, Vlado Mirosevic.
Pero Piñera no fue el único miembro de su sector presente. También se divisó al ex embajador de Chile en Argentina,
Nicolás Monckeberg, y a la presidenta de Evópoli,
Gloria Hutt. También estuvieron sus hermanos, Pablo y Magdalena Piñera.
Al finalizar el evento, el ex gobernante se fotografió junto a Boric, Lagos y la familia Aylwin, que llegó en masa al homenaje, a los pies de la estatua creada por el escultor Cristián Meza, en la cual se inscribió el texto "la patria justa y buena".
Pasadas las 09:00 horas, caminado por el centro de la plaza, llegó Boric acompañado por su pareja, Irina Karamanos. Ambos saludaron uno a uno a las autoridades ubicadas en primera fila, tanto de mano como de beso, dependiendo del caso.
Comenzó con la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, quien fue una de las últimas en sumarse a la ceremonia, siguió con el Contralor General, Jorge Bermúdez, el arzobispo de Santiago, Celestino Aós, y la presidenta del Banco Central, Rossana Costa, con quien tuvo un breve y distendido dialogo.
Luego, saludó a Morel y a Piñera, en la que fue la imagen más esperada por los reporteros gráficos y camarógrafos que siguieron el acto. No hubo palabras entre ellos, solo un cordial "cómo está" y una sonrisa. Lo mismo ocurrió con Lagos.
El jefe de Estado llegó cargado con varios papeles y al menos dos textos, uno de los cuales revisó en medio de la actividad. Se trataba de "La palabra esencial", editado por la Fundación Aylwin que recoge discursos inéditos del ex Presidente.
"Si alguna vez en el futuro lejano se nos recuerda a los Cariola, Jackson, Vallejo y Boric como hoy día se recuerda a Aylwin, Frei, Leighton, Tomic y Fuentealba, sin lugar a dudas habremos cumplido nuestro cometido".
Gabriel Boric, Presidente de la República
El otro libro era
"El Poder de la Paradoja: 14 Lecciones Políticas de la Vida de Patricio Aylwin", escrito por Margarita Serrano y Ascanio Cavallo. Ambos le sirvieron de insumo para redactar su alocución, según el mismo comentó en su intervención.
Las palabras de Boric fueron escuchadas atentamente por Piñera y Lagos, quien en algunos pasajes asentía con la cabeza algunas de sus expresiones. Sin embargo, hubo dos frases que llamaron más la atención de los oyentes.
La primera, cuando sostuvo que "si alguna vez en el futuro lejano, somos muy jóvenes aún, se nos recuerda a los Cariola, Jackson, Vallejo y Boric de la actual generación como hoy día se recuerda a Aylwin, Frei, Leighton, Tomic y Fuentealba, sin lugar a dudas habremos cumplido nuestro cometido".
¿La otra? Cuando recordó que aún discute con su padre, Luis Boric, por la visión crítica de su generación sobre la transición. "Mi padre, demócrata cristiano de los años 60, siempre me criticaba y peleábamos, todavía un poco", lo que sacó algunas sonrisas.
Breve reencuentro del mundo DC
El homenaje fue también un bálsamo para la DC, partido ha sufrido una grave crisis institucional y el éxodo de varios militantes históricos que abandonaron la colectividad tras la tensión que produjo en sus filas el Plebiscito constitucional.
Fue así como figuras relevantes que abandonaron la tienda, como Ignacio Walker, Genaro Arriagada, Jorge Burgos, René Cortazar o la propia Mariana Aylwin, se reencontraron con ex camaradas que aún permanecen en la tienda.
Algo de eso destacó el actual líder DC, Alberto Undurraga. "Siento una profunda emoción al compartir con cada uno de ustedes esta ceremonia. Una mezcla de gratitud, orgullo, respeto, agradecimiento, solemnidad y cercanía recuperada", dijo.
Al finalizar, varios de ellos se quedaron un rato más conversando sobre el presente y la actualidad política. Hubo abrazos y sonrisas, poniendo una tregua en medio de la compleja realidad que enfrenta el partido encabezado siete veces por Aylwin.
