Dos polémicas en la última semana han interrumpido la relativa tranquilidad que rodeaba al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, tras cumplir tres meses en la cartera que lo recibió luego de su salida de Segpres, donde era duramente cuestionado.
La desvinculación de la seremi metropolitana de ese ministerio, Patricia Hidalgo, y un problema en Mejor Niñez con la licitación de una serie de programas vinculados a intervenciones ambulatorias de niños, niñas y adolescentes vulnerados, dejaron a Jackson como blanco del estudio de acusaciones constitucionales e interpelaciones por parte de la oposición.
Pero lo cierto es que a pesar del respaldo del Gobierno y del oficialismo que recibió en las últimas horas, y de que los parlamentarios que conversan con él lo notan más cómodo, con "menor presión" sobre la coyuntura y mejor disposición, Jackson es el segundo ministro peor evaluado del gabinete según la Cadem del 20 de noviembre (37%). Esto incluso teniendo en cuenta su bajo perfil en los últimos meses.
"El ministro Jackson quedó muy debilitado luego del plebiscito. Llegó a sostener que el programa del Gobierno dependía de la aprobación del texto, y no tuvo inconvenientes en manifestar su opción política siendo ministro", recuerda Mauricio Morales, analista político de la U. de Talca.
Morales hace énfasis en otra cosa, además: el cambio de gabinete dejó muy disminuido a Revolución Democrática, partido de Jackson, que ya no forma parte del equipo político. No obstante, "en Desarrollo Social, Jackson tiene una tremenda oportunidad de revalidar su liderazgo, pero hasta ahora no sólo es mal evaluado, sino que también ha estado particularmente ausente en la agenda pública".
"Da la sensación que la derrota en el plebiscito constitucional lo dañó de muerte", comenta Morales.
¿Un ministro "ausente"?
El académico y analista político de la UTEM, Máximo Quitral, dice que se trata de "un ministro ausente que no ha tenido la disposición a remarcar su gestión en un área tan sensible como la que está liderando. Tal vez por desconocimiento o inexperiencia, ha perdido bastante protagonismo y es una cartera que debiese estar con una agenda política bien fuerte".
Por qué no ha tenido ese protagonismo en medio de un escenario económico y social tan complejo es lo que responde Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno de la U. Central. Según Moreno, el paso por Segpres le hizo perder mucho capital político y lo de ahora sería un "repliegue táctico" para recomponer sus relaciones y así impulsarse de nuevo a la primera línea.
"Tiene poco tiempo, eso sí, tiene el 2023 porque tenemos elecciones en 2024 y 2025 y por ahora no ha avanzado todo lo que uno habría esperado", comenta.
Para el académico de la U. Central, "hubo un mal diseño de su salida y eso lo hemos estado viendo en las dificultades que ha tenido ahora para poder recomponer su capital político deteriorado en los meses de su paso por Segpres".
A su juicio, hubiera sido mejor para su figura un ministerio como Obras Públicas o Transporte, donde podría haberse desplegado en acciones más concretas y no tan dependientes de la política de Hacienda.
En cambio, de acuerdo con Quitral, "el problema no es el área sino que es gestión política y ahí tiene que afinar rápidamente la agenda y colocar ideas que le den visibilidad a su ministerio y a él le otorguen una imagen política de capacidad de conducción".
Gestión en Desarrollo Social
En los tres meses que lleva el ministro a cargo de Desarrollo Social, se ha enfocado en acciones relacionadas a políticas de reconocimiento de los cuidados, enmarcadas en la promesa de campaña del Presidente Gabriel Boric sobre lograr un sistema nacional de cuidados. Este es un proyecto que además se encuentra en su trabajo prelegislativo y que debería presentarse el próximo año.
Asimismo, durante su gestión se inició el levantamiento de datos de la Encuesta Casen, que finalizará a principios de 2023; y asumió la parte central de la discusión por el Presupuesto 2023, donde Desarrollo Social logró varios aumentos en comparación con el año previo. También estuvo presente en actividades focalizadas en adultos mayores, entregas de fondos y nuevos convenios.
Uno de los puntos donde la oposición más le cuestiona su ausencia es en la arista que lleva Desarrollo Social en cuanto al conflicto en la Macrozona sur: a pocos días de asumir, Jackson visitó La Araucanía y se reunió con autoridades locales para hacer foco en el Plan Buen Vivir y la coordinación interministerial que anunció este año el Ejecutivo, pero el programa quedó en manos de Segpres y Jackson directamente no viajó a la región con Boric en noviembre, lo que fue cuestionado por parte de Chile Vamos.
Desde la Comisión de Desarrollo Social, las evaluaciones que hacen del ministro en estos meses son variadas: la presidenta de la instancia,
Marlene Pérez (Ind. UDI), recalca que ha tenido conversaciones con Jackson en los últimos días y ha mostrado buena disposición para asistir a una sesión a responder las dudas de los parlamentarios con respecto a los casos polémicos de esta semana.
No obstante, remarca que le gustaría que el ministerio estuviera planificando "qué va a hacer con el nivel de pobreza que ha aumentado en nuestro país, con la crisis que tenemos y se va a agudizar y qué medidas tomarán. No veo que se estén enfocando en las urgencias de las personas y eso me preocupa".
Pérez recuerda que ella fue una de las parlamentarias que criticó el nombramiento del ministro en Desarrollo Social como un "premio de consuelo" y su molestia dada la importancia de esa cartera en relación a las necesidades de la gente.
"Después de tres meses en el cargo, evidentemente creo que existe desprolijidad dentro del ministerio, vimos lo que pasó con Mejor Niñez. Además de eso, siento que hoy no se están abordando las verdaderas necesidades. En el Presupuesto que presentó el Gobierno hay focos de interés en temas que no son urgentes", alega.
En cambio, el diputado e integrante de la comisión, Daniel Melo (PS), evalúa positivamente al secretario de Estado. "En estos tres meses ha tenido un buen desempeño, le tocó enfrentar la Ley de Presupuestos, logrando aumentar los recursos destinados hacia fortalecer la Red de Protección social del Gobierno y los programas que van en ayuda de los sectores más vulnerables", recalca.
Sobre la diferencia entre su papel en Segpres y el rol que mantiene hoy, Melo dice que "está jugando un rol en una cartera sectorial que le acomoda, este es un ministerio social y de gran importancia, del que dependerá, por ejemplo, la implementación de una de las reformas del Gobierno como es el sistema nacional de cuidados. Es distinto a un ministerio político como Segpres, que vive de la contingencia y coyuntura del día a día".
