SANTIAGO.- Revuelo causó en la mesa que busca un acuerdo constitucional, la propuesta que hizo este viernes
Amarillos por Chile, el cual se sumó a la idea de Chile Vamos de contar con un órgano mixto, en su caso, de
50 personas electas y 25 expertos designados por el Congreso, con voz y voto. Idea que en el oficialismo, dicen, vino a complicar aún más las trabadas conversaciones.
A ellos no les cayó bien la opción, luego de que el miércoles regresaran a la ofensiva de posicionar un órgano 100% electo de sólo 50 integrantes, propuesta que también revivió la presidenta de Demócratas, Ximena Rincón, y que estuvo en la fórmula inicial que planteó Chile Vamos, semanas atrás.
De hecho, en los partidos de gobierno tienen una opinión crítica de la participación de Amarillos por Chile en la tratativas, colectividad que en las últimas tres reuniones se ha visto reforzada con la participación de su líder, Cristián Warnken.
Al contrario, en Chile Vamos evalúan bien la propuesta de la tienda en formación, pues creen viene a reforzar su idea sobre insistir en un órgano mixto, en el cual esta jornada insistieron, volviendo al guarismo de 70 electos y 30 designados por el Congreso, a la que, aseguran, que en un momento se abrió el oficialismo, pero que Chile Vamos no habría querido cerrar.
Según comentan, han sido varias las coincidencias que han tenido ambos en estos días. No obstante, tanto en el oficialismo como en la oposición, están conscientes de que si bien si bien Amarillos por Chile cuentan con sustento ciudadano, en el Congreso sólo tienen un parlamentario, el diputado Andrés Jouannet.
El fantasma del Plebiscito de entrada
Dirigentes de los distintos sectores confirman que hoy las posturas parecen más lejanas que el miércoles y que es sumamente complejo poder arribar a un acuerdo. Tras sostener reuniones por separado, a las 14:00 horas se iba a retomar la mesa conjunta.
En la mañana sumaron algunos diputados a la mesa y varios actores, así se vio , por ejemplo, llegar al DC Eric Aedo y al diputado RN Andrés Longton. Ante la gran cantidad de actores y procurando intentar alcanzar un consenso, se buscaría retomar la reunión conjunta con un grupo más reducido, donde hubiera un representante por casa sector.
Otro tema que se ha instalado por parte del oficialismo es la posibilidad de un Plebiscito de entrada como "última opción", en caso de no llegar a un acuerdo. La alternativa la planteó el viernes la presidenta del PS, Paulina Vodanovic y esta mañana la apoyó el líder de Convergencia Social, Diego Ibáñez, y ante la cual se cuadró esta jornada todo el oficialismo.
Así, Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático buscarían que exista un Plebiscito de entrada sobre el mecanismo, en marzo, sin dar cabida a la pregunta respecto a si la ciudadanía quiere o no una nueva Constitución. Algo que argumentan que ya fue respondido en 2020 y que además fue el compromiso de todos los participantes del acuerdo.
Según trascendió, Chile Vamos habría cerrado hoy la puerta a dicha posibilidad, de hecho, más temprano el timonel de RN, Francisco Chahuán, expresó en Tele 13 Radio, que ese tema estaba "superado" y más adelante recalcó que no firmaría ningún acuerdo que no incluyera una mixta.
Desde los dos lados dicen que se han extremado las posiciones, en el oficialismo creen que el más "duro" en estos momentos es RN y que sus diferencias con la UDI y pugnas de protagonismo impiden un acuerdo. De fracasar, apuestan a que la mayor responsabilidad será de la oposición que llamó a votar Rechazo, prometiendo una nueva Carta Fundamental. Además, agregan, que los costos de firmar un acuerdo con una fórmula mixta, podría ser incluso que varios presidentes de partidos del oficialismo deban renunciar.
Desde la otra vereda, creen que el oficialismo está jugando sus cartas hasta último minuto, intentado bajar lo más posible el número de expertos designados y subir los integrantes electos. Además, recalcan que no están los votos para un órgano 100% electo en sus filas.
Otra posibilidad que surgió es que sin un acuerdo, se opté por reformar la Constitución, a través de proyectos de ley en el Congreso, lo cual en oficialismo creen que sería el peor escenario para ellos. En Chile Vamos, en cambio, es una vía que acomoda más.