Fueron 98 los días de diferencia entre el 4 de septiembre, fecha en que se impuso el Rechazo en el Plebiscito de salida, hasta este lunes 12 de diciembre, donde los partidos con representación parlamentaria firmaron un acuerdo para iniciar un proceso constitucional en el país.
Las gestiones que derivaron en la creación del Consejo Constitucional se iniciaron la misma noche en que más de siete millones de chilenos votaron en contra de la propuesta redactada por la Convención Constitucional. Aquella jornada, el Presidente Gabriel Boric dijo en cadena nacional que se comprometía a iniciar rápidamente un nuevo proceso para presentar otro texto fundamental: "Me comprometo a poner todo de mi parte para construir un nuevo itinerario constituyente. El pueblo chileno demostró que quiere y valora a su democracia, que confía en ella para superar nuestras diferencias y avanzar, y eso lo confirma este proceso electoral que ha tenido la mayor convocatoria de ciudadanos y ciudadanas en las urnas en toda nuestra historia".
En la ocasión, Boric llamó a todas las fuerzas políticas "a poner Chile por delante de cualquier legítima diferencia, y
acordar a la brevedad los plazos y bordes de un nuevo proceso constitucional". Para ello, al día siguiente, el 5 de septiembre, citó, a primera hora, a los líderes del Congreso por aquel entonces: Álvaro Elizalde (Senado) y Raúl Soto (Cámara Baja).
Los tres presidentes acordaron convocar a una reunión para esa semana a todos los partidos con representación parlamentaria, a las bancadas y organizaciones de la sociedad civil, para definir, en negociaciones, una hoja de ruta. Dichos diálogos se extendieron por tres meses.
Septiembre y los primeros bordes para el proceso
En un comienzo, la UDI proyectó que el acuerdo debía estar antes del 11 de septiembre, como aseguró su presidente Javier Macaya. Desde Renovación Nacional rápidamente se desmarcaron de dicha fecha y aseguraron que se iban a "tomar el tiempo necesario, prudente para escuchar a tocas las bases para entender y dirigir el resultado de ayer y actuar con responsabilidad", dijo su líder, senador Francisco Chahuán.
El 6 de septiembre, dos días después del Plebiscito, los líderes del Congreso Nacional anunciaron que el miércoles 7 se iniciarían las conversaciones para un nuevo proceso constituyente: "Mañana a las tres de la tarde, en el Senado, se va a realizar la primera reunión, en la que vamos a invitar a los presidentes de partido y a los jefes de bancada (...) De este diálogo, van a participar tanto senadores como diputados", dijo en aquella oportunidad, Álvaro Elizalde.
Al acuerdo de iniciar los diálogos se sumaron las dos coaliciones oficialistas -Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático- y los tres partidos de Chile Vamos: La UDI, RN y Evópoli. Las tiendas opositoras manifestaron estar "por una buena y nueva Constitución", dijo Chahuán, y le pidieron al Presidente Boric enfocarse en "las necesidades del país" como delincuencia o economía, manifestó Macaya: "Esta es una discusión que se va a dar en el Congreso. Parte de las conversaciones que tuvimos tienen que ver con que acá hay problemas muy urgentes que requieren la atención inmediata y permanente del Presidente", subrayó el titular gremialista.
Durante la primera semana de negociaciones, los jefes de partidos acordaron definir una mesa técnica para apoyar la confección del reglamento del futuro órgano. Desde esa fecha los distintos sectores ya daban luces sobre qué organismos querían para este nuevo proceso. RN se mostró abierto en avanzar en un "mecanismo participativo", aunque algunos senadores de dicha bancada manifestaron ser partidarios de contar con una mesa de expertos designada. La DC llamó a que no se "invaliden los resultados del plebiscito de entrada" y contar con una nueva Convención elegida en su totalidad por la ciudadanía. Mismo órgano pidió el timonel del PC, Guillermo Teillier, que pidió un mecanismo 100% electo.
Tras dichos diálogos, desde el oficialismo aseguraron que ya contaban con varios acuerdos, como el de tener un órgano 100% electo y paritario, pero que a diferencia del anterior, sería acompañado por un comité de experto. Estas afirmaciones fueron desmentidas por Chile Vamos, quienes manifestaron que estas declaraciones "ponen en riesgo las conversaciones", indicó Chahuán.
A finales de septiembre, el bloque opositor integrado por la UDI, RN y Evópoli, presentó su propuesta para llegar a un acuerdo, definiendo los denominados 'bordes', donde incluían la idea de tener un grupo de especialistas que acompañase la redacción del texto fundamental. "Para nosotros lo más importante que el órgano, cómo se defina, es tener claridad sobre estos principios ordenadores que eviten que se pueda poner en riesgo el derecho de propiedad de los chilenos sobre sus fondos de pensiones", dijo el presidente de la UDI, Javier Macaya.
Por su parte, los partidos de Gobierno en conjunto también presentaron una propuesta. El documento incluía un órgano 100% electo y paritario, que respete el carácter unitario del Estado de Chile, como también su condición de república y su régimen democrático. Asimismo, se respetaría la existencia, autonomía e independencia plena del poder judicial, legislativo y ejecutivo; y respetando todos los tratados internacional que está suscrito Chile.
Republicanos se excluye de los diálogos y se forma una mesa paralela
Cuando se cumplía el primer mes del triunfo del Rechazo en el Plebiscito de salida, las conversaciones entre partidos se complicaban.
El 6 de octubre, el Partido Republicano anunciaba su retiro de las negociaciones, dado que la mesa iba en línea con impulsar una nueva Convención Constitucional, algo con lo no estaban de acuerdo desde la colectividad. "Hemos tenido reuniones con los distintos órganos de nuestro partido y hemos llegado a la convicción de que el Partido Republicano no seguirá participando de estas conversaciones, porque no hay ningún espacio para abriese a que esta discusión se radique en el Congreso y sea el Congreso el órgano para resolver este momento constitucional", dijo en la ocasión la ex convencional republicana, Ruth Hurtado.
Paralelamente, un grupo de parlamentarios decidió marginarse de la 'mesa oficial', liderada por los presidentes de cada Cámara,
y crear una 'mesa paralela' para un nuevo proceso constituyente.
La instancia estaba integrada mayormente por diputados del Partido de la Gente e independientes, y buscaba instaurar un plebiscito de entrada, dado que, para ellos, el anterior proceso culminó con el triunfo del Rechazo el 4 de septiembre.
A la mesa paralela, también se sumaron los senadores, Ignacio Walker y Ximena Rincón, pero desistieron de su presencia solo horas después del anuncio para volver a integrar la mesa oficial.
Desde los partidos de Gobierno le bajaron el perfil al asunto, señalando que se trata de representantes del "Rechazo duro" que de cualquier forma no querían un nuevo acuerdo constitucional ni votarían a favor de la reforma que propongan los partidos para concretarlo.
Asimismo, durante octubre se acordaron los doce bordes constitucionales para el proceso constituyente: Chile como una república democrática, estado unitario y descentralizado, ratificación de los tratados internacionales que el país se ha suscrito, reconocimiento a los pueblos indígenas como parte de la nación, un Estado social y democrático de derecho, los emblemas nacionales, la separación de los tres poderes del Estado, la autonomía de órganos como la justicia electoral, el Banco Central y la Contraloría; entre otros.
Noviembre: Órgano redactor extiende las negociaciones e imposibilita acuerdo
Noviembre inicia con un nuevo acuerdo entre los distintos bloques en relación al "árbitro", que velará por las bases institucionales acordadas en octubre para que se respeten.
"Se ha acordado establecer un comité técnico de admisibilidad, que va a ser un órgano paritario compuesto por 14 integrantes, nombrados por ambas cámaras del Congreso Nacional, encargado de resguardar la neutralidad y el respeto de las bases institucionales del proceso constituyente y que va a estar compuesto por juristas, con destacada trayectoria profesional y académica", explicó en la instancia el presidente del Senado, Álvaro Elizalde.
No obstante, el debate sobre el órgano redactor de la propuesta y sus integrantes no lograba consenso entre las partes. Desde el oficialismo insistían en contar con un órgano 100% electo, paritario y con escaños reservados para pueblo originarios, mientras que Chile Vamos apostaba por la idea de tener un órgano mixto, conformado por ciudadanos electos pero con el apoyo de un panel de expertos que serían asignados por el Congreso Nacional.
Por varias semanas, las intensas jornadas de diálogo terminaron sin un acuerdo alcanzado, generando ansiedad entre los distintos sectores.
Diciembre: El acuerdo es alcanzado
El Presidente Gabriel Boric, que pasó a un papel secundario en las negociaciones, tomó la palabra respecto del extendido debate e instó a los partidos políticos a cerrar el acuerdo "esta semana".
"Es importante que los partidos políticos lleguen a un acuerdo pronto, esta semana, a un acuerdo respecto al proceso constituyente, para que tengamos una nueva carta fundamental que otorgue estabilidad y un nuevo pacto social a nuestro país y que sea legítimo ante los ojos de la ciudadanía", dijo el Mandatario.
El acuerdo se dilataba, así como también la fecha para una eventual elecciones de consejeros: "Hasta ayer la derecha insistía en (hacer los comicios en) marzo o abril, llamamos al Servel ayer y nos dijeron 'para tener un proceso en abril tendrían que haber cerrado el acuerdo y hecho la reforma y haberla publicado antes del 8 de noviembre", dijo la líder del Partido Socialista, Paulina Vodanovic a Radio Universo.
Mientras más nos demoremos, no alcanzamos a hacer esto ni en marzo ni en abril, tampoco en mayo ya, y vamos a caer en pleno invierno donde es inviable poder hacer campaña, motivar a la gente, dar a conocer las personas que vamos a llevar", aseguró Vodanovic.
Finalmente, y tras maratónicas jornadas que terminaban pasada la medianoche en el Congreso, los partidos finalmente acordaron iniciar un nuevo proceso que derive en una Constitución. El mecanismo será un Consejo Constituyente de 50 integrantes, todos electos, paritario y con escaños para pueblo originarios -tomando en cuenta las exigencias del oficialismo- pero trabajando de la mano con un comité de 24 expertos que serán designados por el Congreso Nacional -petición de Chile Vamos-.