Un Consejo Constituyente con 50 personas elegidas por la ciudadanía, más una comisión de 24 expertos que escribirán un anteproyecto, y tendrán voto una vez terminada la redacción. Así es el acuerdo alcanzado el día de ayer por las fuerzas políticas con representación parlamentaria.
Desde la UDI hasta el PC firmaron el documento para encausar un proceso que culmine en una nueva Constitución para Chile. Así se restó el Partido Republicano y el Partido de la Gente.
Estos han acusado una "cocina política", cosa que también han replicado algunos ex convencionales, quienes redactaron la propuesta de nueva Carta Magna rechazada por amplia mayoría el 4 de septiembre pasado.
Así lo hizo Felipe Caamaño (quien fue vicepresidente del órgano), del colectivo Pueblo Constituyente, quien se refirió a uno de los 12 puntos constitucionales acordadas: "Cuando la convención aprobó la idea del E° Social y Democrático de D° hubo polémica y ahora parte de los críticos estuvieron por dejarlo en las bases. ¿Diferencia? Hubo negociación política, lo que faltó en la convención donde ´vencedores´ quisieron pasarle máquina a ´vencidos´".
Desde su misma colectividad, Camila Zárate, también fue dura con el acuerdo alcanzado –y la forma en la que se logró-, indicando que "lo que se pretende lograr con un Consejo de solo 50 personas electas, un árbitro que resguarde 12 bases institucionales redactadas por una cocina y 24 expertos designados por el Congreso para elaborar un anteproyecto e insistir en él, es mantener en esencia la Constitución actual".
De la misma manera opinó María Rivera, de la Coordinadora Plurinacional, quien indicó que es "una vergüenza el ´Acuerdo por la Paz 2.0´, cocinado por un Parlamento que defiende a las 10 familias más ricas. Nada cambiará con esa ´Nueva´ Constitución de ´expertos´. La clase trabajadora tendrá que tomar el poder para recuperar todo lo que nos han robado".
Precisamente se dio la tendencia de que, quienes participaron de la Convención Constitucional integrando las listas de independientes tuvieron opiniones negativas frente al pacto, el cual se demoró 98 días en arribar. Quien también lo expresó fue
Natividad Llanquileo (Coordinadora Plurinacional), quien aseguró que con esto "
pierden los independientes. Es decir, pierde la mayoría.
Los partidos tomaron el control, eso es innegable".
Cristina Dorador, de Movimientos Sociales, criticó por su parte la designación de los expertos. "No es tan difícil predecir las universidades, ciudad y colegios de donde vendrán los ungidos expertos. Porque Chile es de algunos no más. Tampoco es difícil de predecir que la constitución ecológica será testimonial y se fomentará un extractivismo lavado de verde musgo".
La excepción a la regla y quien bajó la tensión fue Guillermo Nammor, de Independientes No Neutrales (INN), quien felicitó a las fuerzas políticas por alcanzar el acuerdo, señalando que "no me gusta en lo absoluto, pero creo en la democracia representativa cómo forma de resolver nuestros conflictos. La democracia se respeta".
Asimismo, agregó que "me apena sentir que volvimos al 2004, con formula elección senatorial que hace volver de facto al binominal, con gente designada que tiene veto, y un órgano ´jurídico´ que resguarda las bases de la institucionalidad... Y la derecha con el sartén por el mango".
Pero finalizó haciendo una autocrítica: "como Convención no supimos leer el contexto histórico, sea porque algunos creían que cualquier propuesta se aprobaría, sea porque otros no supimos convencer a nuestros compañer@s de lo contrario. Las responsabilidades están para asumirse y aprender", y deseándole éxito al Consejo Constituyente.
La oposición
Los ex convencionales de la oposición se sumaron a las críticas, pero desde otra vereda completamente distinta, cuestionando la poca incidencia de los expertos. Marcela Cubillos –ex ministra de Educación- señaló: "de no creerlo Convención 100% electa de nuevo. Se repite el proceso. El resto es música. Pensar que expertos, a los que no les darán derecho a voto, podrán en la práctica ejercer derecho a veto, solo puede existir en el imaginario de algunos negociadores".
Ruth Hurtado, quien milita en el Partido Republicano, mencionó que "En la 1a convención también había límites que no se respetaron, ahora el PC y FA firman acuerdo con bases que ellos repudian, pero les abre el camino para avanzar con su afán refundacional, están dispuestos a todo con tal de refundar Chile, ellos pondrán la letra chica y la música".
Por su parte, Luis Silva (ex RN), fue más duro con el acuerdo, puntualizando que "cuando la izquierda está de acuerdo con un acuerdo con la derecha ... Ese acuerdo no será bueno ni para la gente de centro, ni para la derecha. Menos para Chile. Esto fue cocina impuesta poque le robaron el Plebiscito a Chile. Me alegro de haber renunciado a Chile Vamos".
Oficialismo
Las fuerzas de Gobierno, especialmente el Frente Amplio, se ha mantenido al margen de comentar el pacto. Él único ex convencional que se ha referido al tema fue Jorge Baradit, quien mostró su descontento con las bases constitucionales.
"Acuerdo habla de ´Estado social de derecho´ pero luego dice que será a través de instituciones públicas y privadas. Es decir amarraron subsidiareidad y la existencia de isapres y AFP. Los ´derechos´ de calidad seguirán siendo entregados por privados a quien pueda comprarlos. Fin".
Desde el PC y Chile Digno –colectividad que formaron con independientes y el FRVS- hubo distintas reacciones. Bárbara Sepúlveda, una de las líderesas de los comunistas, y que fue además vicepresidenta de la CC, calmó las aguas.
"No es un acuerdo perfecto, pero ninguno iba a serlo. El proceso debe continuar porque Chile aún necesita una Constitución que supere al Estado subsidiario, consagre derechos sociales, avance en igualdad y paridad de género y proteja el medioambiente. Además, se hará en paridad".
Asimismo, lo hizo Bessy Gallardo, quien señaló que "hay que respetar la democracia. Que sea lo mejor para Chile". Ella recibió respuesta de Llanquileo, quien dijo que "esta bien ser un sector, pero esto está bien lejos de ser democracia".
Con todo, Gallardo replicó: "Cuando la democracia es representativa así funcionan las cosas. Saludos".
Por su parte, con palabras críticas Hugo Gutiérrez (PC) se refirió al acuerdo. "Para que tantos expertos y consejeros, si el 70% de la 'Nueva Constitución' está hecha en las llamadas 'Bases Constitucionales', lo demás es Gendarmeria".
Aunque hubo personeros de oficialismo, específicamente del Socialismo Democrático, que mostraron su conformidad con lo pactado por las fuerzas políticas, como fue el caso de César Valenzuela (PS).
Él señaló que "el acuerdo alcanzado está a la altura de lo que el Chile necesita: se corrigen errores y se establece como base la consagración de Chile como un Estado Social y Democrático de Derecho. No hay que perderse. Ya nos farreamos una oportunidad. Humildad para avanzar".
Asimismo, lo hizo el ex PPD, Felipe Harboe, parte del Colectivo del Apruebo: "Celebro el acuerdo y espero que los equilibrios y contrapesos eviten maximalismos irresponsables y nos puedan legar una nueva constitución para Chile. Lo dijimos y a pesar de los agoreros.. ocurrió. Queremos una nueva, pero buena".