Varias iniciativas han surgido para el Instituto Nacional en los últimos años, en medio de la crisis de la violencia que afecta a ese y otros liceos tradicionales de Santiago, y que se agudizó con el retorno a la presencialidad. La principal medida será disminuir el número de estudiantes que cada año se incorporan al liceo en 7° básico. Hasta este año, se recibieron cerca de 720 nuevos alumnos en ese nivel, pero a partir del próximo año serán no más de 450. El municipio señala que esto no está ligado a un menor interés por postular al liceo. La idea es reducir el número de cursos, de 18 a 15 por nivel, y a los estudiantes por sala, que pasarán de 40-42 actuales, a 30.