Más de una treintena de renuncias de secretarios regionales ministeriales (Seremi) ha tenido que gestionar el Gobierno en sus nueve meses de mandato, la mayoría de ellas por problemas administrativos y gestión, aunque también se han producido por tensiones políticas y polémicas particulares al interior del oficialismo.
En los últimos días, se produjo una de las que han provocado mayor impacto: La de la seremi de Desarrollo Social de la Región Metropolitana, Patricia Hidalgo (PPD), quien dejó su cargo acusando presiones de parte de la delegada presidencial, Constanza Martínez, para aprobar contra su voluntad proyectos de alto impacto medioambiental.
La ex autoridad regional inició acciones legales para reclamar por su salida, ratificada por el titular de la cartera, Giorgio Jackson, e incluso realizó una presentación ante la Contraloría General de la República, en la cual denunció que la determinación de la delegación sobre el proyecto
Egaña Eco Sustentable en Ñuñoa no se ajustó a la ley.
Sin embargo, no se trata de la única polémica que ha enfrentado un seremi en estas semanas. La otra es la que protagonizó el seremi de Minería de Valparaíso, Julio Zumaeta (IC), quien dejó su cargo luego de la serie de cuestionamientos que levantaron en su contra parlamentarios del propio oficialismo.
En particular, las críticas vinieron de parte de los diputados de Convergencia Social por la zona, Diego Ibáñez y Maria Francisca Bello, quienes solicitaron su salida tras el apoyo que Zumaeta le brindó al proyecto minero Las Vizcachitas, el cual según los legisladores impactará seriamente al medioambiente de la comuna de Putaendo.
No obstante, la mayoría de las renuncias de seremis se produjeron a menos de un mes de asumir en sus puestos. ¿El motivo predominante? La falta de título profesional o la dificultad de los seleccionados para acreditar al menos diez semestres en una carrera. También hubo una decena que no llegó al poder por diversos cuestionamientos.
Funas en redes sociales por comentarios sexistas, denuncias de acoso sexual o laboral o presiones de los partidos oficialistas locales figuran entre las principales razones, aunque también ha habido renuncias por gestión, diferencias con el nivel central e incluso motivos personales, como el fallecimiento de un familiar.
Según la ley, los seremis están encargados de elaborar y ejecutar las políticas, planes y proyectos que determine el gobierno nacional y regional, con incidencia en la preparación del presupuesto regional. Actualmente, deben trabajar estrechamente con los gobiernos regionales, que hoy son electos por voto popular.
Si bien son designados por el Presidente Gabriel Boric, los seremis deben contar con la confianza de los ministros, pero también tienen que cultivar una relación cercana con los partidos oficialistas a nivel regional, lo cual en algunos casos no ha sido tan fluido como hubiese esperado el Mandatario.
En total, son 287 cargos. En la mitad de las regiones, existen 18 seremis, mientras que en Arica, Biobío, La Araucanía y Magallanes hay 19, ya que cuentan con uno de Hacienda. En la RM hay 16, ya que no hay de Gobierno ni Deporte, mientras que en Maule y Ñuble hay 17, porque no tienen de Minería.
Mapa de poder
En términos de equilibrios políticos, existe una clara hegemonía del Frente Amplio, que cuenta con 91 seremis a lo largo del país. Le sigue el Socialismo Democrático con 71 puestos y luego Chile Digno (PC, FRVS) con 41. En definitiva, Apruebo Dignidad tiene muchos más autoridades que las fuerzas de centroizquierda.
A nivel de partidos, el que posee más representantes es Convergencia Social, con 36, seguido de cerca por Revolución Democrática con 33. El Partico Comunista posee 32 y el Partido Socialista 29. No obstante, más de 60 declaran ser independientes, aunque varios están asociados a algún partido en particular sin militar.
El PPD cuenta con 23 seremías, seguido por Comunes, con 15. Luego está la Federación Regionalista Verde Social con 13, y el Partido Radical con 11.
Las fuerzas más pequeñas también poseen representación: El Partido Liberal tiene 8, Acción Humanista exhibe 7, lo mismo que UNIR, aunque varios de ellos migraron a CS.
Al igual como en el caso de Valparaíso, en el que dos diputados influyeron en la salida de un seremi, en otras regiones también existen tensiones entre parlamentarios y el gabinete regional. Según han comentado fuentes del oficialismo a Emol, ese es el caso que se observa en Los Ríos y Los Lagos.
En esos casos, la relación con los senadores del sector, Alfonso De Urresti y Fidel Espinoza (PS), ha sido compleja, ya que ambos han sido “díscolos” respecto de La Moneda. Según comentan al interior de los partidos, dicha actitud se debe a que no lograron ubicar a cercanos suyos en las seremías regionales.
En Los Ríos, por ejemplo, donde el Gobierno también cuenta con los votos de los diputados socialistas Marcos Ilabaca y Ana María Bravo, además del frenteamplista Patricio Rosas, de los 18 secretarios regionales, solo dos son del PS, el de Bienes Nacionales, Jorge Pacheco, y de OO.PP., Nuvia Peralta.
Mientras, en Los Lagos, donde
existen cuatro diputados oficialistas (Alejandro Bernales (PL), Emilia Nuyado (PS), Jaime Saez (RD) y Héctor Ulloa (Ind-PPD), también hay solo dos seremis socialistas: El de Desarrollo Social, Enzo Jaramillo, y el de Bienes Nacionales, Pablo Flores.
No obstante, en esa región ha habido un solo cambio de Seremi, al igual que en otras como Magallanes, Aysén, Los Lagos, Biobío, Ñuble y Antofagasta. También está el caso de Arica y Parinacota y Coquimbo, donde sus gabinetes regionales han permanecido sin cambios desde el inicio del Gobierno.
Donde si ha habido cambios es a nivel de delegados presidenciales, los cuales se produjeron después de la amplia derrota del Apruebo en el Plebiscito de salida del proceso constitucional, en línea con el giro a la centroizquierda que determinó el Presidente Boric tras ese proceso.
El principal ocurrió en La Araucanía, donde Raúl Allard (IND) dio paso a José Montalva (PPD). También hubo modificaciones en Atacama, en la que Gerardo Tapia (PR) dejó el cargo a José Fernández (PC); en Ñuble, donde Gabriel Pradenas (RD) reemplazó a Claudio Ferrada (RD); y en Los Rios, Paola Peña por Carla Peña, ambas del PC.