"Tremendo. Llegué a las 14 horas a la aduana chilena y salí a las 20 horas de ella. Terrible. Sumado con una bebé en el auto. Agotador". Fue el relato en redes sociales Celeste, una argentina que viajó a Chile en auto para pasar sus vacaciones de verano.
No es la única que tuvo una experiencia así en el sistema aduanero, que hasta el momento reporta esperas de hasta ocho horas, según consignó La Nación de Argentina, también durante la noche, en la Cordillera de Los Andes, en un clima frío, vientos y pocos servicios básicos.
El problema, según los propios veraneantes, es que no se habilitan las casillas necesarias para la cantidad de turistas. En Los Libertadores durante el día hay alrededor de 10 cabinas habilitadas de las 18 existentes. En tanto, durante la noche, de acuerdo con los reportes de los usuarios, solo se encontraban operativos cuatro puestos de control.
Por eso las filas han llegado a ser kilométricas, de hecho, antes de la medianoche del lunes, dese Gendarmería Nacional de Argentina, informaron que el paso mencionado estaba colapsado, registrando vehículos hasta el peaje de Las Cuevas del lado argentino, ubicado a 9 kilómetros de distancia.
Ese día cruzaron a Chile desde el país vecino alrededor de 6000 personas, aunque es una cifra que no deja de crecer, y que aumentó en los últimos días. Desde el 23 de diciembre hasta el 2 de enero se registraron más de 35.000 personas que pasaron la frontera en más de 7000 vehículos.
La responsabilidad
Las responsabilidades son cruzadas ya que ambos países aseguran que hacen todos los esfuerzos para agilizar el trámite, sin embargo, las principales críticas van hacia las autoridades chilenas.
En diálogo con La Nación, desde la Dirección Nacional de Migraciones Argentina, el titular de la delegación en Mendoza, Juan Manuel Serrano, aclaró que han insistido en, en diversas reuniones durante el año, que llegada la temporada optimicen la atención con mayor personal, pero que las estrategias y decisiones son propias del país vecino.
"Se acordó, frente a la acumulación de personas y vehículos, que cada país aplique procedimientos para que el tránsito y los trámites sean lo más expeditivos posible. Pero no tenemos injerencia directa sobre cómo lo implementan los organismos chilenos que son los responsables del ingreso a ese país", dijo el funcionario.
Según recogió el Sitio Andino de Argentina, el jefe del Centro de Fronteras y Coordinador del Paso Internacional Cristo Redentor, Justo José Báscolo, sostuvo: "Hay que preguntarnos si Chile está preparado para el turismo receptivo argentino".
"No hemos avanzado en la simplificación de procesos. Lo que nos falta es el control simplificado aduanero entre los dos países. No lo hemos podido lograr, porque los organismos pares no se ponen de acuerdo y no podemos avanzar informáticamente". Y agregó que nuestro país cuenta con protocolos "muy rigurosos": "No se requiere gran cantidad de funcionarios de Aduanas, hay que buscar la forma de descomprimir", afirmó.
Al mismo tiempo, desde el Ministerio de Seguridad argentino, el titular de Relaciones con la Comunidad, Néstor Majul, también se refirió en ese sentido en La Nación. "Estamos frente a un problema específico de Chile, tiene que arreglarlo Cancillería, nosotros no podemos hacer nada. Para agilizar los tiempos, lo único es ayudar en algún problema de tránsito", indicó.
Desde el Complejo Fronterizo Los Libertadores, organismo dependiente de nuestro país apuntaron contra las autoridades argentinas: "La alta congestión vehicular es debido a la falta de funcionarios de AFIP Argentina, razón por la cual no se han podido habilitar casetas adicionales para una atención más expedita".
