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Recomponer relaciones y fortalecer la gestión política: Los desafíos de Luis Cordero, el nuevo ministro de Justicia

Su nombre ha sido, hasta ahora, bien recibido en el Poder Judicial y Legislativo, donde el abogado deberá trabajar para mejorar el ambiente que se vio tensionado por "desprolijidades" en los indultos y la elección del nuevo fiscal nacional.

08 de Enero de 2023 | 10:25 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Luis Cordero, nuevo ministro de Justicia.

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"Me honra sumarme a su gabinete y asumir los desafíos de conducción institucional en materia de Justicia y Derechos Humanos". Con esas palabras, el nuevo ministro de Justicia, Luis Cordero, abordó en redes sociales su nombramiento en el cargo y se mostró agradecido con el Presidente Gabriel Boric por "la confianza" para liderar la cartera.

Y es que Luis Cordero -actualmente en Alemania-, asumirá en los próximos días en medio de la bullada renuncia de su predecesora, Marcela Ríos, sobre quien pesó desde su nombramiento el hecho de ser socióloga y no abogada, además de una serie de "desprolijidades" -usando las propias palabras del Mandatario ayer en La Moneda-, que la llevarán a enfrentar una acusación constitucional, según anunció la oposición.

Por eso, en la Corte Suprema y en el Parlamento se valora que Cordero sea un abogado de reconocida trayectoria profesional, quien además posee algunos vínculos con el mundo político. Hay, al menos, un ambiente de expectativa en su gestión y en la forma en que aborde los desafíos inconclusos y venideros.

Uno de sus primeras tareas será precisamente recomponer relaciones con el Poder Legislativo, luego de la tensa trama que ha significado la elección de un nuevo fiscal nacional. Mañana lunes será la votación en el Senado para ratificar o no el nombre de Ángel Valencia, la tercera apuesta del Ejecutivo para poder dar por finalizado el proceso; y aunque no se prevé que Cordero esté en Chile, una ratificación del nombre podría significar un buen pie para la nueva gestión en Justicia.

En el Poder Judicial también habrá desafíos, puesto que el capítulo "indultos" dejó tensionadas las relaciones con el Ejecutivo. Esto, porque la Corte Suprema debió enviarle un "recordatorio" al Mandatario respecto de la separación de los poderes del Estado, específicamente por el indulto al ex frentista Jorge Mateluna, luego que Boric expresara su convencimiento de que en ese juicio "hubo irregularidades y una valoración de la prueba que no estuvo a la altura de la justicia".

Cordero ya ha dado algunas señales de los sellos que podría tener su gestión. Un día antes de ser nombrado en el cargo, dijo a El Mercurio que en los cupos que se deben llenar este año para los ministros del máximo tribunal, "se juega la paridad de la Corte Suprema. Es un dato relevante, no solo está el perfil de jueces, sino que además es el año en que el máximo tribunal podría lograr paridad. Me parece que esa es una señal muy importante (...) que sí forma parte de la ecuación".

Otra de las tareas a las que se enfrentará el ministro será la que el propio Presidente Boric puso ayer sábado como desafío al momento de dar a conocer que aceptaba la renuncia de Ríos: "Debido a que hubo desprolijidades en la ejecución de mi decisión de conceder indultos y considerando, además, la necesidad de fortalecer la gestión política del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, he decidido aceptar la renuncia de Marcela Ríos Tobar a dicha cartera".

La relación con Gendarmería, así como también la revisión y/o modernización del sistema carcelario, serán otros de los focos de los que deberá ocuparse Cordero, donde será clave su capacidad para lograr acuerdos transversales que empujen reformas y transformaciones al sistema de Justicia, o como señalaron algunas voces desde el Parlamento, "corrija el rumbo".
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