Veraneantes en la playa de Viña del Mar.
Aton.
Aunque las autoridades chilenas y argentinas habilitaron más casetas en los pasos fronterizos para agilizar el paso de turistas, las esperas siguen siendo largas. No obstante, eso no ha detenido a los trasandinos de cruzar a nuestro país para pasar sus vacaciones de verano luego de la pandemia de covid-19.
Así lo contó a La Nación Sebastián, quien viajó con su esposa e hijos a la región de Valparaíso, entre las comunas de Concón y Viña del Mar. "Fue difícil llegar, por la cansadora espera en la aduana, pero valió la pena regresar a Chile, después de la pandemia. No hubo casi exigencias sanitarias en los controles, pero nos revisaron todo, y se hizo interminable. Ojalá esto cambie algún día; que podamos ingresar rápido, con escáneres y un código QR", indicó.
Él evidenció el objetivo que tiene gran parte de los argentinos que cruzan la cordillera: "Ahora,
estamos disfrutando a full del mar, de salir a comer y de hacer compras, que en varios rubros terminan siendo más económicas que en la Argentina. De todas maneras, al ser vacaciones uno tiene que disfrutar y no desesperarse por los montos".
Su mujer detalló al mismo medio las actividades que realizan en nuestro país. "Nos gusta Chile por la cercanía y la gastronomía. Aprovechamos para comer más pescados y mariscos, y también hacemos shopping: Si buscás, encontrás mejores precios que en la Argentina, sobre todo en indumentaria, calzado y neumáticos. Nos viene bien para renovar el placard y comprar cosas para los chicos, pensando en la escuela".
Según datos migratorios revelados por La Nación, desde el 23 de diciembre, más de 50.000 argentinos han ingresado a Chile vía terrestre. Por ejemplo, el promedio diario en el Paso Internacional Cristo Redentor se ubica en las 6.000 personas.
Esto a diferencia de la misma fecha del año pasado, cuando se levantaron las restricciones por el covid-19, donde ingresaban unas 500 personas por día -doce veces menos-. Sin embargo, las cifras no han vuelto a ser las mismas que antes de la pandemia, donde llegaron a ser entre 15.000 y 30.000 personas diarias, como récord.
Una importante cantidad de turistas cruzan la frontera en sus propios vehículos, por lo que muchos aprovechan de cambiar los neumáticos, ya que los consiguen hasta 50% más baratos, a pesar de estar prohibido en la Argentina. En el peor de los casos deberán afrontar los requerimientos aduaneros, y pagar el impuesto: Una tasa del 50% sobre el excedente de US$300, que es el límite por persona.
"Es poco común que al regresar se controle el estado de los neumáticos, por lo que los turistas se animan a comprarlas y vuelven con las cubiertas puestas en los autos. Es algo que venimos observando hace más de un año, ya que en Chile están más baratas", reconocieron fuentes aduaneras consultadas por La Nación, además de indicar que observan compras de electrodomésticos, celulares, ropa blanca y zapatillas, además de productos de supermercado.
