Maquinaria de la Escuela de Ingenieros Tejas Verdes del Ejército abrió una zanja a través del banco de arena que permitió ayer viernes que el río Maipo volviera a desembocar en el mar. El trabajo dispuesto por la delegación presidencial provincial de San Antonio, alivió la inundación con aguas salobres de 74 parceleros de Llolleo, pero su dirigente Alejandro Vermeersch reclamó que si no se desarma el perfil (muro) que la sanitaria Coopagua instaló cerca del estuario, la barra volverá a cerrarse y los cultivos, a anegarse. El superintendente Jorge Rivas aseguró que "lo que se discute es si esta obra fue autorizada por la DGA y eso lo debe resolver la institucionalidad. Si se tiene que eliminar, va a haber un racionamiento de agua. Pero es importante regularizarla, si no lo está".