Con la experiencia del proceso anterior, plazos acotados y voto obligatorio, así será la elección de consejeros constitucionales del próximo 7 de mayo, comicios cuyo proceso ya está en marcha y que dará inicio a su periodo de campaña el próximo lunes 6 de febrero.
Ese día también vence el plazo para inscribir ante el Servicio Electoral (Servel) las candidaturas, algo en lo que están trabajando los distintos partidos políticos, varios con definiciones que se toman este fin de semana.
En el caso de Chile Vamos, el viernes adelantaron que su nómina se llamará "La Lista del Rechazo 4 de septiembre" y donde esperan incluir a fuerzas y movimientos ciudadanos que apoyaron esa opción en el Plebiscito de salida. Pese a que algunas tiendas como Republicanos y el PDG, optarían por competir solos.
En el oficialismo, en tanto, el dilema está en si el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad, irán en una lista única o separados, sumando el primer bloque a la DC. Definición ante la cual La Moneda ha insistido en actuar con unidad.
Las claves de la campaña
Lo único claro hasta ahora es que será una campaña diferente a la del último proceso constituyente, tal y como proyectan a continuación dos expertos en marketing electoral y dos analistas políticos consultados por Emol.
Según el especialista en marketing político y académico de la Universidad Diego Portales (UDP), Cristián Leporati, esta "va a ser una campaña muy seria, muy formal, con rostros, con mucha fuerza en los partidos y destacando más bien los atributos y virtudes técnicas, probablemente de las personas que van a participar en el proceso". Esto pues cree que aún está presente en la opinión pública, la mala imagen que dejó el fallido proceso anterior.
"Por el poco tiempo y por el perfil de las personas que están escogiendo, algunas cercanas a partidos o a una mirada política, efectivamente el peso debería estar puesto en el logotipo del partido político, pero sin olvidar el desprestigio que tienen. Por lo mismo, igual van a tener que hacer una campaña que lleve a lo menos el rostro y algunos atributos técnicos o de otro tipo que tenga el candidato o candidata, pero más bien profesionales", detalló Leporati.
En esto, agrega, puede ser importante la franja televisiva para "potenciar y posicionar" a los rostros que no son tan conocidos por la gente. "La franja va a sacar un poco de la irrelevancia a este proceso, lo va a acercar a la gente y va a vestir como un espectáculo a una campaña electoral que es lo que es finalmente. Eso es importante, porque le va a dando relevancia y la gente empieza a enterarse del proceso", sostuvo.
El experto en marketing electoral y académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Felipe Vergara, matizó al afirmar que en esta oportunidad, "a los partidos los dejaría un poco de lado, pero sí potenciaría las competencias que tenga cada uno de los postulantes, que fue lo que la vez pasada no se pidió, pues se potenció todo lo que tenía que ver con la zona de la que venías, el sector al que representaba una u otra idea en particular, pero no se contaba con las competencias para poder participar de una Asamblea. Creo que ahí está la diferencia".
Para ello, Vergara complementó que es necesario que "el personaje no sea extremadamente conocido, pero que sí se sepa su actuar, su pensar, su trayectoria en el ámbito público a veces, para ver si viene con revanchismo a destruir lo que hay o viene realmente con un modelo un poco más conciliador".
La ventaja en esta ocasión, añadió Vergara, es que "van a ser menos candidatos y van a ser menos los que van a quedar, 50 y no 155. Y los partidos que los van a promocionar deben desde ya a priorizar quienes son sus caballitos de batalla, porque si pretenden que todos queden, no va a quedar ninguno (...) acá hay que hacer una micro segmentación, saber perfectamente dónde está tú público, ir con ese candidato a ese público".
"Las estrategia pueden ser muy disímiles, desde la oposición, Chile Vamos o Republicanos, pueden colocar el énfasis de que la campaña es como una suerte de aprobación o desaprobación del Gobierno", planteó el analista político y académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval. Algo que se ha puesto en discusión incluso por parte de personeros del propio oficialismo, por ejemplo, cuando el ex senador del PPD Guido Girardi, instaló la idea de que una nómina de Apruebo Dignidad, sería "la lista del indulto".
Pero además, Duval hace alusión a que estos comicios, también "van a tener un componente local, más allá de la Región Metropolitana por su inmensidad (...) son seis regiones binominales, se van a elegir dos, ahí el componente local, regional, de quien sea el candidato o la candidata va a ser muy importante. Eso de alguna manera va a influir probablemente en los nuevos electores".
Duval, añadió, que la franja "puede servir para tener algún conocimiento de quizás las listas o las propuestas, lo interesante va a ser qué van a proponer las candidaturas, eso va a ser un tema (...) y si esas van a variar o serán las mismas".
Por su parte, el académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, explicó que "creo que en el posicionamiento de los candidatos va a ser muy importante el ser conocidos, aquellos más conocidos van a tener una ventaja sin duda, porque la campaña va a ser muy corta, muy intensa".
"Lo que la gente va a buscar es básicamente quiénes se identifican con el Rechazo, quiénes se identifican con el Apruebo, con el Gobierno y con la oposición. Después, en una tercera derivada recién van a poder ver matices dentro de esos perfiles generales", recalcó Müller.
El aporte de las rostros políticos
Otro elemento a considerar en esta elección, es el rol que tomarán en la campaña algunos de los principales liderazgos de los partidos, apoyando a los postulantes a consejeros en terreno. Algo que no se dio en el Plebiscito de salida, cuando los dirigentes políticos estuvieron alejados de la primera línea, buscando no contaminar la elección.
Así, en el caso de RN se ha hablado del alcalde de Puente Alto, Germán Codina, en Republicanos de José Antonio Kast y en el PDG de Franco Parisi, quien esta semana visitó Chile y espera volver a hacerlo durante la campaña. Además de otros en la oposición y los que tiene el oficialismo.
Al respecto, Leporati consideró que "no es una mala idea usar rostros relevantes, que sean capaces coagular a los militantes de una mirada ideológica. Pero a su vez, que sean rostros capaces de testimoniar y poder 'robar' adherentes de otros perfiles electorales distintos, porque hay un voto impredecible".
El despliegue de estas figuras, opinó Vergara, "refuerza a los candidatos a fines a esa corriente (...) son personajes que creo que es importante en esta oportunidad reflotarlos, estuvieron muy de lado, pero en esta campaña es importante, porque dejan claro lo que sus candidatos plantean y defienden. Ahora hay que elegirlos bien, no se puede masificar la cantidad de líderes de opinión".
"Esto tiene un doble efecto, cuando Kast y Parisi dicen que van a salir con sus candidatos, lo que están haciendo es adelantar la presidencial, es rápidamente posicionarse ellos como figuras importantes dentro del sistema político. Y al mismo tiempo, ver si pueden traspasar algo de ese apoyo a los candidatos que ellos van a ir colocando en las distintas circunscripciones, pero no es que todo los votos de uno se traspasen directamente al otro", apuntó Duval.
En la misma línea, Müller opinó que "un elemento importante para los candidatos a consejeros van a ser esos apoyos, los apoyos de los liderazgos presidenciales. Pero cada vez más hay que reconocer que los endosos de apoyos son más difíciles de traducir en votos, sobre todo cuando esos candidatos no están en la misma papeleta, no son simultáneas las elecciones, sino que es solo un endoso a la antigua, con una foto o una frase".