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ocho comunas de la Región de Ñuble vivieron su primer toque de queda en el marco de la emergencia por los incendios forestales en la zona.
Correspondió a todas las que integran la provincia de Itata, a las que se sumó Quillón, de la provincia de Diguillín
Sin embargo, los alcaldes de las cinco
comunas de la provincia de Punilla (Coihueco, Ñiquén, San Carlos, San Fabián de Alico y San Nicolás) piden que se reconsidere y sean sumados a la medida.
"Estamos solicitando el toque de queda y una mayor vigilancia del Ejército, porque los incendios que hemos tenido, en realidad han estado muy cerca de comunidades.
Es algo muy importante y necesario para nosotros", expresó el alcalde de San Fabián de Alico, Claudio Almuna.
Precisó que recientemente suman focos de incendios en el Puente Estero Grande, cerro de acceso a la comuna que tuvo tres focos, de los cuales mayoritariamente se han dado después de las 21:00 horas, "dando el ejemplo que necesitamos el toque de queda".
El alcalde de San Carlos Gastón Suazo, señala que si bien no han tenido por el momento focos de incendios forestales de grandes dimensiones, la intencionalidad de terceros que los inician es real.
"A mí me gustaría que fuéramos considerados en el toque de queda. Nosotros hemos tenido varios focos pequeños, pero los pocos que ha habido, han sido provocados por terceros, y a pesar de que los vecinos están atentos y estamos monitoreando constantemente, siempre hay una fuga por aquí o por allá, y con el toque de queda sería mucho más fácil controlarlo", dijo el jefe comunal sancarlino.
Desde la puerta norte a la Región de Ñuble, Ñiquén, recalcan que "hay un sentir de pesar por no ser considerados para el toque de queda que es una medida preventiva (…) Está demostrado que muchos de estos incendios son provocados, son intencionales, entonces nosotros tenemos que cerrar los espacios a estas personas que no han tenido ningún escrúpulo al generar estas tremendas emergencias. Solidarizamos con las comunas de Itata que hoy lo están pasando tan mal, pero acá son todas las comunas son igual de importantes y al momento de la prevención, todos tenemos que medirnos por la misma vara, señalaron desde el municipio.
"La verdad es que
hubiéramos preferido tener toque de queda, porque eso nos permitiría tener un mayor control. Si bien, hasta ahora, no hemos detectado incendios, estamos llevando a cabo una tarea de prevención muy ardua, con un despliegue total del equipo de seguridad y en eso, por ejemplo, la presencia militar, habría sido una gran contribución", expuso el alcalde Carlos Chandía, cuya comuna es uno de los territorios más extensos de la región.