Un "diálogo acalorado" tuvo el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, y la diputada del Partido Ecologista Verde, Viviana Delgado, cuando esta le pidió abordar la crítica situación del liceo Reina de Dinamarca, en el sector de Rinconada Rural, en Maipú.
Según lo explicado por la parlamentaria a través de un comunicado, ella se le habría acercado al secretario de Estado para comentarle sobre la imposibilidad de esta escuela de iniciar el año escolar el 3 de marzo, día establecido para ese cometido.
"Le comenté que las clases estaban suspendidas por la contaminación ambiental producto del polvo en suspensión que contiene cuarzo, tema acreditado por la Asociación Chilena de Seguridad, producido por la extracción ilegal de áridos efectuados por la Minera Imperial, indicándole que su ministerio no había tomado cartas en el asunto afectando a más de 600 alumnos y alumnas", indicó la diputada.
Y agregó que "nuestro compromiso era solicitarle que se tomará en serio esto y que se hicieran presente y se resolviera de una vez por todas el abandono que viven por años".
Sin embargo, ante esto el ministro se habría alterado "saliéndose de su rol, me falta el respeto subiendo el tono de la conversación diciéndome que estaba cansado que lo vapulearan, perdiendo el control, indicándome de que si estaban preocupados de la situación, cuestión que en los hechos, no ha sido así, excusándose además que eran más de tres mil colegios y él no podía estar en todos, siguiendo la discusión en un tono no adecuado".
Luego de la acusación, Ávila salió al paso para pedir perdón: "Ambos sostuvimos un diálogo mas bien acalorado y, por mi parte, quiero ofrecer sinceras disculpas respecto de la manera en que condujimos el dialogo. Me parece que no ha sido nunca mi espíritu".
Esta jornada el propio Presidente Gabriel Boric se refirió al impasse, indicando que "no justifico que nadie, que ningún ministro le levante la voz a una diputada ni a nadie. No corresponde", y agregó que "el ministro ha sido personalmente reprendido por aquello".
El liceo
Los 640 alumnos del Liceo Reina de Dinamarca no pudieron iniciar el año escolar el día 3 de marzo -día en que comenzaban formalmente las clases para todo Chile-, sino que tuvieron que atrasarla para el próximo lunes 13. La decisión se tomó el miércoles 1, cuando llegó un informe -solicitado previamente por la escuela y la Municipalidad- de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), revelando que el alto nivel de contaminación medioambiental.
¿La razón? La contaminación que generaría la empresa minera que, en el terreno colindante, realiza faenas de extracción de árido, como cuarzo, el cual se presenta en el aire en un porcentaje de 3,9%, aunque el máximo permitido es de 1%. Esto ha afectado desde, al menos, octubre de 2022, cuando un alumno terminó en la UCI respiratoria.
"En ese momento no contábamos con la información de lo que había en el aire, pero todo da a pensar eso, mi hijo levaba solo dos meses en el colegio. Él se enfermó dos días posteriores de una nube de tierra que llego desde el potrero al colegio cuando ellos estaban en el patio. De hecho los profesores tuvieron que tomar a sus alumnos y correr con ellos hacia las salas para que los niños no se ahogaran con toda la tierra que venía", contó Johanna Aguilera, la madre del menor que enfermó.
En ese momento, su hijo "estuvo ocho días en la uci en el Hospital del Carmen por un problema respiratorio. Un niño absolutamente sano hasta ese momento. Ahí se encendieron las alarmas, el director prestó apoyo, en conjunto con Universidad de Chile -dueño del paño donde se emplaza la empresa- logramos paralizar la obra de Cemento Melón, pero Imperial no nos tomó en cuenta, siguió trabajando. Para él estuvo siempre más arriba el bolsillo que el derecho de los niños", y contó que su hijo quedó con asma crónica debido al incidente.
El director del establecimiento, Juan Carlos Ureta, indicó a "La Voz de Maipú" aseguró que "somos un colegio con un índice de vulnerabilidad de 91%. Nos hemos cuestionado si hicimos bien o mal con la suspensión de clases porque obviamente los estudiantes de ven afectados".
Según el alcalde de la comuna, Tomás Vodanovic, Rinconada Rural "era el pulmón verde de Maipú, que era donde los vecinos precisamente valoraban poder vivir en un ambiente tranquilo y libre de contaminación, hace ya bastantes años lamentablemente se ha convertido en una zona de sacrificio".
En ese sentido, el jefe comunal plantea soluciones a corto y largo plazo. La primera tiene que ver con suspender las faenas para que los alumnos puedan asistir a clases. De hecho, lo plantea como una condición para poder iniciar el año escolar.
Como largo plazo, la Municipalidad prepara una querella y ya presentó un recurso de protección ante la corte de apelaciones a favor de los niños y la comunidad educativa.