EMOLTV

El fantasma del "Cataldazo", las dudas por las sillas y el alivio en los que se salvaron: El lado B del cambio de gabinete

Tal como ocurrió en el primer ajuste ministerial, la ceremonia en la que el Presidente Gabriel Boric designó a nuevos ministros estuvo marcada por la incertidumbre y la dificultad del Gobierno para conseguir candidatos.

10 de Marzo de 2023 | 22:01 | Por Felipe Vargas, Emol
imagen

Durante la ceremonia, el jefe de Estado dio a conocer los ejes que tendrá su segundo año de mandato.

Felipe Vargas, Emol.
"El propósito es mejorar nuestra capacidad de respuesta y la gestión", dijo este viernes el Presidente Gabriel Boric, a la hora de dar a conocer el segundo cambio de gabinete de su mandato, frase que se vio empañada de alguna forma por las desprolijidades que nuevamente asomaron en el proceso de rearme de su equipo ministerial.

Después de semanas de especulaciones, el Mandatario decidió realizar el ajuste justo a un día de cumplir un año al mando de la nación. Sin embargo, pese a los análisis y chequeo de cartas, la jornada estuvo marcada por la dificultad del Ejecutivo para cubrir algunas plazas ante modificaciones de última hora.

Eso fue lo que ocurrió en el caso de la Cancillería, donde en un comienzo el jefe de Estado había optado por la ex embajadora Marta Maurás. No obstante, la aparición de mensajes en redes sociales apoyando la migración y una denuncia en su contra en la ONU, conspiraron para que pudiera asumir el cargo.

Ese hecho trajo inmediatamente el recuerdo de lo ocurrido en el primer cambio hecho por Boric el pasado 6 de septiembre, cuando ante el entonces subsecretario de Educación, Nicolás Cataldo, no pudo asumir en Interior luego de que se constatara ese mismo día que había publicado duras críticas en contra de Carabineros en el pasado.

En ambos casos, se produjo un retraso en la ceremonia para mover las piezas a última hora. Los ministros en ejercicio fueron convocados a las 13 horas y minutos antes de eso comenzaron a llegar al Palacio de La Moneda. Sin embargo, ante el problema en RR.EE., varios acogieron el llamado de Presidencia de retirarse "hasta nuevo aviso".

El problema no estuvo radicado solo en el sucesor de Antonia Urrejola. También surgieron rumores sobre la eventual salida del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, quien enfrentó un altercado con una diputada en la previa del cambio. "Nadie quiere asumir en el cargo", se comentaba a esa hora en la sede del Ejecutivo.

Así, secretarios de Estado y candidatos subían y bajaban del gabinete, mientras el acto se postergaba hasta las 14:30, para dar espacio para que el nuevo canciller, Alberto Van Klaveren, alcanzara a llegar. En el intervalo, varios ministros volvieron a palacio para sumarse a una ceremonia, que finalmente comenzó a las 15:10 horas.

Minutos antes de que ingresaran los protagonistas al Salón Montt Varas, el cual volvió a ser el escenario de este tipo de ceremonias por primera vez desde la pandemia, ocurrió otro hecho que generó todo tipo de comentarios. Cuatro minutos antes, una asesora de palacio retiró una de las sillas dispuestas para los nuevos ministros.

Es decir, de seis espacios disponibles, quedaron cinco. "Algún ministro se salvó", fue la reacción inmediata entre los presentes en el lugar. Varios recordaron además que en la mañana circularon imágenes que mostraban que había siete sillas, por lo que las listas de posibles damnificados volvió a revisarse a minutos del inicio del acto.

Cinco minutos después, luego de que ingresara el gabinete en pleno, hubo miradas nerviosas entre la titular de Interior, Carolina Tohá, y la vocera de Gobierno, Camila Vallejo. Mientras estaban todos en sus lugares, la portavoz decidió salir del salón, aumentando aún más la incertidumbre sobre las modificaciones.

Las primeras señales del nuevo equipo

"Comparezco ante S.E. el Presidente de la República para prestar juramento o promesa de estilo para tal efecto. S.E. lo interrogo (sic) en los siguientes términos", señalaba el documento que presentó Boric a los nuevos ministros para que firmaran su ingreso al gabinete. Sin embargo, este no incluía el nombre de la cartera correspondiente.

Ello inquietó a Tohá, quien le hizo ver el detalle al Presidente en plena ceremonia. Sin embargo, ello no fue obstáculo para que las futuras autoridades pusieran su rúbrica. Mientras Van Klaveren, Jessica López (OO.PP.), Jaime de Aguirre (Culturas) y Aysén Etcheverry (Ciencias) prometieron, el único que juró fue Jaime Pizarro (Deportes).

Entre los ministros vigentes, las miradas apuntaron al titular de Educación y su par de Minería, Marcela Hernando, quienes formaban parte de las apuestas para dejar sus cargos. Pese a que fueron los grandes ganadores de la jornada, se les vio serios durante la ceremonia, al igual que los cinco ministros salientes.

Durante su discurso, el jefe de Estado les dedicó misiones específicas. "Ministro Ávila, la reactivación educativa es prioridad, no podemos permitir que en nuestra patria haya niños sin matricula, que estén desertando o que tengan ausentismo grave (…) ministra Hernando, que la estrategia del litio se consolide", dijo el gobernante.

Pese a la natural tensión que produce este tipo de actos republicanos, también hubo espacio para la distensión. Entre los más relajados, estuvo la titular de Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien conversó animadamente y ayudó a viva voz al Presidente a ubicar a cada secretario de Estado cuando les dio tareas específicas.

Cuando fue su turno, Rojas tocó los hombros de Nicolás Grau (Economía) y Diego Pardow (Energía) incluyéndolos en su tarea de luchar contra el cambio climático. Boric también se dio algunas licencias: Cuando mencionó a Pizarro, le dijo "kaiser" y "maestro", recordando el pasado del nuevo ministro sin ocultar su pasión por el fútbol.

También hubo guiños para sus colaboradores cercanos. A Vallejo le dijo "compañera, impecable e implacable" y a la ministra Segpres, Ana Lya Uriarte, le señaló "qué difícil trabajo", sacando risas en el salón. Lo mismo ocurrió cuando apuntó a Mario Marcel (Hacienda): "Siga adelante con su templanza, rigor y buen humor poco conocido", dijo.

También tuvo palabras para De Aguirre, a quien le dio las gracias por aceptar el desafío y asistir a la ceremonia saliendo del hospital. "Tiene una energía que envidio", le aseguró. Al ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, lo felicitó por cargar sacos y visitar a un pudú en medio de la emergencia de los incendios forestales.

Otro momento que sacó sonrisas fue cuando el jefe de Estado expresó que "con este renovado equilibrio de nuestra alianza, que espero con esta síntesis entre experiencia y nuevas energías y nuevos cuadros se potencie en el tiempo pensando mucho más allá de un solo periodo presidencial".

En ese pasaje, tuvo que aclarar su comentario inmediatamente. "Para que no vaya a caber ninguna duda, cuando digo más allá de un periodo presidencial no estoy pensando en una reelección o cambiar la Constitución ni nada de esas características, sino siguiendo los causes institucionales", indicó, sonriendo brevemente ante las cámaras.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?
Recomendados Emol