La Universidad de Stanford (en la foto) acaba de crear un sistema para que alumnos y profesores puedan denunciarse de manera anónima, por palabras que el denunciante perciba como ofensivas o sesgadas.
El Mercurio (Foto de Archivo)
El académico chileno Iván Marinovic, profesor de la Universidad de Stanford, hace una fuerte crítica a la "política identitaria" y a la influencia del "movimiento DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión) en el sistema universitario estadounidense, y menciona una serie de ejemplos de los "extremos" a los que se está llegando en esas instituciones al regirse por esta "ideología", que en la práctica promovería una cultura de la cancelación.
"El año 2021 publiqué una columna en este diario (El Mercurio) criticando la
política identitaria y el movimiento DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión). El paso del tiempo no ha hecho más que confirmar mis aprensiones respecto de este movimiento y de sus efectos en la universidad y la cultura", parte diciendo, en una columna publicada este miércoles en
"El Mercurio".
Sostiene que "que el movimiento DEI es, en el fondo, un ataque a tres valores fundamentales de la cultura occidental: la igualdad ante la ley, la libertad de expresión y el debido proceso. Este movimiento, inspirado en la ideología 'antirracista' y la 'interseccionalidad', establece una jerarquía moral, de víctimas y opresores, en base a categorías como la raza y el sexo. Se funda en una filosofía de la sospecha según la cual nuestras instituciones estarían determinadas fundamentalmente por dinámicas de poder e irremediablemente viciadas por sesgos conscientes e inconscientes. Para esta ideología, el pecado original es ser hombre blanco (y heterosexual)".
"Este movimiento, inspirado en la ideología 'antirracista' y la 'interseccionalidad', establece una jerarquía moral, de víctimas y opresores, en base a categorías como la raza y el sexo. Se funda en una filosofía de la sospecha según la cual nuestras instituciones estarían determinadas fundamentalmente por dinámicas de poder e irremediablemente viciadas por sesgos conscientes e inconscientes. Para esta ideología, el pecado original es ser hombre blanco (y heterosexual)"
Iván Marinovic , académico Universidad de Stanford
Marinovic menciona "tres ejemplos tomados del contexto universitario de EE.UU." que "ilustran los extremos a los que conduce la ideología identitaria".
"Stanford acaba de crear un sistema llamado 'Protected Identity Harm' para que alumnos y profesores puedan denunciarse unos a otros de manera anónima, por palabras que el denunciante perciba como ofensivas o sesgadas. Equivocar el pronombre preferido de un alumno, emitir una opinión políticamente incorrecta, o afirmar que EE.UU. es tierra de oportunidades, puede costarnos una acusación, sin ser notificados ni tener la posibilidad de encarar a nuestro acusador y defender nuestra reputación. Es un sistema que trae a la memoria uno de los aspectos más repelentes de los totalitarismos del siglo XX y que estimula algunas de las tendencias más bajas de los seres humanos: el resentimiento, la envidia, el revanchismo", advierte, y detalla que "desafortunadamente, alrededor de 56% de las universidades norteamericanas ha adoptado sistemas similares".
Dice que "otro ejemplo orwelliano (o más bien ridículo) es una iniciativa recientemente impulsada por el departamento de IT de Stanford para eliminar palabras ofensivas de su portal (Elimination of Harmful Language Initiative). La universidad publicó una lista de 14 páginas con palabras supuestamente ofensivas que debían ser eliminadas de su portal, tales como 'americano', 'adicto', 'master'. Luego de ser humillada por varios días en los medios de prensa, la universidad reconoció su error y aceptó bajar de su sitio web la lista de palabras ofensivas".
"Quizás todavía más preocupante es la multiplicación de 'diversity statements', verdaderos juramentos de lealtad a la ideología DEI, como requisito para acceder a un puesto de académico. Expresar tibieza frente a las cuotas raciales o la paridad de género (o escribir esta columna) es suficiente hoy día para ser eliminado como candidato a profesor en muchas universidades de EE.UU. En otras palabras, abrazar el sueño de Martin Luther King Jr., a saber, el deseo de que los hombres sean juzgados por el contenido del carácter y no por el color de su piel, es suficiente para quedar fuera de competencia en el mercado académico", cuestiona.
"Estos ejemplos, entre muchos otros, muestran que la ideología identitaria está empujando nuestra cultura por un barranco nihilista. Debemos combatir esta ideología con fuerza y sin complejos si queremos preservar una sociedad libre y justa", concluye.