La comisión experta del nuevo proceso constituyente acordó sumar en la propuesta de nueva Constitución una norma que establece que si un partido político no alcanza un 5% de la votación total, no podrá acceder a un escaño en la Cámara de Diputados, con miras a fortalecer a las colectividades y poner fin a la actual fragmentación.
De aprobarse esa medida, al menos un tercio de los parlamentarios vigentes no habría podido acceder al cargo, dado que sus tiendas no superaron ese umbral en la última elección parlamentaria de 2021. Entre ellas, aparece Convergencia Social, la Democracia Cristiana, el PPD, Evópoli o el Partido Conservador Cristiano, entre otros.
La iniciativa abrió un debate entre políticos y expertos. Mientras los primeros la ven con escepticismo, los segundos la observan con buenos ojos, ya que aseguran
ayudaría a reducir la alta dispersión que hoy se observa en el Poder Legislativo, la cual impide que se generen grandes acuerdos y promueve el caudillismo, entre otros males.
A juicio del analista electoral, Pepe Auth, la idea "no perjudica ni beneficia a ningún sector en particular. Lo que hace es incentivar la formación de partidos grandes y que aquellas pequeñas fuerzas políticas que sólo se explican por sus caudillos o por un grupo altamente ideologizado, se vean obligados a converger en grandes partidos".
"Por ejemplo, el FA con esta norma se vería forzado a constituirse como partido y el PPD, PS, PR y, eventualmente la DC, podrían converger a la formación de un partido socialdemócrata moderno. Lo mismo la UDI, RN y Evopoli, qué hace rato ya debieron ir a la formación de un Partido Popular a la española", dijo a Emol.
Según Auth, "lo que hace esta norma es reducir la fragmentación excesiva, alentar la formación de partidos grandes que representen las grandes corrientes y no como ahora, la preservación del control por parte de algunos caudillos o grupos".
"Por supuesto debe ser complementada esta medida con exigencias de funcionamiento democrático de los partidos, como elecciones internas reguladas por el Servicio Electoral y
primarias obligatorias para elegir sus candidaturas a cargos de elección popular", agregó el ex diputado.
Asimismo, destacó que "agregaría otra norma más fuerte en la misma dirección. Como era antes: Prohibir los pactos electorales, de manera que todos los partidos chicos y medianos estarían obligados a converger con sus similares. Tendrías 6 a 8 partidos representados en el Congreso y condiciones favorables para la gobernabilidad".
Una mirada similar planteó el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, aunque a diferencia de Auth, aseguró que "los más afectados serán los partidos regionales que cultivan sus bases electorales en territorios reducidos. Aunque les vaya bien en esos territorios, no podrán llegar al 5% porque no tendrán candidatos en el resto del país, salvo que exista alguna norma paralela que indique un número de diputados mínimo para acceder con representación al Congreso".
"Luego, son los partidos de centroizquierda los que más sufrirán con esta medida. Si entrara a regir hoy, se salvarían sólo 6 partidos: UDI, RN, Republicanos, PDG, PS y PC. Los partidos del Frente Amplio tendrían que fusionarse, sucediendo lo propio con la DC, el PPD, PL, y el PRSD. Por tanto, esta ley resuelve de manera natural el exceso de partidos, licuando más hacia la izquierda que hacia la derecha", concluyó.