Un nuevo vuelco tuvo el caso de
Tomás Bravo, a dos años de que comenzara la trama por la búsqueda de el o los responsables de su muerte, tras su desaparición durante nueve días en el sector de Caripilún, en la Región del Biobío, mientras estaba a cargo de su tío abuelo, Jorge Escobar Escobar, el único que recibió alguna imputación en la causa.
El sábado, la
Corte Suprema anuló la formalización que la Fiscalía Regional realizó el 10 de marzo en contra de Escobar, por el delito de "
abandono de menor con resultado de muerte", y ordenó al Tribunal de Garantía de Arauco fijar "a la brevedad posible", una audiencia para discutir el cierre de la investigación.
Lo anterior, en base a un recurso presentado por la Defensoría Penal del imputado, el cual indicaba que se superó el tiempo máximo establecido para la investigación.
El defensor regional, Osvaldo Pizarro, sostuvo al respecto que "más que la lápida a cualquier investigación lo que corresponde es que se ponga la lápida a la investigación respecto a don Jorge Escobar, eso es innegable, porque efectivamente todas las aristas que se han planteado después de dos años, dan cuenta que Jorge Escobar no tiene ni tuvo ningún tipo de participación en estos hechos de carácter delictual".
En ese sentido, Pizarro sostuvo que lo que se debe realizar ahora "es que de una vez por todas la fiscalía proceda a solicitar el sobreseimiento definitivo del señor Escobar por inocencia o porque su conducta no es ni fue constitutiva de delito alguno siendo de resorte de la fiscalía seguir con las indagatorias respecto de otros sujetos, pero no más respecto de Escobar".
La imputación por homicidio calificado
Hasta inicios de marzo, Escobar estaba imputado por homicidio calificado. Se trata de una acusación por parte de la fiscalía que no estuvo exenta de cuestionamientos durante los dos años de indagatorias y pericias.
Fue a inicios de ese mes cuando el ente persecutor recibió los últimos resultados de peritajes enviados al instituto de Ciencias Forentes "Luis Concheiro" de la Universidad de Santiago de Compostela, en España. Dichos análisis "
buscaban establecer o descartar la participación de tres sujetos de interés en la investigación por la muerte del niño T.E.B.G, entre ellos el imputado Jorge Escobar Escobar".
Una vez recepcionados por la fiscalía, los persecutores determinaron cambiar la figura de imputación contra el tío abuelo del menor, ya que consideraron que no había sustento para continuar en dicha arista investigativa.
Esto, considerando además que la causa se amplió en cuatro oportunidades -la última el 31 de enero de este año-, y pese a ello, y a las sucesivas diligencias y pericias, no se logró llegar a determinar responsabilidades.
En diciembre de 2022, la fiscalía ya había recibido resultados de pericias, específicamente aquellas realizadas con pruebas de material genético enviados a España. Pero, tal como ocurriría dos meses después, aquello no era suficiente para poner nombre a un presunto responsable de lo ocurrido con Tomás.
De hecho, la fiscalía solicitó al tribunal la ampliación del plazo de investigación, solicitud que fue rechazada, en atención al tiempo transcurrido, por estar pronto a cumplirse el plazo legal de dos años desde que se abrió la causa. Primero, se ordenó que se cerrara el 2 de marzo, y luego el propio tribunal determinó que fuera el día 10 del mes recién pasado.
Una carrera contra el tiempo
La carrera contra el tiempo del la fiscalía motivó entonces la idea de la reformalización: los dos años no permitieron demostrar la autoría de Escobar en un homicidio calificado, por lo que ahora, la figura era "abandono de menor con resultado de muerte". Para algunas voces expertas, esa debió ser la primera imputación por la que debió apostar la fiscalía.
La razón, dijo en su oportunidad el ex fiscal y académico de la USS, Manuel Guerra a Emol, se debe a que "sin determinar la causa de muerte, no se podía atribuir un homicidio".
Por eso se habló de una imputación "apresurada", en medio de un contexto complejo: se trató siempre de un caso mediático, que involucra a un menor de edad, y que además contó con una serie de dificultades desde el inicio de la búsqueda.
Recordar que los restos del menor fueron hallados en una zona que no había sido periciada y próxima a un galpón del sector, ubicado aproximadamente a dos kilómetros del lugar donde había desaparecido. Fue posterior a ese hallazgo cuando se ordenó la detención de Jorge Escobar Escobar, como sospecho de homicidio simple.
Así las cosas, el llamado "supremazo" deja hoy un escenario incierto sobre lo que podrá pasar con la esperanza de la familia de Tomás Bravo por hallar un responsable, y con una fiscalía que pareciera tener agotados los recursos para continuar adelante con nuevas imputaciones.
