Boric ha tenido que dedicar buena parte de su agenda a temas de seguridad, en desmedro de otros asuntos.
El Mercurio.
"Estamos en un contexto de ánimo más auspicioso", dijo este mañana el ministro de Justicia, Luis Cordero, al analizar lo que dejó para el Gobierno la aprobación de la ley Nain-Retamal en el Senado, el proyecto que pretende entregar más protección a las policías y que provocó un profundo impacto en la agenda del Gobierno.
El acuerdo que el Ejecutivo alcanzó ayer con la oposición para destrabar esa iniciativa y atenuar de alguna forma la legitima defensa privilegiada de los funcionarios de la PDI y Carabineros, descomprimió la presión que pesaba sobre La Moneda y les entrega un poco de aire para intentar retomar el control de la agenda, según comentan en palacio.
Horas después de la extensa votación de la medida, que fue aprobada por casi toda la Sala de la Cámara Alta, salvo los votos en contra de los parlamentarios de Apruebo Dignidad, en la administración del
Presidente Gabriel Boric esperan de esa forma poder retomar asuntos que quedaron en pausa tras el asesinato de la sargento Rita Olivares.
Ese hecho, reconocen en el Gobierno, modificó de forma radical la planificación que tenían para estos días, en los cuales esperaban destacar avances en otras materias como la política nacional del litio, el impulso al royalty minero, el plan ante la crisis de las isapres y la reconstrucción post incendios forestales, entre otros asuntos.
De hecho, una vez que se conoció el fallecimiento de la funcionaria de carabineros, el jefe de Estado tuvo que modificar buena parte de sus actividades, al acompañar a la familia de Olivares en Quilpué y dedicar numerosas apariciones públicas para remarcar el respaldo a Carabineros y el compromiso de su administración con la seguridad.
Todo ello en respuesta a lo que consideran un intento de la oposición por instalar la sensación de que el Mandatario no tenía previsto dar énfasis al combate a la delincuencia. Dicha premisa es rechazada en el Ejecutivo, donde destacan que desde antes de asumir ya poseían una batería de acciones sobre la materia.
Autocrítica por la agenda
Sin embargo, en el Ejecutivo
descartan realizar un análisis critico respecto a las dificultades que han tenido para imponer su agenda en esta materia, apuntando a que las circunstancias han sido las que los han motivado a realizar cambios y no la ausencia de políticas para enfrentar las crisis relacionadas a delincuencia y crimen organizado.
En esa línea, subrayan que ya en la segunda vuelta de las presidenciales de 2021
tenían claridad de la importancia del asunto y que apenas asumieron en el poder impulsaron una serie de iniciativas para fortalecer a las policías y recuperar espacios públicos, como lo realizado en barrios emblemáticos de Santiago, Maipú y regiones.
A ello suman las urgencias legislativas que han impuesto a diversas medidas en el Parlamento y el impulso del
compromiso transversal por la seguridad, el cual fue firmado ayer por el Presidente en conjunto con las asociaciones de municipalidades y los gobernadores regionales.
De hecho, destacan que antes de la irrupción del proyecto Nain-Retamal, en el diálogo para construir el acuerdo se incluyeron proyectos similares que modificaban las reglas de uso de la fuerza, pero que estos quedaron en el vacío tras la decisión de la oposición de restarse de la mesa de conversaciones. "No hubo falta de diseño", dicen.
Asimismo, recalcan que la decisión de acelerar el debate sobre dicha iniciativa no vino de parte del Gobierno, sino desde el Congreso. "Queremos hablar de otras cosas, pero cuesta", afirman, junto con recalcar en que confían en que a medida que avancen los proyectos del compromiso transversal el Presidente podrá ir abordando otros temas.