"La banda más peligrosa del robo a salida de bancos en Santiago": Así calificaron desde la Fiscalía Metropolitana Occidente y la PDI a la organización criminal
"Los Fantasmas".El grupo fue desbaratado en 2019.
16 detenidos cayeron que eran miembros. Se les imputó millonarios delitos cometidos en las afueras de la mayoría de los bancos de la Región Metropolitana.
La organización era tal que había tres sub bandas dentro de "Los Fantasmas". En primer lugar, la banda del "Chicle", que se dedica a marcar víctimas. También está la banda del "Wlady", especializada en el descuido. Por último, la banda del "Tatan" se dedica a asaltar con violencia, aprovechando las vulnerabilidades de las sucursales bancarias.
Incluso, un carabinero que estaba operativo en esa fecha fue dado de baja, ya que se descubrió su participación en la banda.
El patrimonio avaluado en total a la banda fue de $1.200 millones.Dos detenidos
Casi cuatro años después, en España cayeron dos miembros de "Los Fantasmas". Específicamente en el sector de Algeciras, en Cádiz.
Tienen 34 y 56 años. Llevaron su "rubro" hasta Europa, donde los capturaron por ser los presuntos autores de un delito continuado de hurto, delito de falsedad documental, usurpación de identidad y estafa bancaria.
En un comunicado, la Policía explicó que, hasta el momento, se imputan a esta organización criminal más 30 delitos de hurto, robo con fuerza, falsedad documental y pertenencia a organización criminal, cometidos por distintas localidades de España, como son Algeciras, Alicante, A Coruña, Velez-Málaga, Málaga, Torremolinos, San Fernando, Marbella, Almería y Sevilla.
Medios hispanos reportan que los miembros de la organización criminal se desplazaban por la geografía nacional en vehículos de alquiler organizándose en grupos de tres y repartiéndose por zonas comerciales, inmediaciones de entidades bancarias o áreas turísticas para seleccionar sus objetivos. En las inmediaciones de entidades bancarias, así como en las zonas comerciales, seleccionaban a las personas que podrían tener objetos de valor o elevadas sumas de efectivo.
Mediante la técnica del pinchazo (pinchando la rueda del coche de la víctima), hacían que las víctimas se apearan de sus coches, momento que utilizaban para sustraer la cartera, tarjetas bancarias y demás enseres personales de valor. También empleaban distracciones como llamar la atención de sus víctimas haciéndoles pensar que se les había caído dinero. También sustraían objetos de vehículos aparcados haciendo uso de un rompelunas.
En cuanto a los robos en establecimientos, los ahora detenidos se desplazaban a zonas concurridas y centros comerciales donde robaban, preferentemente, artículos de telefonía móvil y en ópticas.
Asimismo, con las tarjetas bancarias que habían robado, buscaban adquirir bienes de gran valor en joyerías, ópticas o tiendas de telefonía manifestando que la tarjeta era de un familiar.