Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana.
El Mercurio/Archivo
"No van a votar desde la ducha", dijo la
ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, al abordar el triunfo de Republicanos en la elección para el Consejo Constitucional y su futuro despliegue. Es más: les reconoce una articulación densa y una ideología profunda, que, le guste o no, dice, no se compara con organizaciones que emergieron desde la coyuntura, como la extinta Lista del Pueblo.
En entrevista con
La Segunda, Orellana comentó que la forma en que lee el avance de la tienda de José Antonio Kast tiene que ver con una pregunta fundamental: "si asistimos a un electorado que
se corrió hacia la visión de país de Republicanos, o si el domingo tuvimos una nueva etapa del voto antiélite. Puede ser un poco de todas, pero la respuesta determina la estrategia que debemos, sin duda, reformular quienes somos de izquierda".
La ministra también proyectó el comportamiento de la tienda de extrema derecha en el Consejo y descartó que ésta se pueda asociar al fenómeno PDG, que si bien en esta elección fue uno de los grandes derrotados, se habían fiado del empuje que les dio la primera vuelta presidencial.
"El Partido de la Gente no tiene una matriz ideológica doctrinaria como la de los republicanos. Las elecciones también dan cuenta de que las frases rápidas, fáciles o cortoplacistas no siempre dan resultados de largo aliento en la política, y eso lo que les ocurrió", dijo Orellana respecto a la tienda de Franco Parisi.
Por el contraste, recalca que "quien crea que el Partido Republicano va a actuar como la Lista del Pueblo, se equivoca. El Partido Republicano es un partido de cuadros, profundamente ideológico, con una visión país que podrá gustarme o no, pero es muy densa. Una visión que hoy tiene financiamiento empresarial y que cuenta además con una red internacional de lazos, como el ex Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro".
En esa línea, destacó también que desde el domingo "su discurso es sumamente medido, y eso es precisamente porque no son ni representan una organización que se armó en el camino por una elección, son un proyecto que lleva años en crecimiento. No van a votar desde la ducha".
Consultada por el proceso constitucional y por si pensó en algún momento si una de las opciones era mantener la actual Carta Magna -tal como lo han señalado varios consejeros republicanos electos-, Orellana sostuvo que "no hay que precipitarse y debemos analizar dos cosas relevantes. Primero, que la nueva Constitución sea hecha en democracia. Eso tiene un valor en sí mismo. Y segundo, si es una Constitución asfixiante, que clausura como la del '80, o una que airea la crisis de legitimidad que vivimos. Ninguna será muy popular, pero son los dos parámetros principales".
Lo peor de la "derrota", confesó, es la "desesperanza de las personas mayores que lucharon contra la dictadura y tenían la ilusión de terminar de envejecer sin su legado constitucional. Me sacudió mucho la muerte de Patricio Bañados en ese sentido. Y el aumento de nulos me preocupa mucho, tanto como el crecimiento de Republicanos", subrayó.
