El 4,5% de las personas que viven en campamentos no asistió nunca a un establecimiento educacional.
Emol
La gran mayoría de las personas que vive en campamentos tiene alguna ocupación, pero las condiciones laborales no suelen ser las adecuadas y, en más de la mitad de los casos, los ingresos que reciben son inferiores al salario mínimo.
Ésta es una de las conclusiones del "Mapa del Derecho a la Ciudad", una medición realizada por TECHO-Chile, que tiene el propósito de mostrar la realidad de los campamentos en el país e identificar las necesidades más urgentes de las familias.
El análisis consideró 5 mil hogares de 103 comunidades ubicadas en diez regiones del país, que corresponden a asentamientos que cuentan con intervención de la fundación.
El 44,7%de las familias quiere dotar el campamento de servicios básicos y regularizar el terreno donde viven
Los resultados arrojaron que el 84,89% de los habitantes de campamentos tiene una ocupación. Sin embargo, solo un 48,5% tiene un contrato formal de trabajo, mientras que un 49,9% no lo tiene.
En cuanto a los ingresos de las familias, el 42,2% de los hogares percibe ingresos laborales menores a $400.000 mensuales, pese a que el 79,4% gasta entre $100.000 y $400.000 solo en alimentación.
El estudio también reveló que casi la mitad de las personas que vive en campamentos (el 42%) no pudo terminar sus estudios escolares: El 21% posee educación básica incompleta, el 16% tiene educación media incompleta y el 4,5% no asistió a un establecimiento educacional. En tanto, el 5,4% declaró tener educación superior incompleta.
En cuanto al tema habitacional propiamente tal, el 44,7% de las familias quiere dotar el campamento de servicios básicos y regularizar el terreno donde viven.
De hecho, el 21,6% de quienes viven en campamentos no cuentan con agua potable; el 64,3% accede a la energía eléctrica a través de la red pública sin medidor; el 7,3% no tiene sistema de eliminación de excretas; y el 18,7% de las familias declara que la ambulancia no llega a donde viven.
El sacerdote Héctor Guarda, capellán de TECHO-Chile, comenta que "es necesario que el Estado diversifique las soluciones habitacionales, porque no ha tenido la capacidad de resolver la problemática de familias que viven excluidas habitacionalmente" y que "es importante que no se criminalice a quienes los habitan y no olvidemos que las familias han sido expulsadas a vivir en estos asentamientos, al no existir respuestas habitacionales adecuadas".
En tanto, la directora Social, Isidora Lazcano, explicó que la fundación no solo se aboca a la construcción de viviendas, sino también "al estudio y diagnóstico de la situación en la que habitan las familias que viven en campamentos y la realidad es abrumante". "Lamentablemente, queda claro que el campamento es un síntoma y la exclusión habitacional es la enfermedad", afirma.