La pandemia de covid-19 puso en estrés máximo a toda la red sanitaria del país, tanto pública como privada, el sistema de salud todavía cursa una de las crisis más importantes del último siglo. Y el panorama se complejiza aún más en medio de la creciente incertidumbre que advierten las isapres y sus afiliados tras conocerse la propuesta de ley corta del Gobierno para la inminente implementación de la Corte Suprema. El ya golpeado estado financiero de las aseguradoras se ha visto empeorado por el aumento del uso de prestaciones, el alza en la emisión de licencias médicas y las judicializaciones por los precios de los planes. Todo lo anterior amenaza con detonar una caída en cadena de las empresas lo que, por consecuencia afectaría también a los prestadores privados y a toda la red pública, remarcan en la industria. En este contexto, muchas personas han migrado de sistema. Según cifras de Fonasa, entre enero de 2021 y enero de 2023, 454.242 personas migraron desde una aseguradora privada al fondo estatal, de las cuales 52% corresponden a hombres y el 48% a mujeres. Otro dato, la migración desde las isapres aún se ha dado principalmente en el grupo de cotizantes más jóvenes. De hecho, un 46% de las más de 454 mil personas que han llegado a Fonasa desde 2021 son jóvenes de entre 20 y 34 años, seguidos por el grupo de 35 a 49 (21%) y los menores de 0 a 19 años (18%).