El Primer Tribunal Ambiental admitió a trámite la demanda por daño al medioambiente ingresada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) en contra de la Compañía Minera Ojos del Salado y Lundin Mining por el desplome de material que se produjo en la Mina Alcaparrosa, ubicada a 900 metros al norte de la zona urbana, lo que provocó un socavón de 36 metros de diámetro en la comuna de Tierra Amarilla en agosto de 2022.
Además, ofició a diversos servicios públicos para que en un plazo de tres días entreguen información que se estima necesaria para evaluar la pertinencia de medida cautelar solicitada por el CDE.
En la solicitud del Consejo se pide que se decrete la suspensión temporal y provisional de las faenas mineras del proyecto mientras dure el juicio y que sólo se permita la ejecución de otras medidas cautelares que ha ordenado la Superintendencia del Medio Ambiente y otros órganos con competencia ambiental.
La acción judicial radica en lo que eventualmente sería el daño producido en la base del acuífero del río Copiapó por la extracción de mineral, que a juicio del CDE sería una sobreexplotación de la faena minera Alcaparrosa al sobrepasar las tasas de extracción autorizadas ambientalmente lo que produjo la pérdida de la capacidad del acuífero del Río Copiapó y la disponibilidad hídrica.
"Las acciones de la Minera Ojos del Salado se ejecutaron a sabiendas de que se trataba de faenas no evaluadas ambientalmente ubicadas en un sector sensible hidrogeológicamente, siendo causa directa del colapso de la base del acuífero y la modificación de la estructura hidrogeológica del mismo", sostuvo el Consejo de Defensa del Estado en su demanda.
La Compañía Minera Ojos del Salado es filial de Lundin Minig titular legal de Minera Alcaparrosa, la que junto a las minas Candelaria Norte y Santos forman parte del Distrito Minero Candelaria.