SANTIAGO.- El próximo 6 de junio vence el plazo para que la Comisión Experta finalice el anteproyecto, el cual deberá entregar al Consejo Constitucional que asumirá al día siguiente. Pero su tarea no concluirá ahí, pues los 24 expertos se integrarán al trabajo de los 51 consejeros electos, bajo ciertas reglas.
El 7 de junio durante la sesión de instalación del Consejo, la mesa de la Comisión Experta, encabezada por su presidenta Verónica Undurraga y el vicepresidente, Sebastián Soto, le hará entrega del texto, oportunidad en que expondrán sus lineamientos generales y la forma en que se ha dado cumplimiento a las 12 bases institucionales.
De ahí en adelante, los comisionados podrán sumarse al trabajo del nuevo órgano con "derecho a voz" en todas las instancias de discusión, es decir, podrán asistir a las sesiones del pleno y de sus comisiones, haciendo uso de la palabra. Pero sin derecho a voto.
Una vez evacuada la propuesta de nueva Constitución por parte del Consejo Constitucional, la Comisión Experta entregará un informe donde formulará observaciones para mejorar el texto, ya sea consistentes en agregar, modificar o suprimir artículos o sus partes.
La relación entre ambos actores será clave, en el caso de los expertos no sólo para defender el anteproyecto ante el Consejo, sino que también para intentar influir en aquellos contenidos que no lograron entrar y que pudiesen reponer los consejeros. Los consejeros, en cambio, podrían encontrar apoyo en la experiencia de los comisionados, sobre todo en los que son de su mismo sector político.
La visión de los expertos
De cara a la próxima etapa, las expectativas de los comisionados son diversas e incluso algunos se muestran cautos respecto a cómo deberán ejercer su nuevo rol.
El comisionado Jaime Arancibia (cupo RN), aseguró que tiene "todo el interés de participar en el proceso ejerciendo mi derecho a voz, acompañando a los consejeros, resolviendo dudas y defendiendo parte de los acuerdos. Estoy abierto a colaborar con todos los consejeros, no solamente con los que puedan estar identificados con un sector político u otro, porque lo importante es que nosotros somos servidores del proceso con nuestro conocimiento para todo aquel que lo requiera".
Sin embargo, Arancibia consideró que "tenemos que ejercer nuestro rol con prudencia, porque los verdaderamente legitimados por parte de la ciudadanía para escribir la Constitución es el Consejo y nosotros somos más bien auxiliares de este proceso. Eso significa que no hay que ser tan invasivos, ni estar tratando de frenar el desarrollo para que fluya bien el proceso en el Consejo".
Según el comisionado, lo anterior se va a traducir en asistir a las sesiones del pleno y a las subcomisiones, así como a las reuniones que se puedan coordinar con los distintos consejeros para resolver dudas. Personalmente, acotó que buscará participar también en subcomisiones distintas a la que integró y en las que por la "premura de los tiempos" no pudo participar. A su vez, señaló que "hay una serie de propuestas de mejora del texto que a mí me gustaría sugerir, entre ellas está llenar ese vacío en salud", respecto a la libertad de elección.
La comisionada Paz Anastasiadis (DC) detalló que desde el 7 de junio, "dejamos nuestro rol en cuanto a votar nomas y solamente comenzamos a tener derecho a voz. Esto implica que en cada una de las sesiones estamos con el derecho a manifestar no solamente expresiones respecto al contenido del texto aprobado, sino que también observaciones u otras que pudiesen ser en relación al debate mismo".
"Hoy los 24 comisionados estamos fortaleciendo las normas que nos agrupan y que nos convocan a distintos sectores y esto implica que defenderemos en consecuencia éstas normas y por supuesto, generando las interpretaciones o las clarificaciones, en relación a aquellas consultas que se nos puedan realizar. Creo que el rol nuestro es en cuanto a la defensa del anteproyecto y, por supuesto, disponibles a todo en cuanto pueda complementar y fortalecer aquellas normas", enfatizó Anastasiadis.
El comisionado Hernán Larraín (UDI), en tanto, apuntó a que "hay que redefinir el rol que hemos tenido, en este caso ha sido muy protagónico por razones obvias, pero habiendo un Consejo elegido cambia. Creo yo que nos convertiremos en asesores, en personas que apoyan el trabajo de los consejeros".
Con ello, Larraín explicó que el cómo esto va a funcionar, aún "es una noticia en desarrollo". En su caso, precisó, que ha conversado con algunos consejeros "para ir integrando y armando equipos de trabajo para poder desarrollar sus tareas. No sé con qué intensidad va a funcionar, no sé cómo vamos a producir este trabajo, pero mi voluntad es seguir trabajando hasta el final, acompañando el proceso, participando en las distintas instancias. Pero entendiendo que el rol es distinto, es un rol más de segunda fila que de primera".
"Yo me imagino que lo que va a hacer el Consejo es revisar todo nuestro proyecto, las omisiones que cada sector piensa existen, las cosas que quieren cambiar e imagino que se va a oír a mucha gente (...) van poder revisar todo, con una ventaja que es que los expertos o quienes vengan a intervenir, van a tener un texto al cual referirse y no hablar en general y en abstracto. Yo creo que va a haber un proceso de repensar el proyecto, a partir del texto que nosotros vamos a elaborar para que ellos puedan trazar su propia hoja de ruta", manifestó Larraín.
Consultado por si habrán acercamientos con los consejeros de republicanos y no sólo con los de Chile Vamos, el comisionado UDI aludió a que "ese es un tema más político que debe ser resuelto por los propios consejeros y también por los partidos a los que pertenecen. Yo por lo menos espero trabajar con todo Chile Vamos y con quienes sea, porque mi interés en el rol que he asumido de experto y no de dirigente político, es de poder apoyar a que el proceso resulte bien".
Por su parte, al comisionada Magaly Fuenzalida (cupo FRVS) coincidió en que "podemos participar de las subcomisiones en que fuimos partícipes para ir a explicar la parte que nos tocó a nosotros trabajar y por qué llegamos a ciertos acuerdos y en el fondo para defender principalmente las enmiendas de unidad de propósito. Sin perjuicio de ello, vamos a poder participar de las otras subcomisiones donde hayan temas que nos interesen, pero también donde hayan enmiendas con nuestra firma. Además de que vamos a poder participar de los plenos".
Respecto a la defensa de los consensos, Fuenzalida cree que "el espíritu que se dio de trabajo mancomunado, de tener un proyecto que va desde republicanos al PC, es algo que creo debería considerarse en el Consejo para llegar a 'esta casa de todos', donde nos veamos todos reflejados. Si se aísla un sector, no se entendieron los errores que se cometieron en el proceso anterior y no vamos a llegar a ninguna parte".
"Yo creo que tenemos en la primera etapa que traspasarles (a los consejeros) la experiencia de estos tres meses de discusión, explicarles cuáles han sido los nudos más críticos, cuáles han sido los principales debates y a partir de eso ellos tienen que tomar sus decisiones en forma autónoma. Finalmente, nosotros tenemos derecho a voz, pero no a voto, por lo cual hay que respetar la soberana decisión de ellos", sostuvo la comisionada Bettina Horst (cupo UDI)
En la misma línea, la comisionada Antonia Rivas (cupo Apruebo Dignidad) expresó que "el rol de los expertos va a tener que ver con explicar y hacer pedagogía sobre el acuerdo que hemos alcanzado en el proyecto del borrador que vamos a entregar, participar en las subcomisiones y en los pleno. Pero sobre todo un rol de pedagogía, de explicación y de acompañar a los consejeros electos del sector que representamos".
Y agregó que "creo que vamos a tener que hacer un trabajo importante de identificar este proyecto, ver lo que se puede mejorar, lo que se puede incorporar. Pero creo que evidentemente con mucho respeto de quiénes son las personas electas por la ciudadanía".