La gratuidad universitaria comenzó a ser implementada en 2016, en un período marcado por una fuerte discusión sobre sus alcances. Y aunque perdió protagonismo durante la pandemia, esta política pública continúa su avance y hoy abarca a casi cuatro de cada diez estudiantes (460.683 de 1.205.976) de la educación superior. Un análisis del centro de estudios Acción Educar muestra su variación con los años y revela que el crecimiento se ha ralentizado en medio de una baja adscripción de ciertos tipos de planteles, principalmente los institutos profesionales y las universidades privadas no pertenecientes al Consejo de Rectores y Rectoras (CRUCh). El estudio concluye que lo anterior se debería a "problemas financieros, regulaciones o restricciones no relacionadas con el financiamiento", entre otros factores.