"El panorama de Chile es más ordenado", comenzó señalando el Presidente Gabriel Boric en la segunda Cuenta Pública de su mandato, el discurso en el cual –según el propio oficialismo- comenzaría a dibujar su legado cuando aún no cumple la mitad de su mandato. Un legado para lo cual la reforma tributaria aparece como una herramienta fundamental: en al menos 10 ocasiones el Jefe de Estado apeló a la necesidad de contar con más recursos para cumplir promesas o ejecutar su programa.
Justamente, anunció que en julio insistirá en el proyecto tributario en el Senado, tras ser rechazado en la Cámara en marzo. Lo dijo a la mitad de su discurso, cuando iba por el minuto 90 en una intervención que terminó durando 216, un récord desde el regreso de la democracia, superando a Patricio Aylwin en 1993.
"Todos quienes estamos en esta sala estaremos de acuerdo con que el panorama de Chile es más ordenado que cuando tomamos el gobierno. La escalada inflacionaria está frenada, las fronteras están más controladas, las divergencias constitucionales comienzan a encauzarse", señaló al inicio Boric, para terminar su discurso diciendo que "al finalizar mi mandato Chile será un mejor país".
En efecto, y en línea con la necesidad de avanzar en la reforma tributaria, entregó importante señales respecto a los acuerdos sobre pensiones, recalcando que el Gobierno "está disponible" para ello, incluyendo también a la ley corta de isapre. "Mi Gobierno está abierto a acordar soluciones y alternativas que permitan cumplir y respetar el fallo de la Corte Suprema de manera responsable", dijo.
Escenario previo
A Gabriel Boric lo esperaba un Congreso tensionado por varias polémicas, algunas paridas en el rol fiscalizador de la oposición, y otras que no pocos podrían considerar como "autogoles". A saber: posible interpelación al ministro de Educación Marco Antonio Ávila, el fallido plan piloto del gas de ENAP y la compleja o poco clara salida del exsubsecretario de Previsión Social, hombre clave en la negociación de la reforma de pensiones, Christian Larraín. ¿Una buena? La repuesta que Boric brindó a Lula por su interpretación positiva sobre el régimen de Maduro en Venezuela, talante de estadista que fue alabado también por parlamentarios de centroderecha.
"No tengo complejos en declarar aquí ante ustedes que, al ver la situación de discordia en que estaban nuestras relaciones sociales, nuestra seguridad y nuestro aparato estatal, hemos reordenado nuestras prioridades y lo seguiremos haciendo. Las urgencias del pueblo son también las urgencias del gobierno".
Presidente Boric
Haciéndose cargo de ese escenario, Boric apeló a las autoridades presentes: "Les pido que comprendan que nuestro país pasa por un momento en que necesitamos más lucidez, no más rabia; más inteligencia, no más encono; más colaboración y menos confrontación".
El año pasado el Presidente brindó su Cuenta Pública tras una corta luna de miel y arrastrando los problemas propios de la instalación, azuzados por los errores de la ministra del Interior, Izkia Siches. En aquella ocasión entregó los ejes de su mandato y recalcó la "gran tarea" de consolidar cambios en "paz y estabilidad". Esta última idea, sumado a un tono cercano al "del Boric de la segunda vuelta" y a cierto semblante de estadista, le otorgó un importante balón de oxígeno que le permitió tener un revival de lo que en el verano de 2022 se denominó cómo la "Boricmanía".
Los datos están a la vista: Boric llegó a ese 1 de junio con 36% de apoyo según Cadem y a la medición siguiente subió a 44%. No duró mucho. Luego se sucedieron los impasses diplomáticos, vino la campaña del Plebiscito, el amplio triunfo del Rechazo, el cambio de gabinete y un piso de aprobación de 25% en enero tras los indultos. ¿Con qué respaldo llega ahora? En torno a un casi imperturbable 30%, que hace semanas no se agita mucho ni para arriba ni para abajo. ¿Moverá la ajuga lo de hoy?
Avances
El tono del Presidente, aplomado en gran parte del discurso, fue diluyéndose levemente a medida que avanzaban los minutos y recurría a la improvisación en algunos pasajes y las palabras ya no fluían de la misma manera. Los 216 minutos no pasaron en vano.
Partió abordando la derrota de su sector en el Plebiscito ensayando un mea culpa ante la actitud que tomó la Convención de mayoría de izquierda. "Visto en retrospectiva, debimos haber sido más firmes ante las señales de alerta, promovido y exigido mayor diálogo y consenso transversal tanto dentro de la Convención, como respecto de ella con la sociedad", aseguró.
"Seguimos convencidos de la necesidad de avanzar hacia un país que ofrezca más libertades (…) que defiende las diversidades y enfrenta con firmeza la homofobia, que no relativiza los crímenes del pasado"
Presidente Boric
En su discurso, y quizás en una manera de subrayar los avances, Boric encadenó logros con frases como "algunos quizás pueda parecerles insuficiente" o "algunos miran el vaso medio vacío". Lo concreto es que la primera mitad de la Cuenta Pública se encargó de recalcar la gestión legislativa, sacando lustre al sueldo mínimo de 500 mil, el royalty, copago cero o la ley TEA.
Al igual que el año pasado, el Presidente estructuró su discurso sobre ejes. "Nuestra hoja de ruta considera tres ejes en torno a los cuales se concentrará la agenda y la acción del gobierno en la próxima etapa: derechos sociales; seguridad pública y el desarrollo sostenible", dijo.
Pero, quizás asumiendo el nuevo escenario político que emergió tras el Plebiscito y la elección del Consejo Constitucional, comentó: "No tengo complejos en declarar aquí ante ustedes que, al ver la situación de discordia en que estaban nuestras relaciones sociales, nuestra seguridad y nuestro aparato estatal, hemos reordenado nuestras prioridades y lo seguiremos haciendo. Las urgencias del pueblo son también las urgencias del gobierno".
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Entre los anuncios destacados, en Salud se mencionan la idea de reducir en un 40% los tiempos de espera, es decir pasar de los 330 a los 200 días para esperar una cirugía. "Esta meta es tremendamente ambiciosa pero se que lo lograremos fortaleciendo nuestra red pública y su productividad, y también mediante nuevas e innovadoras formas de colaboración con el sector privado", dijo.
En materia laboral, el Presidente anunció algunas medidas, como flexibilizar de manera transitoria los requisitos de acceso al Seguro de Cesantía. También, sostuvo que "avanzaremos en dos cuerpos legales para cerrar las brechas salariales entre hombre y mujeres", a través del proyecto de ley de equidad salarial.
Asimismo, dijo que se buscará -sujeto a la reforma tributaria- concretar el derecho universal al servicio de sala cuna, "eliminando la discriminación de género que hoy afecta a las mujeres".
También anunció la eliminación tarifa invierno vía administrativa, $50 mil millones para incentivar contrataciones, el fortalecimiento del Bono Invierno y garantías estatales para repactar deudas bancarias.
Respecto a la migración irregular, anunció que en 11 días más comenzará un proceso de empadronamiento biométrico de personas en esta situación. "Esto permitirá conocer las identidades y antecedentes penales de quienes ya ingresaron al país".
En transportes, anunció tres nuevos servicios de trenes entre El Maule y Los Lagos que conectarán las localidades del interior con sus capitales regionales.
Gestos
Pese a los ajustes que mencionó el Presidente, subrayó que no cambiaba sus principios. "Seguimos convencidos de la necesidad de avanzar hacia un país que ofrezca más libertades (…) que defiende las diversidades y enfrenta con firmeza la homofobia, que no relativiza los crímenes del pasado".
Esta última frase aludía a dos contingencias: el duro debate en la Cámara sobre educación y el ministro Ávila el día de ayer y los dichos del consejero Luis Silva sobre Augusto Pinochet. Al final de su discurso ahondó en el tema de los 50 años del Golpe, generando un largo aplauso en los presentes.
El Presidente reconoció en su discurso a la defensora de la niñez, Patricia Muñoz, que hoy deja su cargo; y al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, que está de aniversario. De hecho, además de mencionar a la actuar secretaria de Estado, Antonia Orellana, también saludó a ex ministras como Claudia Pascal, Carolina Schmidt y Isabel Pla.
En dos oportunidades, cuando se refirió a Carabineros, le habló directamente al general Ricardo Yáñez. Citó al Presidente Arturo Alessandri Palma y mencionó a Gabriela Mistral.
Finalizó el Presidente aludiendo a la Patria, que "nos pertenece a todos y todas". "Ningún grupo puede pretender apropiarse de ella. La patria son nuestros símbolos y es nuestro pueblo. La patria es cuidar y proteger nuestros recursos naturales".