Aun molesto se encontraría el Presidente de la República, Gabriel Boric, por la grabación y filtración a la prensa que hizo el diputado de Renovación Nacional, Miguel Mellado.
Pese a que el legislador indicó que compartió el registro del Mandatario a medios de comunicación en una acción "de buena fe" y dijo estar disponible a conversar con el Jefe de Estado "si así lo estima conveniente", fuentes del Palacio aseguran que el Mandatario no tiene intenciones de reunirse por el momento con el legislador.
En el oficialismo también hay sorpresa por la versión de Mellado respecto a que no estuvo presente cuando se instruyó no grabar las declaraciones del Mandatario.
Por el contario, aseguran que si se le advirtió que no podía tomar registro.
Según sostienen en la sede de Gobierno, la decisión de requisar celulares previo a los encuentros con el Presidente está zanjada, como parte del protocolo que anunció este miércoles el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde.
En lo relativo a la cara judicial, en Palacio relevan que es la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien ingreso la denuncia a Fiscalía y es por tanto quien lleva el liderazgo en esa materia.
Cordero: "No es simplemente que se quiebren las confianzas"
Quien abordó el tema esta mañana fue el ministro de Justicia, Luis Cordero, indicando que "
la declaración del diputado Mellado el día de ayer es un antecedente adicional, pero yo creo que lo relevante para estos efectos es la investigación que está llevando a cabo el Ministerio Público".
"El Ejecutivo ya presentó la denuncia, el diputado ha dicho lo que ha dicho, pero en este momento, la investigación está en manos de los fiscales", agregó.
Sobre la acción del legislador, el secretario de Estado destacó que "hay un valor bien relevante en el sistema democrático y en el funcionamiento de la administración pública, y en la política también, que es lo que técnicamente se denomina el privilegio deliberativo".
"El privilegio deliberativo significa en algún sentido, que las conversaciones que se suscitan en espacios donde hay procesos de decisión, se mantienen en reserva hasta que esas decisiones se adoptan", explicó.
Y afirmó que "hay ciertos criterios que se deben respetar y que en este caso, no es simplemente que se quiebren las confianzas, porque pareciera que fuera esto algo estrictamente de obligaciones interpersonales. Esto tiene que ver en la manera en cómo funciona el Estado, en cómo hay ciertos resguardos que para el interés público se deben garantizar".
Elizalde:"Esperamos que esto nunca más vuelva a repetirse"
Más temprano, el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, señaló en radio Duna que "vamos a establecer un protocolo para las próximas reuniones, para evitar que este hecho se repita, como se aplica en otros países del mundo y como se está aplicando, por ejemplo, en la Comisión de Seguridad del Senado. Las reuniones se realizan sin celulares ni artefactos electrónicos que puedan servir para grabar".
Pese a que el ministro señaló que "el óptimo sería que la gente finalmente cumpliera con la ley. Y no solo con la ley, con normas básicas de respeto y buena conducta", consideró que "parece que va a ser necesario, dado esta experiencia, que se establezca un protocolo mucho más estricto para el futuro".
Con todo, el secretario de Estado manifestó que "esperamos que esto nunca más vuelva a repetirse. Grabar conversaciones privadas es un delito en nuestro ordenamiento jurídico, conducta que debe ser condenada, cualquiera sea el contexto".