Tres semanas han transcurrido desde que el Presidente Gabriel Boric anunció en la Cuenta Pública que el Ejecutivo recurrirá a la insistencia en el Senado para sacar adelante la reforma tributaria. Con ello el Mandatario remitió al ministro de Hacienda, Mario Marcel, el desafío de relanzar un ciclo de diálogos con empresarios, trabajadores, Pymes y partidos políticos, para efectos de consensuar un nuevo "pacto fiscal".
Pero el trabajo que ha liderado Marcel parece estar lejos de derivar a un acuerdo y por el contrario, las últimas declaraciones del ministro han agudizado el distanciamiento de la derecha y del circuito empresarial con el Gobierno.
Cabe destacar que el jefe de la billetera fiscal denunció que la administración de Sebastián Piñera legisló la Pensión Garantizada Universal (PGU) sin financiamiento de largo plazo y junto a ello, advirtió la posibilidad de gestar un nuevo estallido social en caso de que no se arribara al pacto tributario. Ambas cuestiones que calaron hondo en las huestes de la derecha.
"Si creemos que después del estallido social el país puede seguir adelante
sin cambios en materia de gastos, sin mayor esfuerzo tributario, y para algunos, sin una nueva Constitución,
creo que es una receta para que volvamos a repetir esa experiencia", afirmó Marcel.
Lejos de marcar la pauta sobre el debate tributario, las palabras del ministro removieron las aguas en la oposición. De ahí que este lunes Evópoli declinó su participación en la reunión que había pactada entre la colectividad y el secretario de Estado para abordar el pacto tributario.
Con todo, el último revés fue el de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) con quienes no solo se había reunido días antes el jefe de la billetera fiscal, sino también el Presidente Gabriel Boric.
Desde el gremio emanaron un comunicado con el que zanjaron que "recaudar por la vía de alzas tributarias o nuevos impuestos no es el camino adecuado", lo que llevó a Marcel a replicar en seguida que "es imposible pensar en estímulos para la inversión sin que se toque la tecla tributaria".
Por lo demás, el titular de Hacienda volvió tocar el tema del movimiento social. "Es evidente que hubo un cambio de posición y de actitud respecto del pacto fiscal", indicó sobre la CPC, "porque hasta hace no mucho tiempo tenían una actitud mucho más abierta a los temas tributarios (...) Por ejemplo, en la época del estallido social, donde muchos empresarios dijeron que había que hacer un esfuerzo para aportar más recursos al fisco para financiar programas sociales".
La reiterada apelación al "18-O" por parte del ministro ya llama la atención de buena parte del Congreso Nacional y llevan a considerar que Marcel ha adoptado un tono desafiante, que no solo altera las condiciones para zanjar el pacto tributario, sino que va en desmedro de la impronta técnica que caracteriza al expresidente del Banco Central.
Al respecto, el jefe de bancada de diputados DC, Eric Aedo, señaló a Emol que "uno echa de menos el tono ponderado, moderado y en búsqueda de acuerdos que tenía el ministro Marcel y que lo caracterizaba y que se suponía que era un elemento de contención del afán refundacional del Gobierno".
"Este tono de profeta, de estallidos sociales si no se aprueban los proyectos que el Gobierno quiere, me parece que es una mala medida. Yo espero que el ministro Marcel reconsidere lo que está planteando", añadió.
Sobre el contenido de la reforma, Aedo se mostró de acuerdo con la derecha al apuntar que "es el momento de buscar ampliar la inversión, de generar condiciones para que los privados inviertan y generen empleo y nuevos trabajos en el país".
"La reforma o el pacto fiscal que el ministro Marcel pretende, debe ir acompañado de una propuesta de crecimiento de desarrollo económico. Si eso no lo hace, la verdad es que las condiciones para aprobar una reforma fiscal son prácticamente nulas. No va a tener apoyo ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados", aseguró.
En tanto, el jefe de bancada de diputados RN, Frank Sauerbaum, aseveró que "esta semana ha sido negra para el Gobierno, el tono del ministro Marcel ha sido lamentable porque incluso nos ha amenazado con un nuevo estallido social si no hay reforma tributaria. Hemos llegado a eso".
"Nosotros siempre tuvimos fe de que el ministro Marcel iba a poner cordura y seriedad al ministerio, pero nos hemos ido decepcionando lentamente. Ahora, yo veo muy poco margen para poder hacer esta reforma tributaria, fundamentalmente porque ningún partido de la centroderecha está en disposición de elevar impuestos".
"Si el Gobierno hace una reforma quizás que baje impuestos, dé beneficios tributarios a las pequeñas empresas, a la clase media, a los pensionados, elimina contribuciones u otros beneficios, quizás lo podemos conversar, pero el Gobierno está empeñado en poder subir la carga tributaria de los sectores medios y no de los grandes empresarios", criticó.
Como sea, desde Renovación Nacional no se han cerrado a dialogar con el Gobierno y en la interna, manifiestan que se reunirán con una serie de actores concurrentes al pacto fiscal previo al encuentro con Marcel. Del mismo modo, el líder de la CPC, Ricardo Mewes, descartó que el gremio haya dado un portazo a la negociación con el Ejecutivo. "Aquí la puerta está absolutamente abierta", afirmó, desestimando la tesis del ministro.
Ahora bien, otra cosa que quiso clarificar el titular de la multigremial es que "el país hoy necesita generar mayores puestos de trabajo, y eso se hace a través del crecimiento y de la inversión, y es lo que estamos planteando".