Un estudio realizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Los Andes respecto al transporte público, reveló, entre otros datos, que la baja frecuencia y la inseguridad son los principales problemas que afectan a los chilenos.
El estudio -que analizó una muestra de 1.221 personas desde Arica hasta Punta Arenas y consideró hombres y mujeres de entre 18 y 55 años y más, de los cinco Grupos Socioeconómicos-, expuso que la baja frecuencia con que pasa el transporte público es una de las principales causas que llevan al descontento con el servicio (37%), seguido por la inseguridad (35%) y la falta de limpieza (9%).
Por otro lado, la indagación demostró que el
62% de los encuestados está muy de acuerdo, y el 25% está de acuerdo con el enunciado "
una deficiente calidad del transporte público es un maltrato a la dignidad de los usuarios". Especialmente, esto afecta a las personas de 55 años hacia arriba, quienes se manifiestan en un 91% muy de acuerdo y de acuerdo con esta percepción.
Respecto a la apreciación de los paraderos, refugios o zonas donde se espera la locomoción colectiva, un 43% de los chilenos cree que son de calidad regular y un 22% los califica de mala calidad.
"Ir apretado en la micro o metro es percibido como poco digno. Mejorando este aspecto y aumentando la seguridad y los recorridos, se puede aumentar la percepción de dignidad en los usuarios", sostuvo al respecto Rodrigo Fernández, doctor en Transporte de la Universidad de Londres y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes.
En la misma línea, agregó que para mejorar el sistema, se debe aumentar la frecuencia del servicio, lo que requiere una mayor flota de buses y, además, complementarlo "con paraderos bien diseñados, que incluyan lugares de espera amplios, con asientos cómodos, información clara, iluminación y protección del clima, al igual que los que se pueden observar en los países europeos".
"Con respecto al metro y trenes de cercanía, para evitar el hacinamiento en los coches también se requiere mayor frecuencia; por ejemplo, aplicar en las Líneas 2 a 6 del Metro una frecuencia cada dos minutos y un tren de cercanía cada 15 minutos. Esto también requiere más trenes, el problema es que cada coche vale un millón de dólares. En el caso de los buses suburbanos que sirven a las ciudades dormitorio (Talagante, Colina, etc.), es necesario renovar la flota, regular su funcionamiento y definir su tarifa. En la actualidad estos servicios operan fuera del perímetro controlado por la Dirección de Transporte Metropolitano y de las direcciones de transporte regionales, lo cual produce problemas de seguridad y falta de servicios", puntualizó.
De la población total, un 48% de los estudiantes del país utiliza el transporte público, un 55% del Grupo Socioeconómico E. A medida que aumenta este último, disminuye proporcionalmente el uso del transporte público.
