Ex director de Junaeb, Cristóbal Acevedo.
Aton
El ex director de la Junaeb, Cristóbal Acevedo, envió este viernes una carta al diputado Héctor Ulloa (PPD), quien preside la comisión revisora de la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. En ella, fundamenta sus dichos de ayer, luego que en la instancia -a la que fue invitado- sostuviera que el organismo pagó $3.500 millones por 30 colaciones en 2022.
Más tarde, y ante el revuelo causado por los dichos de Acevedo, desde la Junaeb salieron a descartar que aquello fuese factible, puesto que "el precio máximo ofertado y adjudicado por un tercer servicio u once es de $7.289, un valor alto, adjudicado por el Gobierno anterior. La licitación realizada durante este periodo, obtuvo el mismo servicio, por un valor máximo de $1.093".
En esa línea, aclararon que "no hay ninguna empresa que entregue 30 raciones, dado que el mínimo de raciones por empresas es 1.508.000 al año".
No obstante, Acevedo hoy insistió en sus palabras, y en la carta enviada al diputado Ulloa entrega un detalle de sus dichos y de datos que respaldarían las graves acusaciones que presentó en su exposición que se extendió por cerca de 20 minutos.
Los hechos expuestos por Acevedo
En la carta, el ex director de la Junaeb sostiene que los antecedentes que expuso los recibió "por parte de funcionarios de la institución", y señala que "puede verificar su veracidad por medios de equipos técnicos y de forma personal accediendo a la información publicada en el portal de Transparencia de la Junaeb".
En esa línea Acevedo subraya que "
dada su gravedad, me pareció que no podía dejar de expresarlos en la instancia a la que fui invitado, en particular me referí a dos hechos que me parecen particularmente complejos".
"El primero de ellos, dice relación con una modificación de la asignación fija de raciones, por las que hoy Junaeb paga un 60% a todo evento (40% hasta agosto del año pasado), y que exceden con creces las raciones que Junaeb realmente necesita. Esto se agrava puesto que en noviembre del año 2022 la administración tuvo la oportunidad de ajustar las raciones fijas a lo que realmente necesita para la alimentación de los estudiantes", plantea Avecedo.
Y agrega: "pero, por el contrario, se le aumentó más aun la cantidad fija de raciones a dicha empresa, quedando una brecha aún mayor entre lo que realmente necesita la institución y lo que paga por raciones que en definitiva no se entregan". Esto, afirma, supone un costo fiscal de $9.180 millones por raciones fijas no solicitadas.
En cuanto al gasto de $3.500 millones por 30 raciones, en una tabla adjunta Acevedo expone el siguiente desglose: que las cantidades de raciones fijas 2022 (pago 40% a todo evento) fueron de 796.043; y que la cantidad de raciones efectivamente solicitadas ese año, fueron 30. En tanto, precisa que el pago realizado por la Junaeb por este servicio del año 2022 fue de $3.488.407.473.
Así, el precio promedio ponderado por ración de ese año da $7.506, y el precio efectivamente pagado por cada ración en 2022 fue de $116.280.249.
Acevedo afirma que lo antes señalado "se agudiza a partir del 2023, dado que al modificar los contrato Junaeb aumentó para esa misma empresa en un 220% la cantidad de raciones fija en dicho servicio de Onces. Es decir, le aumentó de 796.043 raciones fijas en 2022 a 1.737.942 en el 2023 en dicho servicio".
"Con esta modificación Junaeb va a pagar durante el 2023 cerca $8. 100 millones por el servicio de Onces" en Educación Básica por un número muy inferior de colaciones a las que efectivamente se entregan", agrega.
Por último, en la carta comenta que carece de las herramientas "para atribuir responsabilidades al ministro de Educación o a alguna autoridad en específico por estos hechos", y que su acción apunta a la idea de "evitar que la institución vuelva a ser capturada por intereses ajenos a sus objetivos, puesto que un adecuado uso de los recursos públicos es fundamental para el servicio de alimentación que se entrega a cerca de dos millones de estudiantes a lo largo de Chile".
