El panorama para Chile es complejo. Durante la última década la obesidad ha aumentado peligrosamente hasta transformarnos en el país de la OCDE con mayores tasas de sobrepeso y obesidad. La pandemia, por su parte, no hizo sino un flaco favor incrementando incluso la mala alimentación y disminuyendo los niveles de ejercicio en la población. Uno de los aspectos más preocupantes del aumento de la malnutrición por exceso es que cada vez afecta en mayor medida a los niños. De hecho, según cifras del Ministerio de Salud, obtenidas de los controles que se realizan a menores hasta los 6 años, el 14,11% se encuentran en un estado de obeso u obeso severo, una proporción que hace cinco años era de 11,6%. Al analizar la realidad a lo largo del país según servicio de salud, existen marcadas diferencias. Por ejemplo, en el Metropolitano Central, la tasa de obesidad en menores de 6 años es de 10,37%, por debajo del promedio. Algo similar sucede en Antofagasta (10,4%), Metropolitano Norte (10,7%) o Metropolitano Sur Oriente (11,3%). Por el contrario inquieta la situación en las zonas australes, donde se duplican las tasas. Chiloé presenta el 19,97% de los menores es obeso, similar en Arauco (19,12%) y Aysén (18,82%).