El exministro Raúl Figueroa se sumó a las reacciones tras el rechazo de la acusación constitucional contra el titular de Educación Marco Antonio Ávila y aseguró que "fue una torpeza" haber presentado el libelo.
Figueroa estuvo en la misma posición de Ávila en agosto del 2021 cuando ejercía como ministro de Educación en el Gobierno del expresidente Sebastián Piñera, y por cinco votos logró que se rechazara la admisibilidad.
Con este antecedente argumentó en EmolTV que la acusación constitucional "es una herramienta extrema que debe usarse en casos muy acotados donde es evidente que existe una vulneración a la Constitución o a la ley y no es un juicio político".
"Cuando se presentan acusaciones que no cumplen con esas exigencias, los temas de fondo y relevantes quedan en un segundo plano y se llena todo de una politiquería bastante básica y los que quedan atrás son los ciudadanos que esperan que las autoridades gobiernen", agregó.
El ex secretario de Estado afirmó que hay que dar vuelta la página rápidamente y abocarse a las necesidades de los chilenos. "Aprender que hoy el país exige es un Gobierno que tenga cierta claridad de lo que quiere hacer y una oposición que proponga, construya, que sea firme, cumpla su rol de oposición, pero con una mirada de construcción de futuro", señaló.
Sin embargo, respaldó que "el origen de la acusación es entendible frente a un Mineduc que lo ha hecho lamentablemente muy mal en su gestión".
Tras el resultado en el hemiciclo y la molestia de Chile Vamos – sobre todo porque hubo descuelgues dentro de la coalición – Figueroa dijo que "la reacción de quienes acusaron es entendible, lo que pasa es que si vas a presentar una acusación tienes que levantar un caso fuerte, coordinarlo adecuadamente y no tienes que dar espacios para expresiones que desvirtúan cualquier debate y que significaron la lápida al intento de la acusación constitucional".
Finalmente, señaló que "nosotros fuimos muy críticos de una oposición muy mezquina durante el Gobierno de Piñera y creo que no podemos caer en esa misma lógica, hay que salir rápidamente de ahí y eso no significa dejar de cumplir el rol opositor, lo que pasa es que hay que ser una oposición inteligente, firme y propositiva".
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