En el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, ingresaron diversas solicitudes a la Municipalidad de Santiago para cambiar el nombre a nueve calles, dos plazoletas y un puente.
La idea, según se ha precisado, es modificar el título de "lugares donde se cometieron graves violaciones a los derechos humanos o donde se padecieron o resistieron esas violaciones".
El proceso que se debe llevar a cabo para lograr aquello, de acuerdo a lo que ha mencionado el mismo municipio, tiene dos etapas. Primero, se debe presentar un informe en el Consejo Comunal de la Sociedad Civil (Cosoc) y debe ser votado y, luego, de ser aprobado, se debe presentar al Concejo Municipal que es la entidad que finalmente toma la decisión.
Es necesario mencionar, en términos generales, que el Cosoc es un órgano de participación ciudadana y está compuesto por representantes de las organizaciones sociales.
En el caso de Santiago, la iniciativa ya superó la primera etapa, pues el Cosoc aprobó el informe el pasado jueves 27 de julio con 10 votos a favor, 2 en contra y 7 abstenciones. Este miércoles pasa al Concejo Municipal para conocer cuál será su destino final.
Ahora bien, el anuncio provocó ruidos. Desde Chile Vamos y el Partido Republicano se cuestionó lo expuesto y se apuntó a la alcaldesa Irací Hassler (PC), afirmando que es "lamentable" y que se está pasando a llevar a la ciudadanía.
"Queremos mandar un mensaje a la alcaldesa de Santiago: cuando uno llega a un puesto de poder, llega para solucionar los problemas de las personas que viven en esa comunidad. No llega para borrar y reescribir la historia (...) La edil quiere hacer esto sin consultar a los vecinos y sin recordar su primer objetivo que es solucionar los problemas de la delincuencia", dijo el diputado Jorge Alessandri (UDI).
En la misma línea, Johannes Káiser (REP) sostuvo que "una vez más queda en evidencia que Santiago está siendo gobernado por una persona que piensa en sus propios intereses políticos y no en el interés mayor y bienestar de los vecinos".
Previo a ello, vecinos de la calle Namur -una de las que se pretende modificar- instalaron un lienzo con la siguiente frase: "Namur 100 años de historia. ¡No al cambio de nombre, nadie nos consultó!".
Además de Namur, las calles que se busca modificar son: Santa Mónica, Maule, Delfina, Aconcagua, General Bulnes, Huérfanos, Manuel de Amat, Rosas, plazoleta ubicada en Santo Domingo, plazoleta ubicada en calle Andes, Brasil y Mapocho, y el Puente Loreto.
En la comuna de Santiago, 10 personas componen el Concejo Municipal (tres del Partido Comunista, tres del Frente Amplio, dos independientes y dos de Renovación Nacional). Emol conversó con algunos de ellos para tener su visión frente al tema, pero, además, para conocer las expectativas hay, sobre todo, considerando los cuestionamientos que han surgido y que se está ad portas de la última votación.
Las versiones
La concejala Camila Davagnino Reyes (PC) señaló en primer lugar que "esta iniciativa de conmemoración es muy importante en el contexto de los 50 años del golpe de Estado en Chile", ya que "el renombrar lugares públicos de nuestra comuna, que son tristemente parte de nuestra historia reciente, nos permite aportar a la memoria, al reconocimiento de los hechos por distintas generaciones, y el velar porque estos no vuelvan a repetirse".
Luego, sostuvo que la crítica que ha hecho la oposición le parecen "desproporcionada e injusta", considerando que Santiago ha sido "un municipio que está a favor y ha impulsado con fuerza la participación comunitaria en sus procesos y toma de decisiones".
En cuando a la manifestación en Namur, Davagnino manifestó que "están en su derecho de manifestar su parecer respecto a un tema que los involucra, pero no solo a ellos sino a la sociedad completa, ya que estamos hablando de una conmemoración de nivel nacional".
La concejala ve con "buenos ojos" la votación del miércoles, "toda vez este es un concejo, en su mayoría, consciente sobre las graves violaciones a los derechos humanos y la importancia de la búsqueda de justicia y reparación para las víctimas de la dictadura y sus familias". De igual manera, remarcó que la iniciativa se aprobó en el Cosoc, donde también hay dirigentes de oposición.
Su par, también del PC y quien además vicepresidenta del Comité Interdisciplinario de Conmemoración de los 50 años del golpe civil y militar, Dafne Concha, apuntó a que "las instituciones, las organizaciones, las personalidades que han hecho los ingresos por oficina de partes solicitando a la alcaldesa directamente lo importante que sería para ellos, para la sociedad, para las familias el que pudiéramos conmemorar estos 50 años con un hito de reparación, de memoria y de perspectiva de futuro para que las generaciones que vienen se puedan preguntar quiénes fueron y por qué la calle tiene ese nombre, y que vuelvan a caminar por las calles de Santiago aquellos que desaparecieron, que fueron torturados, ejecutados, desaparecidos en calles de Santiago, tiene un sentido profundo, democrático".
"No es solamente el no consultarle a los vecinos o consultarle a los vecinos, es un principio superior que debemos resguardar. La vida de un ser humano cuando es arrebatada por el Estado de Chile y por sus instituciones, no importan los años que pasen, son crímenes de lesa humanidad y que debemos resguardar el 'nunca más', y es eso lo que estamos haciendo, dejar una huella en la ciudad de Santiago", añadió.
En la misma línea, la concejala precisó que "la ciudad de Santiago tiene casi 30 mil predios y la afectación por el renombre de las nueve calles, las dos plazoletas y el puente, no alcanza a ser ni el 8% de ellos".
"El renombrar lugares públicos de nuestra comuna, que son tristemente parte de nuestra historia reciente, nos permite aportar a la memoria, al reconocimiento de los hechos por distintas generaciones, y el velar porque estos no vuelvan a repetirse".
Concejala Camila Davagnino (PC)
Paola Melo, concejala del Revolución Democrática, indicó por su parte que le "parece absolutamente válido que los vecinos y organizaciones sociales que presentan estas iniciativas, lo hagan, de modo que en el marco de la conmemoración de los 50 años tiene cabida volver a plantearnos los actos de no repetición y, para lograr aquello, es indispensable traer un poco al registro de la memoria aquellos que fueron los hechos de nuestra memoria histórica".
Sobre las críticas de la oposición, señaló que "no me haría cargo" y en cuanto a la votación, dijo que "la aprobación la veo absolutamente viable".
Por último, el concejal de Renovación Nacional, Santiago Mekis, mencionó que si bien la iniciativa surgió por organizaciones, le preocupa "por qué no se le consultó a los vecinos, pero a los vecinos que viven en las calles que se estarían cambiando de nombre. Creo que eso sería súper importante, porque acá siempre se habla de mesas de trabajo, de diálogo, de encuestas, pero en este caso en especial, yo creo que es súper importante saber la opinión de los vecinos que viven en el sector".
En tal sentido, dijo que a su juicio "están pasando a llevar a la ciudadanía". "Desde que se supo esto yo me he preocupado de conversar con los vecinos y preguntarles qué les parece el cambio de nombre de calles y todos llegan a la misma conclusión: están aburridos de la delincuencia, el narcotráfico, el comercio ambulante, la mala calidad de educación, la salud mental de los alumnos", acotó.
Ellos dicen, según continuó, que "se deberían preocupar de las cosas que a los vecinos y vecinas les interesa de verdad y que le va a ayudar a la ciudadanía".
Con todo, Mekis afirmó que este martes en comisión planteará que no se lleve la iniciativa al concejo, porque "sería importante y representativo que los mismos vecinos decidan". Aunque de igual forma reconoció que "la alcaldesa tiene mayoría, la oposición somos solamente dos".