"Compañero Presidente, hoy he tomado la difícil decisión de presentarle mi renuncia indeclinable", comienza escribiendo el
ex ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, en la carta dirigida al Mandatario Gabriel Boric; se trata de un enunciado que, paradójicamente, intenta poner un punto final a los meses en que su figura se ha visto duramente cuestionada y que han levantado decenas de voces pidiendo su salida del gabinete.
El ahora ex ministro, militante de Revolución Democrática y uno de los artífices del proyecto del Frente Amplio, consciente de las polémicas que significaron el Caso Convenios, y del bullado robo de 23 computadores y una caja fuerte desde las oficinas de la cartera, abrieron un frente con la oposición que explícitamente exigía cerrarse con la salida.
A fines de julio, la UDI cortó el diálogo político con el Gobierno y no se sumó a la mesa por la reforma tributaria, y el martes de esta semana, Republicanos arremetió con el anuncio de una acusación constitucional, ofensiva que venían estudiando desde inicios de mes. Jackson continúa así en la carta: "Como ya es de público conocimiento, la oposición ha definido utilizar políticamente mi presencia en el gabinete como una excusa para no responder a las urgencias de las personas y no avanzar en las reformas que Chile necesita".
Para los republicanos habían
"méritos suficientes" para la acción que sería presentada el lunes 14 de agosto. El jefe de bancada de la tienda,
Benjamín Moreno, aseveró que "el ministro de Desarrollo Social comprometió gravemente el honor de la nación, infringió la Constitución y las leyes y las dejó sin ejecución", y de paso, pidió al Presidente Gabriel Boric que hiciera efectiva la "responsabilidad política que le corresponde al ministro Jackson (...) y no siga siendo un cómplice pasivo de las irregularidades que se están cometiendo de manera sistemática bajo su administración".
La Moneda ya había tomado una posición firme, negándose a pedir la salida de Jackson, y el Presidente Gabriel Boric ya había condenado en varias ocasiones los condicionamientos de la oposición. "¿Cómo se les ocurre?", le dijo Boric a la UDI cuando pusieron a Jackson como moneda de cambio para sentarse en la mesa de la refoma; y el lunes, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, trajo de regreso sus palabras de hace un mes atrás, cuando descartó tajantemente un cambio de gabinete.
Por su parte, Jackson respondió ese día que le hubiera encantado que "una pizca de esa energía que se ocupa para las acusaciones constitucionales se pudiera poner en llegar a acuerdos en problemas más urgentes", y advirtió algo que terminó por convertirse más bien en una declaración de principios que en un hecho concreto: "
Yo voy a seguir trabajando independiente de las presiones del Partido Republicano".
RN y UDI cerraron filas con Republicanos
El anuncio del martes de Republicanos acortó el tiempo a La Moneda para tomar una determinación, puesto que el paso siguiente era comenzar a recolectar los apoyos para ingresar la ofensiva. No parecía complejo partir por Chile Vamos para conseguir las firmas.
Y así fue. La tarde del martes la UDI y RN se cuadraron con sus vecinos de la derecha extrema y pusieron a disposición sus equipos jurídicos para elaborar el escrito.
El diputado
Guillermo Ramírez (UDI), señaló que "el Gobierno llegó a un límite (…) estamos frente a actos de corrupción que se produjeron durante este Gobierno, hasta ahora en 11 regiones (…) durante semanas le hemos pedido al Presidente Boric que asuma la responsabilidad política y se ha negado".
Por su parte, el diputado
Frank Sauerbaum (RN) dijo lamentar que "el Gobierno nos haga llegar a este extremo (…) El Gobierno no cuenta con más espacio para seguir sosteniendo al ministro Jackson que debió haber abandonado el Gobierno hace mucho tiempo", agregó. De hecho, no tuvo reparos en emplazar al Ejecutivo a remover al secretario de Estado antes que ingresara el libelo, "
para no exponerlo a una muerte política que nadie le quiere proferir".
Evópoli se pliega a la ofensiva
Casi a medianoche del martes,
Evópoli, la tienda de Chile Vamos que había dejado en suspenso su participación en la ofensiva,
decidió plegarse. La decisión de la colectividad era esperada, además, porque en la ofensiva anterior, contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (RD), anunciaron que votarían en contra, lo que significó un breve "quiebre" en el bloque.
"Nuestro partido adhiere a la acusación constitucional al ministro Jackson", informó Evópoli a través de sus redes sociales.
"Hace días venimos haciendo presente la actitud inaceptable del Gobierno. No hay espacio para nada más que exigir responsabilidades ante hechos que lesionan tan gravemente la fe pública", señalaron.
Y aunque también se sumó el comité Social Cristiano y el Partido de la Gente (PDG), aún era necesario conocer la postura que tomaría el Centro Democrático Unido (CDU), Demócratas, la Democracia Cristina, Amarillos y otras fuerzas políticas. Esto, porque para que una acusación pase al Senado, se requieren 78 votos.
La carta al "compañero Presidente"
A las 18.00 horas de ayer, Giorgio Jackson, aún en su calidad de ministro, se presentó ante el Presidente Gabriel Boric para sostener una reunión, pero no era en el mismo tenor de las otras tantas veces en que compartieron durante sus años como dirigentes estudiantiles, como diputados, o como en los últimos 17 meses de Gobierno.
Esta vez, Jackson le informaba oficialmente que daría un paso al costado. No parecía haber otra salida, ante una inminente AC que podría terminar en la destitución, y en la decisión firme del Mandatario de no remover a su brazo derecho.
"Quiero dejarle claro, Presidente, mi compromiso y lealtad hacia usted y el proyecto de Gobierno que lidera se mantienen intactas y que creo firmemente en la unidad de las fuerzas progresistas para construir mayorías", agrega el otrora ministro en la carta. "
Finalmente, compañero Presidente, quiero agradecerle la confianza que ha tenido en mí durante todos estos meses", se lee en el último párrafo de la misiva.
En respuesta,
el Mandatario utilizó su cuenta de X (ex Twitter) para confirmar que aceptaba la renuncia "como un gesto de generosidad que ayude a mejorar el clima político y avanzar en las reformas".
Tras conocerse la renuncia de Jackson, el ambiente político tomó algo de oxígeno. Pasaron pocos minutos para que Republicanos anunciara que desistirá de la acusación constitucional. "Lo que corresponde ahora es centrar le trabajo del Congreso en el avance de la agenda de seguridad, transparencia y reactivación económica que son indispensables para sacar el país de la enorme crisis que vive", continúa el escrito.
De todos modos, advirtieron que "como Partido Republicano seguiremos investigando y haciendo exigible las eventuales responsabilidades administrativas del ex ministro Jackson en la Contraloría, y penales, en la Justicia, para que las irregularidades que se han denunciado sean sancionadas y los responsables juzgados como corresponde".