Ni las encuestas ni las elecciones provinciales lo habían anticipado: el diputado Javier Milei consiguió un sorpresivo triunfo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), con el 32,57% de los votos, y desplazó al tercer lugar al actual ministro de Economía
Sergio Massa, con el 25,48%, lo que significa una fuerte desventaja para el Kirchnerismo.
Y es que el triunfo del candidato de extrema derecha, procedente de la "antipolítica", o de la "derecha populista", supone una antesala de lo que podrá ocurrir en los comicios generales de octubre, y que ha dejado varias lecturas en la prensa local.
La idea que se repite: el triunfo de Milei vendría a representar el
"triunfo del hartazgo social" y "
un agotamiento de todo lo estructurado", considerando que el diputado representa un "voto de protesta" contra la dirigencia política que hasta ahora ha estado en el gobierno argentino.
Y es que Argentina enfrenta hace años una crisis económica que en estas elecciones iba, inevitablemente, a poner en tela de juicio la gestión del gobierno. De hecho, el que Massa se alzara como candidato ya era un riesgo, puesto que durante su gestión en la cartera de Economía la inflación se empina sobre el 115% interanual y el peso argentino se desploma a niveles récord.
En conversación con Emol, Eric Latorre, director de Magíster en Gobierno y Dirección Pública Universidad Autónoma, sostiene que "la clave del triunfo de Milei, es la consigna que se vayan todos, porque el Kirchnerismo está muy estructurado, políticamente muy armado, con raíces en sindicatos y estructuras políticas de base, pero también vienen con un desgaste brutal, con una economía destruida, que no son capaces de dar respuesta; donde además Macri, cuando es gobierno, no es capaz de hacer mucho, fue casi un paréntesis en el modelo Kirchnerista".
Tras el triunfo, el ex candidato presidencial, José Antonio Kast, envió un mensaje a Milei a través de su cuenta de Twitter, donde calificó como "histórico" su triunfo, y comentó que "por el bien de Argentina, que gane la fuerza de la libertad y que la corrupción, inseguridad y mediocridad sean derrotadas".
Pese a las simpatías entre Milei y Kast, y el sector político compartido, ¿cuánto de lo ocurrido en Argentina podría replicarse en Chile?, ¿qué precedente marcan los contextos -guardando las diferencias- frente a los próximos comicios? En conversación con este medio, distintos analistas políticos marcan las diferencias y similitudes de la "sorpresa" trasandina y lo que ocurre en este lado de la cordillera.
El factor económico como contexto clave
Lo que ocurre con la política argentina es y la economía es prácticamente indivisible y explica en gran medida el triunfo de Milei, quien si bien no tiene una propuesta sólida, ha logrado instalar fuertemente la idea de lo "distinto", a través de esa renovación de las figuras tradicionales, de ese "que se vayan todos".
"
Si uno sigue la trayectoria que tenga el dólar, se podría dar un anticipo de lo que ocurrirá en octubre", resume Latorre, y en ese sentido destaca que efectivamente, ante esa incapacidad de dar respuesta a las demandas económicas que ha tenido Juntos por el Cambio -que resultó en segundo lugar con la candidata Patricia Bullrich- del ex presidente Mauricio Macri.
Al homologar el escenario económico con Chile y sus posibles efectos eleccionarios -en beneficio para la derecha de Kast-,
Pablo Lacoste, académico del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, señala a
EmolTV que por cierto que hay diferencias.
"Acá (en Chile) la macro funciona bien, tenemos equilibrio fiscal, la inflación está bajo con control, entonces Kast no propone cambios revolucionarios. Son cosas conservadoras, algunos retoques, pero más bien cosméticos, porque la macroeconomía está saneada (...) en cambio, en Argentina, esas variables están totalmente desquiciadas", precisa.
Por su parte, Latorre hace el punto en que Milei no tiene una propuesta tan clara en el ámbito económico, pese a que en este contexto adverso, su discurso "cobre mucho más sentido", pero al final del día, frente a ese deterioro económico, "el debate no es racional".
No obstante, el académico hace un punto: "el manejo económico hoy en Chile está bastante errático, no es menor lo que está pasando con el pacto fiscal, la reforma a las pensiones y las isapres, por lo tanto hay impacto económico importante, pero además, es muy altisonantes, muy fuertes desde el punto de vista de la opinión pública, por lo tanto, la economía va ir cobrando una importancia cada vez mayor, por lo que Kast, sin hacer lo que hace Milei, puede apostar por respuestas simples, claras y directas, como lo ha dicho con el crecimiento".
La base política de Milei vs Kast
Otra de las grandes diferencias que destacan los consultados apunta a la base política con la que cuenta Milei, versus la de Kast. "A Milei le va muy bien, pero a sus candidatos le va muy mal, porque no tiene estructura hacia abajo, porque además lleva apenas tres años de política activa de primera línea", sostiene Latorre.
"Si uno trae eso a Chile, hay diferencias fundamentales. Si bien el partido Republicano de Kast es nuevo en la política, no lo es tanto como el movimiento de Milei, y eso le ha permitido ir formando estructura de base", comenta.
Esto, junto con recordar lo que ocurrió en las elecciones para consejeros constitucionales, "donde la votación de consejeros supera a la de Kast, por lo tanto allí hay más base de la que tiene Milei hoy día". De hecho, el académico destaca que incluso Kast "juega el juego del proceso constituyente sin estar de acuerdo, sin que le guste, gana en ese escenario, y hoy, para bien o para mal, está intentado darle conducción a ese escenario".
"En segundo lugar, Republicanos tiene un anclaje en la derecha UDI, le quita votos, tiene vasos comunicantes, ex diputados, a diferencia de lo que pasa con Milei con la derecha tradicional, con quienes tiene mucho menos contacto", recalca Latorre.
En esa línea, varios apuntan a la apuesta más estructurada y de largo plazo de Kast, que no apunta simplemente a "que se vayan todos", como lo hace Milei. "Kast está buscando ser una alternativa de gobierno; es una apuesta ideológica, que intenta crear base en los territorios, que no se pelea del todo con la derecha, porque Kast entiende que si llega a ser Gobierno va a necesitar al menos a la UDI".
El oficialismo llegó tercero
En Argentina, "el oficialismo llegó tercero y acá por lo menos lo que advertimos es que en una eventual elección, el oficialismo hoy día ni siquiera tiene una carta", destaca Mauricio Morales, analista electoral de la Universidad de Talca.
En ese sentido, el comenta que "hay un vacío estructural mayor en la izquierda, en la centroizquierda, y los dos líderes más fuertes (de derecha) son Matthei y Kast. Yo tengo la impresión de que si Matthei se decidiera a ser candidata presidencial, le iría mucho mejor con los votantes moderados que con los votantes intensos. Porque los votantes intensos, ya son un terreno cautivo para José Antonio Kast".
Por su parte, Latorre comenta que el Presidente Gabriel Boric está estacionado en el 27% - 30% de popularidad gracias a su base de apoyo dura; pero por cierto que el Caso Convenios ha generado un impacto que "alteró estructuralmente su marca, y eso trae un desplome, tal como lo que ocurrió con el Caso Caval".
"Si bien el Presidente Boric, intentando dar gobernabilidad acudiendo a la ex Concertación, se ha dado cuenta que él no debe perder su 28%, y eso es un drama, porque la lógica dice que el Mandatario debiera avanzar lo más posible hacia el Socialismo Democrático; sin embargo, la pregunta es ¿eso no terminará afectando a su 28%? En ese escenario, las contradicciones permanentes podrían beneficiosas para Kast, quien se para desde la coherencia", cerró.
En tanto, Lacoste destaca como un "punto" para el Presidente Boric al no dejarse presionar por "los extremistas que lo presionaban para que impulse una política rápida de expansión del déficit fiscal. Boric frenó a esa gente, puso a Marcel a manejar Hacienda, mantuvo el equilibrio fiscal y logró poner a raya la inflación, que es exactamente lo contrario del peronismo".