Contra el tiempo, con la mira puesta en las próximas semanas, cuando comiencen las votaciones en las cuatro comisiones del Consejo Constitucional, trabaja la mesa coordinadora.
Esta, llamada por algunos en el ex-Congreso como “la quinta comisión”, tiene por objetivo buscar acuerdos transversales que luego se podrían trasladar a las votaciones. Si bien las distintas bancadas han mantenido otras instancias de negociación y son las comisiones donde se deben votar las decisiones, es en esta mesa donde izquierda y derecha han expuesto sus puntos de manera más clara y podría ser clave para desatar nudos, pese a que desde sectores del oficialismo han manifestado sus resquemores.
La mesa se creó el 3 de agosto y fue impulsada desde la izquierda para buscar incidir más en el debate donde son minoría: tienen 16 consejeros, al que se suma el escaño mapuche Alihuen Antileo. Los consejeros de Unidad para Chile (Convergencia Social, RD, PS y PC) no cuentan con los votos para bloquear ni aprobar normas por sí solos.
Reservada, sin actas
La mesa trabaja de forma reservada en una sala del tercer piso del ex-Congreso. No hay actas para facilitar el diálogo honesto y lo más fluido posible, cuentan conocedores de esta. Se determinó que en ella participarán de forma permanente los delegados de las bancadas, pero además pueden asistir asesores, comisionados u otros consejeros de forma rotativa dependiendo del tema a tratar.
En la primera reunión, efectuada el 3 de agosto, se acordó el modo de funcionamiento y hubo un primer acercamiento entre los bloques del Consejo.
En ella participaron Julio Ñanco (RD), María Pardo (CS), Alejandro Köhler (PS), Fernando Viveros (PC) y los comisionados Gabriel Osorio (PS) y Antonia Rivas (CS). En tanto, desde la derecha estuvieron los delegados Arturo Phillips (UDI), Pilar Cuevas (RN-Evópoli), Luis Silva (P. Republicano), las consejeras Ivonne Mangelsdorff (RN) y Carolina Navarrete (UDI) y el jefe de asesores de los republicanos, Jorge Barrera.
Posteriormente, en la cita realizada el viernes 11 de agosto discutieron las primeras eventuales enmiendas de consenso referidas a temas de probidad y transparencia estatal. Los asistentes estaban conscientes de que este era el tema ideal para iniciar el diálogo, con mayor posibilidad de encontrar acuerdos. Participantes de la instancia comentan que se llegó a acuerdo en varias materias y que finalmente se usó como base la propuesta de la agenda anticorrupción presentada por Chile Vamos, lo que dejó satisfecho a todos los sectores.
Con esos primeros acercamientos, en una nueva reunión, este miércoles, comenzó el debate de derechos sociales, específicamente en lo referente al sistema de salud, tema que saben que genera más diferencias.
Desde la derecha han apuntado a usar las enmiendas ingresadas por RN-Evópoli y la UDI respecto de un plan nacional universal para las prestaciones de salud. RN-Evópoli plantean un “plan universal, solidario y uniforme para la cobertura de las prestaciones de salud. Este plan será financiado con cargo a las cotizaciones obligatorias y los aportes fiscales que determine la ley”. Mientras que en la UDI proponen “un plan uniforme para la cobertura de las prestaciones de salud. Este plan será financiado con cargo a las cotizaciones obligatorias y los aportes fiscales solidarios que determine la ley”.
Ambas redacciones cuentan con el visto bueno de los republicanos y se posicionan de buena forma para ser discutidas en la mesa. Sin embargo, desde la izquierda buscan dejar abierta la posibilidad de que sea el legislador quien decida cuál será el sistema de previsión de salud. Es, al menos hasta ahora, un tema abierto.
Esta cita se dio luego que el lunes la Corte Suprema rechazó el recurso del oficialismo respecto a la inclusión de nuevos capítulos en el anteproyecto de la Comisión Experta. En un fallo unánime, el máximo tribunal indicó que las enmiendas de Chile Vamos y de los republicanos “fueron interpuestas dentro del plazo de 40 días, con el quorum legal y por escrito, precisando la modificación que se propone”.
En un primer momento, la derecha pensaba que la decisión de la Suprema haría que la izquierda tomara una posición “intransigente” en la reunión del miércoles, pero no habría sido el caso. Con este precedente, al interior del Consejo existe confianza en que la mesa llegue a acuerdos transversales.
La relevancia de esta “quinta comisión” se ha visto reflejada en el debate en particular de las enmiendas. Por ejemplo, el martes sesionó solo la comisión de Sistema político. Durante la jornada, algunos consejeros expresaban cada tanto “acá podría haber una unidad de propósito” o “parece que aquí hay acuerdos”.
En medio de esto, la republicana Beatriz Hevia, presidenta del Consejo y miembro de dicha comisión, resaltó: “No debemos olvidar que hay una mesa global. Nosotros podemos levantar propuestas, pero finalmente me parece que tienen que derivar todas en este acuerdo general que se está construyendo”. De todas formas, el martes se acordó que los asesores de Sistema político, de izquierda a derecha, trabajen el fin de semana para eventuales acuerdos.
Acuerdos y líneas rojas
Una de las razones principales de la existencia de la mesa coordinadora era tantear tanto los posibles puntos en común como las líneas rojas de cada sector. En la oposición comentan que es factible mantener la norma de paridad transitoria propuesta en el anteproyecto, que establece que en las próximas dos elecciones desde la entrada en vigencia de la Constitución se utilizará un sistema que mantenga una proporción de 60/40 en el Congreso.
En tanto, el oficialismo apunta a que podría ceder en la propuesta de salud presentada por la oposición, si es que se agrega a la redacción de la norma un apartado de no discriminación en el momento de la entrada en vigencia del nuevo sistema. Esto fue presentado en la reunión del miércoles y está siendo estudiado por la derecha.
Respecto de derechos sociales, para la izquierda es relevante “dotar de contenido” el enunciado de un Estado social y democrático de derecho, advierten.
Mientras, para la oposición es intransable que se consagre la libertad de elección en temas como educación, seguridad social y salud. Por ejemplo, abogan por una redacción que deje en claro que las personas tendrán la posibilidad de elegir qué institución administrará sus cotizaciones.
Entre Chile Vamos y republicanos apoyan una enmienda en conjunto que indica que “el Estado deberá respetar el derecho de los cotizantes a elegir libremente la institución que administre sus ahorros previsionales provenientes de las cotizaciones obligatorias y voluntarias”.
Pese al ánimo dialogante, se sabe que varias de las enmiendas de la derecha no convencen a la izquierda, que considera que este tipo de redacciones es muy restrictivo y dificultaría hacer cambios a futuro. A su juicio, se debería dejar una redacción abierta, similar a la del anteproyecto, para que el Congreso tenga la facultad de decidir el tipo de sistema.
Además de la libertad de elección, para la oposición no es transable el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos y la inclusión de nuevos capítulos, en especial los referidos a seguridad y Fuerzas Armadas. Asimismo, para los republicanos no habría posibilidad de mantener la consagración de los derechos colectivos de los pueblos originarios o cambiarle el nombre al Tribunal Constitucional. Para ellos también es relevante mantener el control preventivo sustantivo de las leyes.
Sumado a esto, Unidad para Chile ve como otro punto crítico la intención del P. Republicano de reducir los escaños en el Congreso. Las otras materias en los que la izquierda ve problemas para llegar a acuerdos son el derecho a huelga, la negociación colectiva por ramas, derechos sexuales y reproductivos, paridad y mantener el rango de los tratados internacionales para no retroceder en esta materia.
El consejero socialista Alejandro Köhler opina que “no podemos permitir que se inconstitucionalicen los grandes acuerdos políticos de los últimos 20 años, como el aborto en tres causales, la paridad, el fin al binominal, la PGU o la reforma educacional de Michelle Bachelet”.
La mesa sesionó también ayer, cuando se estudió la posibilidad de fusionar algunas enmiendas presentadas por ambas partes, para el viernes debatir sobre sistema electoral. La próxima semana, a petición de la izquierda, avanzaría en la discusión de enmiendas que hablan de la protección de la vida del que está por nacer, entre otras.
Por ahora está contemplado que la mesa coordinadora trabaje hasta el final del proceso, aunque algunos consejeros de izquierda postulan que todo depende de si en las votaciones que comenzarán las próximas semanas se ven o no resultados del diálogo en esta “quinta comisión”.