El excomandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez.
El Mercurio
Sorprende ver a Ricardo Martínez Menanteau de civil. Por años se le vio vistiendo el uniforme militar, llegando a ser la máxima autoridad del Ejército. En ese cargo, que ejerció desde el 9 de marzo de 2018 hasta el 2 de marzo de 2022, buscó impulsar, con la convicción de contar con el apoyo de sus subalternos, una reflexión sobre el ethos militar y la necesidad de analizar el rol del Ejército a 50 años del golpe de Estado. La difusión de ese trabajo se vio bruscamente interrumpida, porque el día en que realizó su cuenta pública exponiéndolo, también anunció su renuncia a la Comandancia en Jefe, ya que estaba citado a declarar como inculpado en la arista de pasajes durante la investigación por mal uso de recursos en el Ejército, tema en el que remarca que no se probó nada en su contra. "Los actores políticos son los principales responsables del quiebre democrático que se produjo el 11 de septiembre de 1973, al no ser capaces de llegar a acuerdos políticos, mientras paralelamente se buscaba el apoyo de las Fuerzas Armadas para lograr objetivos que fueron incapaces de alcanzar por la vía electoral o de los acuerdos. También influyó la polarización mundial de la Guerra Fría, que no fue ajena a Chile, a su política ni a sus instituciones armadas", dijo Martínez
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