El ministro secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, dijo ante el Senado que el ex Presidente Aylwin ejerció el veto presidencial al menos 15 veces, Eduardo Frei 25, Ricardo Lagos Lagos "como mínimo 11", Michelle Bachelet 12 y Sebastián Piñera 20 veces.
Con ese conteo el secretario de Estado respaldó la intención del Ejecutivo de vetar en parte el proyecto de ley de usurpaciones que fue aprobado y despachado por el Senado.
Tras la derrota en el Congreso respecto al proyecto que busca regular los delitos de ocupaciones ilegales de inmuebles, el Ejecutivo anunció que en un plazo de 30 días presentará un veto y que este irá enfocado en los artículos que apuntan a la legítima defensa privilegiada y la flagrancia permanente.
Ante esta intención los parlamentarios de Chile Vamos rápidamente se opusieron, el presidente de la UDI, Javier Macaya, señaló que "si bien es cierto está dentro de sus facultades constitucionales ejercer el veto, nos parece que más que una cuestión en contra de la actual oposición que hoy día estamos tratando de sacar adelante una iniciativa que se ponga del lado de las víctimas, lamentablemente la señal que le va a estar dando el Ejecutivo a las víctimas de las usurpaciones, es absolutamente negativa, es ponerse del lado de la impunidad".
El diputado Andrés Longton, nuevo presidente de la Comisión de Seguridad, afirmó que "el único que no se ha dado cuenta de cómo aumentan los delitos y la inseguridad es el Gobierno. Su ideología los ciega y deja completamente fuera de tono con la necesidad y percepción de la ciudadanía".
Agregó que si el Presidente Gabriel Boric veta la ley de usurpaciones, "está atentando contra la mayoría del Congreso que aprobó democráticamente esta iniciativa, que representa también a la mayoría del país que está cansada de las usurpaciones, que está cansada de la violencia".
Y así las críticas por parte de la oposición al veto del Gobierno se han expandido durante los últimos días. Sin embargo, este enfrentamiento no es primera vez que ocurre.
En julio del 2020, el Gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera deslizó la intención de vetar el proyecto de retiro de los fondos de pensiones y volvió a insistir cuando se aprobó con una amplia mayoría por segunda vez. "No es una buena idea, yo estoy convencido. Estemos sacrificando las pensiones de los actuales y futuros pensionados", dijo en ese momento el ex Mandatario.
Si bien Piñera no usó el veto en esos casos, las críticas de la oposición abundaron y se instaló el conflicto entre quienes apuntaban a que es "una herramienta constitucional" que el Ejecutivo tiene derecho a utilizar versus aquellos que apelaban a la autonomía del Poder Legislativo y a respetar la mayoría democrática.
En la segunda postura se ubicó el senador socialista, Alfonso de Urresti. En ese entonces, en conversación con Radio Universo, dijo que un eventual veto presidencial a la iniciativa "sería inadmisible y podría generar protestas importantes" en la ciudadanía.
El parlamentario señaló que "hoy vemos un Gobierno autista, un Presidente que no escucha", con ministros que no están recorriendo el país y conectando con los problemas de la gente. Además, criticó al ex ministro de Interior, Gonzalo Blumel quien según señaló "ha sido mezquino, ha ocultado información, ha dicho que no había recursos disponibles".
Asimismo, ante la posibilidad de vetar la iniciativa, la entonces diputada Alejandra Sepúlveda (FRVS), aseguró en Radio Cooperativa que "un veto presidencial después de pasar todas etapas legislativas, con un 85% de aprobación de la ciudadanía, con una pandemia donde se necesitan los recursos ahora ya. Yo creo que sería la muerte política de este Gobierno y si eso ocurriera al Presidente de la República al otro día estaríamos todos pidiéndole la renuncia".
"Si eso ocurre, el Presidente tiene que renunciar", precisó Sepúlveda.
El diputado Diego Ibáñez (CS) en su intervención en sala el 23 de julio del 20202 sostuvo que "Jaime Guzmán, encerrado en una pieza con la comisión Ortuzar, dijo expresamente que si llegan a gobernar los adversarios, que se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría. Y este veto presidencial, tal como está redactado en esta Constitución se trata de esa estafa, este veto es la proyección institucional de quiénes para llegar al poder tuvieron que bombardear La Moneda para intentar asesinar un Presidente".
Por su parte el diputado Juan Santana (PS) le pidió al ex Presidente Sebastián Piñera "respetar la democracia, la autonomía de este parlamento (…) tenga un mínimo de dignidad democrática".