Quebrada. Así terminó esta madrugada la nueva mesa de negociación conformada ayer por los consejeros del oficialismo y la oposición, anunciada como la última instancia para intentar alcanzar acuerdos antes de la votación de enmiendas que se aplazó para esta jornada.
Según se informó la tarde del miércoles, se trataba de una instancia integrada por diez representantes del oficialismo y la oposición, cinco de cada lado, quienes intentarían desde las 20.00 horas de ayer, hasta las 16.00 horas de este jueves, destrabar los nudos críticos e incluso revisar lo ya avanzado.
El grupo quedó conformado, por parte del oficialismo por los comisionados expertos Domingo Lovera (RD), Alexis Cortés (PC), Gabriel Osorio (PS) y Antonia Rivas (CS), además de la consejera María Pardo (CS).
Mientras que por la oposición estaban el delegado de los consejeros republicanos Luis Silva y el consejero del partido, Antonio Barchiesi y el jefe de asesores de su bancada, el abogado Jorge Barrera. Por Chile vamos, en tanto, fueron el delegado de los consejeros UDI, Arturo Phillips y el comisionado experto, Sebastián Soto (IND-Evópoli).
Antes de eso, llamó la atención que desde Unidad para Chile, aseguraran que en la mesa incluso se revisarán las enmiendas ya aprobadas. Algo que destacaron después del llamado que hicieron en la mañana a Chile Vamos a republicanos de bajar en conjunto todas las enmiendas. Mientras que el delegado de republicanos, Silva, afirmaba tajante que "lo que se ha votado en comisiones, votado está".
Las versiones de los negociadores
Pasadas las 02:00 de la madrugada, las bancadas de Chile Vamos y el Partido Republicano, enviaron un comunicado señalando que "lamentamos que, una vez más, el espíritu de buscar acuerdos no haya sido más que una maniobra de dilación y postergación del debate y la votación".
A la vez que acusaron que "como requisito" para avanzar en cualquier conversación, Unidad para Chile les pidió "el retiro unilateral de una serie de artículos ya aprobados que representan materias muy sensibles para las personas como seguridad, migración, deberes fundamentales del Estado y otros".
Desde el oficialismo todavía no existe una versión oficial de lo que pasó, sin embargo, se espera que en las próximas horas emitan un comunicado al respecto. Aunque reconocen en privado que la mesa se acabó y que sólo resta votar. En este último punto también coinciden en la oposición, cuyos personeros adelantan que "llegó la hora de votar".
Las versiones de lo ocurrido en la cita de la mesa negociadora difieren. Fuentes de la oposición que participaron en la reunión, afirman que el oficialismo les presentó dos listas, una con 15 temas ya votados y la segunda de 26 temas aún no votados en las comisiones.
De este modo, partieron por revisar el primer listado, viendo el grado de apertura de Chile Vamos y Republicanos para hacer modificaciones en cada una de esas materias. En la derecha señalan que en todos los 17 temas expresaron un grado de "apertura" a hacer cambios respecto a las enmiendas ya aprobadas, ya sea en términos de modificar redacciones o echar pie atrás en algunas materias.
La oposición pidió un break de 10 minutos para decantar lo conversado. Su idea era volver a la reunión para continuar el segundo listado, pero eligiendo ahora ellos por cual de los 26 temas iban a partir, pues querían ver la voluntad del oficialismo de ceder. Por ejemplo, querían iniciar con salud y conocer la opinión de Unidas para Chile sobre el último borrador en la libertad de elección.
Incluso en algún momento, cuentan, se habló de firmar un protocolo de acuerdo para comprometer que los cambios se harían en el Pleno del Consejo y se comprometían los votos para aprobar aquello.
Ahí fue, afirman, cuando del oficialismo les habría dicho que antes que todo esperaban resolver el primer listado, teniendo un compromiso de la oposición de que habría "una rendición total" a sus demandas, acusan. Algo que Chile Vamos y republicanos, aseguran era "imposible".
Según cuentan en la oposición, el oficialismo no habría accedido a sus peticiones e incluso habrían dicho que se "bajarían" del proceso. En la derecha además repararon en que los negociadores del oficialismo hayan sido en su mayoría comisionados expertos y que fuera sólo una consejera.
Mirada del oficialismo
En el oficialismo, en cambio, sostienen que todo partió mal, pues se pusieron desde el inicio en votación temas en los cuales no habían acuerdos transversales y los fuerzan a negociar sobre textos ya aprobados.
Asimismo, acusan que hay una "obsesión" en la oposición por revertir las encuestas que muestran una mayoría que estaría por rechazar el texto en diciembre, así como con sus enmiendas "populistas".
En ese contexto, desde Unidad para Chile alegan que para poder negociar tenía que haber un compromiso de que "esas locuras" no iban a estar en la Constitución.
Las mismas fuentes, agregan, que "los temas grandes se negocian con los temas grandes" y que no es posible equiparar una concesión que hace un sector en una materia menor, con lo que se acuerde frente a un nudo crítico. Aquello llevó a un punto muerto.
Pese a ello, en la izquierda señalan que en temas como terrorismo o migración ellos estaban dispuestos a avanzar, pero mejorando las redacciones de normas. Y añaden que de su parte "no había cerradura", salvo los temas que eran intransables, las llamadas líneas rojas como en salud.
Desde el oficialismo, sostienen, que fueron los republicanos quienes les comunicaron que no se podía seguir, porque no estaban de acuerdo en retirar las enmiendas que han promovido. Con ello, recuerdan que el propio ex presidenciable del Partido Republicano, José Antonio Kast, ha sincerado que de no aprobarse las enmiendas de la tienda, estarían por el "En Contra" en el Plebiscito de diciembre. Eso termina con las posibilidades reales de negociación, recalcan.
Como sea, en los dos sectores cuentan que esta mañana tendrán reuniones de bancadas y que aún siguen abiertos los espacios de diálogo en las mismas comisiones. Esto previo a las votaciones de las 16:00 horas.