Pasadas las 10.30 horas de ayer lunes, con algunos minutos de retraso, comenzó el acto oficial en La Moneda para conmemorar los 50 años del golpe de Estado. Se trató de una instancia emotiva, donde estuvieron presentes dos de los cuatro ex mandatarios vivos, además de autoridades nacionales e internacionales, organizaciones de derechos humanos y familiares de detenidos desaparecidos.
Luego de un solemne minuto de silencio, la senadora
Isabel Allende (PS), hija del ex Presidente Salvador Allende, subió al escenario dispuesto en la Plaza de la Ciudadanía para rendir un sentido homenaje a su padre, destacar su legado y valorar el acuerdo por la democracia que impulsó con especial ahínco el Presidente Gabriel Boric estas últimas semanas, y que fue suscrito por Ricardo Lagos, Michelle Bachelet, Eduardo Frei y Sebastián Piñera. En tanto, los partidos de Chile Vamos se abstuvieron de aquel gesto.
El hecho marcó los debates de la semana previa, donde las distintas posturas frente a la fecha emergieron con fuerza y no lograron los consensos que se esperaban para el lunes 11. Las condenas y recriminaciones vinieron desde todos los sectores, y pese a que en el camino hubo disculpas e incluso salidas forzadas, no se logró, en la arena política, ese ambiente de conciliación.
Varias voces lo reconocieron: la ex Presidenta Bachelet habló de un ambiente "tóxico", el Presidente Boric usó el calificativo "eléctrico"; el ex Presidente Piñera se ausentó de la ceremonia apuntando a un clima de "división y confrontación". Pese a firmar el acuerdo y se catalogado como demócrata por el actual Mandatario, su nombre fue pifiado. Así las cosas, la clase política no pudo encarnar uno de los principales anhelos de esta fecha: la unidad.
Pero no todo fue momentos de sombras. Las luces las aportaron aquellas publicaciones que adquirieron gran relevancia en estas últimas semanas; hubo diálogos, reflexiones e importantes lanzamientos de libros que aportaron antecedentes al robustecido baúl histórico que en estas fechas se abrió con fuerza a historias que aún permanecían escondidas y que pujaban por ser parte de la memoria colectiva.
Hubo otras acciones clave que encauzó el Gobierno, más allá del intrincado camino para el acuerdo por la democracia: el Plan Nacional de Búsqueda, valorado por la propia senadora Isabel Allende en su discurso de ayer, como una forma del Estado de "asumir su responsabilidad total ante la sociedad".
Así, la conmemoración de estos 50 años, llegó con un Chile tensionado, con fuerzas que parecieron irreductibles, pero con ciertos hitos destacables que permitieron abrir ciertos compromisos -con figuras que destacaron más que otras- y acciones concretas en pos de la democracia.
Presidente Gabriel Boric, junto a la ex Presidenta, Michelle Bachelet y ex Presidente, Ricardo Lagos, en la ceremonia de conmemoración por los 50 años del Golpe de Estado. Foto: Aton.
Luces 1: Destacaron ex presidentes Bachelet y Piñera
En su búsqueda por una firma al acuerdo por la democracia, el Presidente Gabriel Boric se reunió personalmente con los cuatro ex Mandatarios vivos, no obstante, hubo dos figuras que salieron fortalecidas tras esos encuentros.
El primero de ellos fue el ex Presidente Sebastián Piñera, quien se desmarcó de la postura que tuvo Chile Vamos frente a la conmemoración de los 50 años, desde donde emergieron críticas por el ambiente de "división" al que atribuyen al Gobierno del Presidente Boric. Piñera se reunió con el Presidente, recibió el borrador del acuerdo y se mostró abierto a suscribirlo, incluso quiso conminar a los dirigentes del bloque opositor a abrirse a la opción, pero sin éxito.
El diputado RN, Diego Schalper, salió a recalcar que los partidos tienen autonomía respecto a sus decisiones. Finalmente, Chile Vamos no reculó: no suscribieron el acuerdo, plantearon un propio y no acudieron a La Moneda. El ex Presidente Piñea tampoco acudió, argumentando un "clima de división".
"Yo firmé la carta con ese propósito, dar una señal fuerte y clara de que todos los ex Presidente y el Presidente Boric, estamos comprometidos con la democracia, la libertad, el Estado de derecho, los Derechos Humanos y la condena y combate a la violencia", dijo el ex Gobernante el asado jueves. Pero acotó: "no voy a La Moneda, porque el clima que se ha producido esta semana es de tanta confrontación, tanta división, que no lo hizo posible".
De todas formas, y pese a la molestia en su entorno, la actitud de Piñera le valió que el Presidente Gabriel Boric lo tildara -en el programa "Elegidos, 50 años en primera persona"- como un "demócrata", marcando distancia con los dichos que emitió en el pasado.
"No tengo ninguna duda que el Presidente Piñera es un demócrata" y "en sus dos Gobiernos, buscó genuinamente lo que él pensaba era mejor para el país", fueron las frases que distaron del "está avisado" que lanzó Boric durante su campaña presidencial de 2021. Denunciando violaciones de derechos humanos durante el estallido social, el entonces diputado advirtió: "Sepan que a quienes sean responsables los vamos a perseguir nacional e internacionalmente con todas las vías de la ley, así que señor Piñera, está avisado".
La ex Presidenta Michelle Bachelet también tomó un rol protagónico, marcado por fuertes llamados a acuerdos. El 4 de septiembre llegó, sonriente, hasta La Moneda, para reunirse con el Presidente Gabriel Boic en medio de los intentos del Mandatario porque todo el arco político se sumara al compromiso por la democracia. Luego de la instancia, la ex Jefa de Estado no tuvo reparos en apuntar a un ambiente político "tóxico" y expresar su preocupación por lo que consideró un "retroceso" en materia de condenar lo que ocurrió en el '73.
"A los 50 años esto debiera ser una cosa que nos uniera en torno a estos conceptos que son súper básicos, en vez de usarlo como un arma política", comentó en aquella oportunidad.
El sábado, la ex Mandataria lamentó la decisión de Chile Vamos de no sumarse a los actos oficiales. "Sorprende esta falta de consenso, luego de que a los 30 y a los 40 años (del golpe) hubo más acuerdo en condenar la historia, en el sentido de aprender las lecciones y de no repetir hechos tan dolorosos como esos", agregó la ex Mandataria. Sus declaraciones concluyeron con un llamado "a cuidarnos, a cuidar la democracia, a cuidarnos entre nosotros, a cuidar el lenguaje y a pensar que el pasado puede habernos dividido, pero el futuro tiene que unirnos, porque la patria es de todos".
Luces 2: El valor del relato histórico y vivencial
Antes y durante este mes clave, se conocieron una serie de publicaciones que apuntaron a enriquecer el conocimiento histórico de lo ocurrido en 1973. Hubo varios lanzamientos de libros que recogieron distintas experiencias vitales sobre lo ocurrido y permitieron ahondar en los pasajes de la época, en medio del intenso debate que se gestó por estos días.
En julio, se lanzó el libro "La experiencia política de la Unidad Popular (1970-1973). La Democracia Cristiana durante el Gobierno de Salvador Allende", del ex Presidente Patricio Aylwin; texto de 700 páginas que fue presentado por la ex Presidenta Michelle Bachelet y por el rector de la UDP, Carlos Peña, en una instancia que estuvo marcada por varias reflexiones en torno al proceso político de la UP, por el rol de la DC, pero que también rozó el debate que se había instalado por esos días, respecto a la memoria, la autocrítica y el "negacionismo" de que fue acusado el ex encargado de la conmemoración, Patricio Fernández.
Bachelet, en su presentación, recogió tres ideas clave del libro: "la democracia no puede ser puesta en duda, nunca; no se puede justificar un golpe de Estado jamás; y los crímenes de lesa humanidad no tienen cabida". Y agregó: "aún estamos cargando dolores, porque una política de Estado se basó por 17 años de aniquilar a quienes pensaron distinto".
Otro de los libros lanzados, de forma más reciente, son el de la senadora Isabel Allende, titulado "11 de septiembre de 1973: esa semana", donde la hija del ex Presidente Salvador Allende narra sus recuerdos personales sobre los días previos y posteriores al Golpe de Estado.
En conversación con distintos medios, la senadora reconoció haberse negado, por mucho tiempo, a abrirse a contar su historia, en parte, por el dolor que significaba recordar aquello. A eso también hizo referencia ayer, en su discurso en la Plaza de la Ciudadanía: "A 50 años del Golpe, he tratado de hacer un relato. No ha sido fácil, más bien ha sido triste y doloroso. Me tocó ser la última persona, del entorno de mi padre y entrar al Palacio a ese día junto a otras personas. Teníamos un relato que contar", dijo Allende visiblemente emocionada.
El libro "La Búsqueda", del abogado Cristóbal Jimeno y la periodista Daniela Mohor, condensa fielmente en si título lo que contienen sus poco más de 200 páginas. En ellas se mezclan las preguntas del propio Cristóbal, hijo mayor del sociólogo Claudio Jimeno -detenido desaparecido-, con la investigación y recopilación que apunta a reconstruir las últimas horas con vida de su padre cuando llegó, ese 11 de septiembre de 1973, a apoyar a Allende ante el inminente golpe de Estado.
Otros textos lanzados en este periodo son el del académico e investigador del IES, Daniel Mansuy, "Salvador Allende: La Izquierda Chilena y la Unidad Popular", donde analiza el legado político del ex Presidente Allende y las disyuntivas políticas y culturales que enfrentó durante su gobierno. Lo propio hizo Alfredo Sepúlveda en 2020, cuando lanzó el libro "La Unidad Popular", texto que formó parte importante de los debates por estos 50 años, que aporta una reconstrucción de los mil días de la UP.
Luces 3: Plan Nacional de Búsqueda
"La reconciliación no pasa por pretender empatar las responsabilidades entre víctimas y victimarios, sino haciendo todo lo que esté a nuestro alcance por encontrar la verdad, la justicia y comprometernos a un nunca más", dijo ayer en su discurso el Presidente Gabriel Boric, antes de destacar el Plan Nacional de Búsqueda como otro de los aportes que busca hacer, desde el Estado, por la responsabilidad en la desaparición de más de 1.200 chilenos de quienes aún se desconoce su paradero.
En efecto, es uno de los grandes hitos o legados que busca instalar esta administración, tomando como ejemplo esfuerzos que se hicieron antes, como las comisiones Rettig y Valech. Eso sí, el Presidente ha marcado en varias oportunidades una suerte de valor agregado en este plan, y es el de hacer un acompañamiento a las familias, que por años han buscado por si mismas a sus detenidos desaparecidos.
"Con esta política pública que es permanente, nos hacemos cargo como Estado, no sólo como Gobierno, de hacer todo lo que esté a nuestro alcance e ir corriendo las barreras de los que nos han dicho que es posible, para esclarecer las circunstancias de desaparición y/o muerte y el destino final de las y los compatriotas víctimas de desaparición forzada, de conformidad con las obligaciones del Estado de Chile y los estándares internacionales", afirmó el Mandatario a fines de agosto, al firmar el decreto.
El plan, que fue ampliamente destacado en la prensa internacional, también fue valorado por la senadora Allende durante su alocución en la ceremonia de ayer, al hacer énfasis en la necesidad de "verdad y justicia" y de las labores que se han encauzado hasta ahora para dar con el paradero de los detenidos desaparecidos.
"Por eso, el Plan de Búsqueda anunciado por usted, Presidente (Boric) es tan importante. El Estado debe asumir hoy, y de cara al futuro, su responsabilidad total ante la sociedad. Las nuevas generaciones necesitan comenzar sus vidas sin cargar el dolor de no haber encontrado a sus seres queridos. No puede haber futuro, no puede haber paz, si no hay justicia", sostuvo la senadora.
Ayer, la Sala de la Cámara de Diputados tuvo tensos momentos tras intervenciones de la oposición en el homenaje a Salvador Allende. Foto: Aton.
Sombras: La clase política y la Cámara
La clase política, es a juicio de varios, la gran "perdedora" o de otro modo, ese aspecto que no logró revelar las luces de un clima de consenso en medio de una conmemoración histórica y social como los 50 años. Y es que si bien los partidos de derecha se terminaron por desmarcar de la conmemoración, y las acusaciones por aquello fueron direccionadas al Presidente Gabriel Boric, también hubo otros desencuentros previos en el ambiente político.
La tensión también se abrió meses antes, cuando el PC salió a cuestionar los actos de "negacionismo" o "relativismo" de la historia, especialmente tras los dichos de Patricio Fernández, quien terminó por salir del cargo de conmemoración de los 50 años. Desde entonces, el debate se tensionó y se puso en el centro la disputa por esa "verdad única", que acaparó más rencillas que conciliación.
De hecho, el Congreso también tuvo su momento de sombras en este camino. Ya a mediados de julio, se instaló un fuerte debate luego que el PC propusiera retirar el nombre de Augusto Pinochet como Presidente de la reseña de la Biblioteca del Congreso Nacional, lo que generó molestia en la oposición.
El clima, que no mejoró con los días, tampoco tuvo un momento de conciliación ayer, en la fecha clave. Y es que pasadas las 15.00 horas, la Cámara de Diputados dio inicio al homenaje al ex Presidente Allende, pero al inicio del acto, los parlamentarios de Renovación Nacional se levantaron de sus asientos y salieron de la Sala; en tanto, toda la bancada del Partido Republicano se restó del acto.
La UDI si participó en el acto, pero el discurso del diputado gremialista, Gustavo Benavente quebró la calma al interior del hemiciclo. Su alocución fue interrumpida por los diputados oficialistas, quienes pidieron que se retirara ya que no estaba realizando una declaración positiva, como lo establece el reglamento.
En ese contexto, el diputado del Partido de la Gente, Gaspar Rivas, se paró al medio de la Sala con un cartel que tenía una foto de Augusto Pinochet y el ex Presidente Salvador Allende. "Ni Allende ni Pinochet (…) déjense de pelear", dijo Rivas además de varios insultos contra sus colegas.
¿Y la figura del Presidente Boric?
El Presidente Gabriel Boric fue objeto de varios cuestionamientos y traspiés en el camino a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. Una de las primeras "molestias" que se desató fue el llamado que hizo durante su gira en España a que los partidos políticos firmaran, de manera transversal, un acuerdo por los 50 años. Esto, en medio de un Caso Convenios que acaparaba todo el debate político, pujaba por la salida del ex ministro Giorgio Jackson y afectaba la credibilidad del Gobierno.
La molestia se incrementó luego de la frase del Mandatario al referirse a la decisión del general en retiro, Hernán Chacón, condenado por el crimen de Víctor Jara, de quitarse la vida. "Teillier murió como un hombre digno (...) hay otros que mueren de manera cobarde para no enfrentar a la justicia", dijo el Mandatario tras la muerte del líder PC.
Los dichos levantaron la ofensiva de la oposición, y el ambiente político no hizo más que complejizarse. El Mandatario pidió disculpas por sus dichos en Mesa Central de Canal 13, al señalar que "entiendo el problema y no era mi intención, y en ese sentido, lo lamento, porque efectivamente se desvía la atención y no contribuye a dar un debate en los términos que estamos conversando ahora".
Luego vino la insistencia al acuerdo por la democracia -al que sí adhirieron los ex presidentes-, al que finalmente Chile Vamos declinó suscribir; en reemplazo, levantaron una declaración propia. También se ausentaron en La Moneda del acto oficial. "Uno no puede estar rogando permanentemente a partidos políticos democráticos para que adhieran a un compromiso tan simple que fue redactado justamente con la disposición y voluntad que firmaran todos", dijo el Mandatario el pasado jueves.
La participación del Presidente Boric en la romería del domingo -con destino al Cementerio General- abrió nuevos flancos. Esto, porque días antes, La Moneda había emitido un instructivo a los funcionarios, para no participar de manifestaciones y mantener un tono "institucional" sobre el 11S. "Las acciones del Presidente sólo dividen a los chilenos", fueron parte de las críticas de la oposición, mientras que el Mandatario replicó en su cuenta de X: "Participé orgulloso con ellos, porque estoy convencido que gracias a su lucha incansable por verdad y justicia es que hoy nosotros estamos aquí", y de paso, condenó los hechos de violencia que se produjeron en La Moneda y alrededores.
¿Qué sensación dejó el desempeño del Mandatario? A juicio de Daniel Mansuy, la familia Allende y los ex presidentes fueron los más destacados de este proceso. En cuanto a los otros actores políticos, comentó que "han estado más bien en la dinámica de polarizar, hablarle a su electorado, ser fiel a tu nicho, cuando precisamente lo que necesitamos aquí son gestos valientes, como siempre lo recuerdo yo, el de Patricio Aylwin en su famosos discurso en el Estadio Nacional".
"Me parece que el Presidente Boric era el llamado a hacer eso, me parece que tenía la legitimidad para hacerlo, me parece que tenía el liderazgo para hacerlo, pero lamentablemente escogió otro camino", sostuvo.
En la misma línea, la ex ministra Mariana Aylwin, comentó a EmolTV que "el Presidente tiene una impulsividad que no controla. No basta ser buena persona, tener empatía y salir a marchar en una romería. Un Presidente se debe al bien común del país y debe actuar con prudencia, con serenidad, buscando qué es lo mejor para lograr por ejemplo que este país se reconcilie".