El Gobierno avanzó hoy hacia la creación de una nueva institucionalidad, dando el vamos al
Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (CNDT), instancia que busca implementar una planificación territorial que deje atrás la tradicional visión dicotómica urbano-rural, y que será presidido por
Paola Jirón.
El CNDT resulta de la fusión del actual Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) y el Consejo Nacional del Desarrollo Rural (CNDR), pero manteniendo el rol de asesor presidencial para la implementación de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), la Política de Desarrollo Rural (PNDR), y de la Política Nacional de Ordenamiento Territorial (PNOT).
En esta nueva estructura, existirán las comisiones de desarrollo urbano y rural, para abordar temáticas de mayor especificidad y dar continuidad al trabajo que realizaron los consejos de Desarrollo Urbano y de Desarrollo Rural, respectivamente.
Además, el CNDT, estará compuesto por 49 consejeros y consejeras, conservando los representantes de los ex consejos y ampliando el número de sus integrantes, con el objetivo de equilibrar la representación de los distintos sectores territoriales del mundo urbano y rural, es decir, del plano público, privado, y de la sociedad civil.
El CNDT dispondrá de diez cupos para organizaciones de la sociedad civil (cuatro cupos reservados para organizaciones agrícolas, silvícolas y medioambientales) y seis para representantes de las universidades del país. Todos estos cupos serán elegidos bajo un proceso eleccionario cuyas bases se darán a conocer en las próximas semanas.
En tanto, los dos cupos, de ex ministros o ministras, más la presidenta del CNDT, son designados por el Presidente de la República.
Paola Jirón Martínez, PDH en Planificación Urbana y Regional de la London School of Economics and Political Science, es académica de la facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, y ex directora del Núcleo Milenio Movilidades y Territorios, cuyos principales estudios se han especializado en fenómenos urbanos desde lo que implica habitar los territorios y, particularmente, desde la movilidad.
Principales tareas de la nueva institucionalidad
Entre las principales tareas que deberá desarrollar esta nueva institucionalidad, está el incorporar miradas integrales a la planificación territorial, acordar a las necesidades actuales y futuras del país, superando así el binarismo urbano-rural; actualizar la Política Nacional de Desarrollo Urbano, creada en 2014; proponer políticas públicas formuladas desde los territorios y bajo principios medioambientales atendiendo a la crisis por el cambio climático.
También deberá velar por una planificación territorial que contemple formas resilientes y regenerativas de habitar zonas de riesgo, incluyendo un crecimiento urbano armónico, que responda a complejidades urbanas, formas fragmentadas de planificar y los asentamientos precarios; y apoyar y reforzar las metodologías y procedimientos del Sistema Nacional de Inversiones que contemplen las dimensiones territoriales de iniciativas que postulan a fondos públicos.
También será clave que se logren aunar criterios a la definición de ruralidad del estado de Chile y promover planes regionales de desarrollo rural, en su relación con el territorio y las ciudades; y discutir respecto a los problemas sociales vinculados a territorios con baja cohesión social, altos niveles de conflictividad y fragmentación territorial.