Waldo Ojeda Torrent está cumpliendo una condena de diez años y un día por el homicidio calificado de 13 personas en el episodio Copiapó de la "Caravana de la muerte", y otros dos años por el delito reiterado de secuestro simple en el mismo caso. En octubre de 1974, cuando ocurrieron los hechos, Ojeda Torrent era subteniente. En una carta a "El Mercurio" el militar -quien está recluido en Colina 1 desde 2017- asegura que "la justicia, mal aplicada o mal entendida, nos aleja de ese verdadero acto 'reparatorio' tan necesario para todos". A renglón seguido añade que "sé que mi testimonio llena de dolor a ambas familias, tanto de las víctimas como de quiénes hoy cumplen condena. Lamento profundamente el dolor causado a aquellos que mi condena no les devuelve la pérdida de un ser querido y también, por el desamparo de todos los que no tuvimos otra alternativa de sobrevivencia que cumplir órdenes hace 50 años". En la misiva, Ojeda afirma: "hoy desde mi pabellón del penal, me permito relatar de primera fuente la historia de quienes nos marginan de la discusión histórica y nos invisibilizan por lograr tener la razón. Hablan desde la libertad que hoy yo no tengo e intentan adueñarse de la historia de un país sin hacer la distinción de quiénes nos encontramos cumpliendo condena impuesta por los Tribunales de Justicia.