Luego de intensas semanas previo a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, el mundo político continúa haciendo evaluaciones y juicios respecto a la fecha y el comportamiento de algunos actores. Y es que los tonos que se utilizaron desde distintos sectores continúan extendiéndose como un eco de las miradas que no lograron conciliarse antes de la fecha; y tampoco después. Salvo algunas excepciones.
El Gobierno ha sido el primer sindicado, desde la oposición, como el "responsable" de la división con la que llegó el país a conmemorar estas cinco décadas, e incluso fueron un paso más allá: firmaron su propia declaración por los 50 años y no asistieron a la ceremonia oficial en La Moneda.
Por cierto que
La Moneda intentó encauzar un ánimo de acuerdos de cara a la fecha, no obstante, hubo ciertos traspiés que impidieron que todas las fuerzas políticas se plegaran. Entre ellos, los dichos del Presidente Gabriel Boric sobre la muerte del general Hernán Chacón, condenado por el crimen de Víctor Jara, y los flancos que se abrieron desde la oposición tras su participación en la romería del domingo pasado, acción que resultó "contradictoria" -para algunos- al instructivo previo que había evacuado el Ejecutivo para que los funcionarios se abstuvieran de participar en manifestaciones.
En tanto, la Cámara de Diputados también protagonizó sus propios momentos de contrastes. El clima, tenso hace días en el Congreso, se concentró en la Sala con aspavientos el mismo 11, durante el homenaje que intentó rendir la Cámara al ex Presidente Salvador Allende.
Al inicio del acto, los parlamentarios de Renovación Nacional se levantaron de sus asientos y salieron de la Sala, mientras que toda la bancada del Partido Republicano se restó del mismo. Desde la UDI, el discurso del diputado Gustavo Benavente generó molestia en los parlamentarios oficialistas -quienes lo interrumpieron por no realizar una declaración positiva, como establece el reglamento-, mientras que el diputado PDG, Gaspar Rivas, irrumpió con un cartel con la consigna: "Ni Allende ni Pinochet, déjense de pelear".
Ayer, el Senado dio a conocer una declaración que puede ser una excepción, o al menos, marca un tono distinto a lo que se vio en los últimos días: en la sesión especial que se extendió por dos horas, se logró percibir -pese a algunos emplazamientos entre sectores- un clima un tanto más solemne. De hecho, en la declaración que leyó el presidente de la Cámara Alta, senador Juan Antonio Coloma (UDI), reconoció que "es imposible pretender que tengamos una visión común de la historia".
El texto, que leyó a nombre de la mesa del senado de las bancadas parlamentarias, fue el resultado del trabajo que se había iniciado días antes con los comités, y que tenían precisamente como objetivo llegar a un momento de "reflexión y no de recriminación", dijo Coloma días antes. No obstante, el PC salió más tarde a desmarcarse de la declaración, afirmando que no firmaron ninguna declaración conjunta con otros comités.
"Una demostración de liderazgo"
En el mundo político, la declaración del Senado fue valorada y contrastada con lo visto días antes, tanto en la Cámara como en La Moneda. Así al menos lo destacó el timonel de la UDI, senador Javier Macaya a Radio Infinita.
"El tono que propició el Senado ayer es distinto al que propició la Cámara y al propio Gobierno, debió haber sido más lo que nos une, de lo que nos divide, lo que hemos aprendido, más que los errores que tenemos que enrostrarnos de uno u otro lado", comentó el parlamentario. Y agregó sobre La Moneda: "se farrearon esta oportunidad, sí, y creo que es una responsabilidad principal del Gobierno, el principal responsable de sacar adelante una agenda en esta materia se fue por el otro lado, eligió la polarización, la división en vez de los acuerdos".
De la misma tienda, la
alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, también salió a valorar el gesto. "La declaración del Senado fue una demostración de liderazgo, experiencia, cordura y lealtad con Chile. El Presidente del Senado, Juan Antonio Coloma y todos los senadores y senadoras, mostraron lo mejor de la política. Qué contraste con la actitud de las autoridades de Gobierno, a quienes les correspondió liderar una conmemoración que debió buscar la unidad y no el odio entre nuestros compatriotas", comentó.
Por su parte, el
ex senador y ex presidente de la Cámara Alta, Camilo Escalona (PS), dijo a
EmolTV que efectivamente con el gesto, "el Senado queda bien parado". "Las grandes figuras políticas de nuestro país como Luis Corvalán, tenían sus espacios en el Senado. Nosotros tenemos nuestro principal ideólogo, el ex rector de la Universidad de Chile, Eugenio González, fue senador (...) el compañero Raúl Ampuero, el compañero Aniceto Rodríguez, o sea nuestro acervo político, nuestro patrimonio cultural está asociado a los grandes debates políticos, culturales, programáticos e incluso ideológicos que tuvieron lugar en el Senado, así que se restablezca esa tradición histórica a mi me parece espectacular, me parece muy bien".
El
senador Jaime Quintana (PPD), reflexionó en
EmolTV que "a todos nos hubiera gustado mayores actos, gestos de política de Estado para la conmemoración de los 50 años (...) lamentablemente eso no se pudo hacer". En tanto, sobre el rol del Senado, comentó que "cada uno puso por delante sus diferencias, porque existen (...) sin embargo, lo que no debiera haber dudas a estas alturas, es que algunos sectores de la derecha, no hayan sido capaces de condenar y establecer el 'nunca más', eso faltó".
"Hubo declaraciones como la carta de la UDI que yo creo que va a quedar para los anales de la historia como algo que estuvo un poco desconectado de la realidad, en fin. Me quedo con la ceremonia de ayer, sobria, en donde igual hubo mínimos comunes, como la defensa y promoción de los DD.HH. por parte de todos quienes intervinieron, de todos sin excepción", planteó.
En La Moneda también salieron a valorar la declaración, aunque la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo (PC), remarcó que no todas las tiendas habían suscrito a la declaración. "No por eso desconocemos el esfuerzo que hay en la mesa y del presidente del Senado (Juan Antonio Coloma), que hay que valorar, que hay que reconocer, pero es un compromiso que surge de la mesa y yo creo que al final de cuentas es importante que la instituciones hagan sus propios compromisos. El Presidente hizo uno y convocó e hizo una invitación, no impuso ningún término", comentó.
¿Logró un "estatus" el Senado?
Para Máximo Quitral, analista político de la UTEM, "esto indica que en el Senado hay un equilibrio de fuerzas que es mucho más moderada en comparación a cómo está expresado el Parlamento, la Cámara de Diputados en este caso".
"Pero además, el consenso que se ha visto en el Senado supera a las diferencias que también se han planteado en la Cámara de Diputados. Obviamente que la llegada del presidente de la Cámara en el Senado fue consensuada, fue aceptada por la mayoría de las fuerzas representadas en ese espacio. Por lo tanto, eso también es una señal de que el Senado está más abierto de llegar a ciertos consensos o acuerdos y que las diferencias políticas e ideológicas están más reducidas", sostuvo.
"(En el Senado) hay más voluntad de avanzar hacia una mirada de unidad versus lo que ocurrió en La Moneda, donde se realizó un acto más bien de nicho, para un grupo en específico. Eso marca diferencia entre los distintos actores y poderes del Estado, que en lo medular, están proponiendo maneras distintas de abordar un hecho histórico en particular".
Máximo Quitral, analista político UTEM
Al hacer el contraste con La Moneda, el analista comenta que también queda la idea que en el Senado "hay más voluntad de avanzar hacia una mirada de unidad versus lo que ocurrió en La Moneda, donde se realizó un acto más bien de nicho, para un grupo en específico. Eso marca diferencia entre los distintos actores y poderes del Estado, que en lo medular, están proponiendo maneras distintas de abordar un hecho histórico en particular".
En tanto, Octavio Avendaño, analista político y académico de la Universidad de Chile, comenta que es posible hablar de un Senado que toma un "estatus" distinto en esta oportunidad, "por una razón muy simple, porque la Moneda no está representada de la misma forma como lo está en la Cámara de Diputados, por eso se produce esta discordancia entre ambas cámaras. En la Cámara baja hay mayor presencia de Apruebo Dignidad y en el Senado no, lo que permite entender que en este último, la postura sea mucho más moderada".
Al analizar el rol de La Moneda en el camino a la conmemoración de los 50 años, apuntó a "expectativas que no se cumplieron", marcadas por "problemas de difusión, de interpretación, disputas, incluso dentro del oficialismo, pensando en lo que ocurrió con Patricio Fernández; entonces no fue lo esperado", cerró.
Por su parte, Nerea Palma, analista política de la Red de Politólogas y académica de la UDP, comenta en relación a la declaración del Senado que "si bien es muy complejo decir que hay una única verdad, pero también es complejo decir que no hay una verdad única; porque se interpreta de forma muy diferente lo que 'es verdad'. Si 'verdad' lo igualamos a una interpretación de la historia, es distinto a decir que hay hechos ocurrieron y que son objetivos".
"Desde ese punto de visto, no me parece que La Moneda o que la Cámara hayan querido imponer una verdad única en la conmemoración de los 50 años, así como tampoco Chile Vamos o la UDI en su declaración, sino que hacen una interpretación de los eventos históricos; un paso más allá de los hechos", sentenció.