El pleno del Consejo comenzó este viernes la revisión de la propuesta constitucional con la votación del Capítulo I sobre "Fundamentos del Orden Constitucional". Ocasión en que se rechazó el inciso 1 del artículo 1 que establecía que "todo ser humano es persona", esto con la abstención de cuatro consejeros de Chile Vamos.
"La dignidad humana es inviolable y la base del derecho y la justicia. Todo ser humano es persona. Las personas son libres e iguales en dignidad y derechos. Su respeto y garantía es el primer deber de la comunidad política y de su forma jurídica de organización", señalaba el inciso del cual la oposición pidió votación separada.
Éste contó con 29 votos a favor, 17 en contra y 4 abstenciones, éstas últimas de los consejeros de Chile Vamos, Gloria Hutt (Evópoli), Lorena Gallardo (RN), Germán Becker (RN) y Edmundo Eluchans (UDI).
Tras esto, por 50 votos a favor se aprobó el inciso 1 del anteproyecto que señala que "la dignidad humana es inviolable y la base del derecho y la justicia. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Su respeto y garantía es el primer deber de la comunidad política y de su forma jurídica de organización".
Sí se aprobó por 34 votos y 16 abstenciones del oficialismo el inciso 2 del artículo 1 propuesto por la comisión que señala que "la familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Es deber del Estado y la sociedad dar protección a las familias y propender a su fortalecimiento".
Con la misma votación se aprobó el inciso primero del artículo 12 que plantea que "el Estado de Chile es social y democrático de derecho, que reconoce derechos y libertades fundamentales, deberes constitucionales, y promueve el desarrollo progresivo de los derechos sociales, con sujeción al principio de responsabilidad fiscal y a través de instituciones estatales y privadas".
Por 33 votos a favor de la oposición, se aprobó además el inciso 1 del artículo 4 que señala que "el Estado de Chile adopta para su gobierno la república democrática, con separación de poderes y régimen presidencial. La soberanía reside en el Pueblo de Chile, Nación única e indivisible, y se ejerce por este a través de elecciones periódicas, plebiscitos y de las autoridades que esta Constitución establece. Ningún sector del pueblo, persona, institución o grupo puede atribuirse su ejercicio".
Intenso debate en sesión
La sesión estuvo marcada por un intenso debate entre consejeros y comisionados, éstos últimos si bien no tienen derecho a voto, sí cuentan con derecho a voz.
El primero en tomar la palabra fue el delegado de republicanos, Luis Silva, partió señalando que "antes del Estado Social y democrático de derecho es la persona (...) 'todo ser humano es persona', obvio, sin embargo, cuantos por su raza, por su religión, por su sexo, nacionalidad, el color de su piel, han sido tratados como cosas".
Y agregó que "hay quienes no pueden ver en este texto tan sencillo, 'todo ser humano es persona', nada que vaya más allá del ámbito del ser humano que está por nacer". Aludiendo a un tema clave para el partido.
Ante su intervención, el delegado del PS, Alejandro Köhler, dijo que "he echado de menos en este debate al sector que representa el señor Silva, 'el nunca más' de la tragedia del 11 de septiembre, fueron personas, jóvenes, niños, mujeres, víctimas del dictador Pinochet, que usted señor Silva ensalzó al inicio de este proceso. Me gustaría que su sector dijeran con convicción y fuerza 'nunca más', precisamente en el contexto de lo que usted ha señalado".
Por otra parte, el consejero Yerko Ljubetic (CS), aludió a que "nos encontramos al iniciarse esta etapa de los plenarias con una mayoría circunstancial, que apartándose del sentido histórico de este proceso, de las bases que lo delimitan y del mandato que la ciudadanía nos impuso al elegirnos, esto es buscar acuerdos esenciales que nos permitan proponer un país, donde todos y todas nos sentimos incluidos, pretende imponer su visión, su idea de país, en que no quepamos todos".
"Hoy asistimos a un nuevo paso hacia el cierre de la posibilidad de construir un Estado social y democrático de derechos", acotó Ljubetic, añadiendo que éste aparece "subordinado a otras prioridades que representan los intereses y prioridades de unos pocos".
En cambio, la consejera Ivonne Mangelsdorff (RN) argumentó que "nuestra Constitución parte primero en las personas, con la vida humana que es inviolable y con la esencial declaración de que todo ser humano es personas (...) no existirán según este texto constitucional seres humanos de segunda categoría que quedarán fuera de la protección de sus derechos emanados por la protección de la naturaleza humana".
Más adelante, fue el turno de la presidenta de la Comisión Experta, Verónica Undurraga (IND-PPD), quien sinceró que "nos dolieron las enmiendas y más aún la forma de su tramitación y aprobación, no porque estuviéramos enamorados del texto del anteproyecto, porque entendíamos que los consejeros traerían otras preocupaciones de a ciudadanía que había que recoger, sino porque nos sacaron del texto, nos sacaron sin consideración alguna del texto". Mismos reparos que también expresaron otros comisionados del oficialismo.
Al contrario, la consejera Ninoska Payauna (republicanos) expresó que "para aquellos que quisieron dividir al país en cientos de territorios con las autonomías territoriales, quizás para ellos esto no sea suficiente. Si a esas personas este texto no les hace sentido, puedo estar tranquila sabiendo que vamos por buen camino y que el bienestar de Chile está protegido, porque yo no me olvido de las ideas refundacionales que cierto sector político que hoy rasga vestiduras".
Asimismo, la presidenta de la comisión de Principios, María de los Ángeles López, abordó a uno de los temas más complejos de la jornada, centrado en si la inclusión de la idea de que "todo ser humano es persona" afecta la ley de aborto en tres causales. Así aludió a la intención del Gobierno se avanzar en una legislación sobre aborto libre, recalcando que "no se trata de retroceder, se trata de que el aborto libre no siga avanzando como hoy nos ha notificado la ministra de la Mujer".
Posteriormente, el vicepresidente del Consejo, Aldo Valle (IND-PS), expresó que "advierto en lo que hemos avanzado que la mayoría lamentablemente ha sido tentada y no ha podido controlar su propósito o pretensión de establecer un orden natural objetivo como derecho público. Eso de verdad debe ser muy inquietante, porque de ahí se sigue que hay ciertas conductas prohibidas por ese orden natural".
"Me preocupa la posibilidad de consagrar un Estado social y democrático de derecho de papel, porque a las derechas les interesa seguir consagrando el estado subsidiario", acusó la delegada de la bancada PC-CS, Karen Araya, asegurando que la idea es que "todo se privatice". Pese a ello, dijo estar a disposición para un "acuerdo transversal que corrija las desprolijidades y errores que aprobó la derecha. Y les pido y les digo, dejen de mentirle a Chile".
La presidenta del Consejo, Beatriz Hevia, preguntó más adelante: "¿De qué sirve el Estado social y democrático de Derecho, si no pone a las personas en el centro?", agregando además que "proteger la familia y dar garantía de su intendencia es condición indispensable para cualquier democracia moderna".
Pero además, Hevia aseveró que "las principales críticas a este texto vienen de quienes promovieron y hasta el día de hoy reivindican el texto propuesto por la Convención Constitucional, ampliamente rechazado por millones de chilenos. Nuestro compromiso es trabajar por un texto que le haga sentido a los chilenos que quieren mejores condiciones de vida".
Y si bien el comisionado Hernán Larraín (UDI), resaltó parte del capítulo, expresó que "al escuchar algunas voces y ver ciertos texto aprobados, se percibe que aún falta por realizar esfuerzos adicionales para lograr convencer de que se está avanzando en un esfuerzo colectivo, consensuado que hará posible ese anhelado pacto social. Es lo que observa, la gente que todavía mira con escepticismo este proceso, quizás porque no se advierte que se están agotando los esfuerzos por lograr acuerdos que permitan representar a la mayoría de los chilenos".
A su juicio, si la propuesta constitucional se rechazara, "sería el fracaso de todos nosotros y del mundo político en general una vez más", recalcando que "no se trata de darle el gusto a derechas o izquierdas, sino de hacer posible la vida en común donde todos tengamos la sensación de formar parte de una patria que es de todos".
Pese a que anunció su voto a favor, el consejero Paul Sfeir (republicanos), expresó que "a mí al igual que muchos chilenos que vivimos y sufrimos a Venezuela y a millones de venezolanos que viven oprimidos por una dictadura sangrienta e inhumana hasta el día de hoy nadie nos va a enseñar como es la peor versión de este Estado social y democrático de derecho, porque sabemos cómo empieza y no cómo termina".