Un verano con hasta 40 grados, y una de las primaveras más lluviosas, es lo que se podría ver en ambas estaciones durante el 2023, y los meses de diciembre, enero y febrero.
En conversación con Radio Universo el climatólogo y académico de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero, abordó el pronóstico de esta primavera y del próximo verano. También explicó cómo influirán los efectos del calentamiento global a las temperaturas en estas temporadas.
Según el experto, tanto la primavera como el verano, van a estar marcadas por el fenómeno de El Niño, que trae ciertos efectos a nivel global: Genera lluvias en invierno y en la primavera, y altas temperaturas durante el resto del año.
La primavera
La primavera llegó el sábado pasado, y según el climatólogo, va a ser una temporada que va a tener mayores cielos nublados con presencia de precipitaciones en el mes de octubre.
"La primavera probablemente continuará la senda del invierno, que fue el más lluvioso de las últimas dos décadas", señaló el académico de la Universidad de Santiago.
"Es probable que la primavera se mantenga entre las más lluviosas registradas en los últimos años. Pero este año es especial porque los efectos del calentamiento global están siendo moderados por El Niño, el que aumenta las precipitaciones, y también empuja las temperaturas al alza. Cuando se suman ambos, esto hace prever que el verano va a ser muy caluroso porque vas a tener un verano calentado por el calentamiento global y un verano particularmente caluroso por el efecto adicional de El Niño, que podría alcanzar temperaturas históricas, como las que se vieron en enero de 2017 y febrero de 2023", agregó Raúl Cordero.
¿Qué podría suceder en el próximo verano?
Según explicó, "que tengamos un enero 2024 tan malo como en enero de 2017, y un febrero 2024 tan malo como febrero 2023, está perfectamente dentro de las posibilidades", añadió el experto.
"Desgraciadamente esta combinación de calentamiento global, con el fenómeno de El Niño, hacen prever que este verano va a ser muy activo en términos de incendios forestales", comentó Cordero.
Es probable que durante este verano los récords se rompan. El récord de temperatura en Santiago es de 38°registrado en enero de 2019. Si "no cae este año, puede caer en años futuros", indicó Raúl Cordero.
Según el académico de la Universidad de Santiago, "existen buenas posibilidades de que tengamos más de 40 grados. Sería raro que no pasara y también es muy probable que durante este verano tengamos temperaturas muy cercanas a los 38°".
Para el climatólogo, hasta que no se detenga el calentamiento global, se van a seguir viendo veranos cada vez más cálidos, y temporadas de incendios activas y cada vez más frecuentes.