Hallazgos de restos arqueológicos en tramos donde se construye la Línea 7 generaron retrasos en la obra.
El Mercurio
El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) es "el organismo encargado de la protección y tuición del patrimonio cultural y natural de Chile", según define la propia entidad, y por ello juega un rol clave en la construcción de cualquier proyecto de infraestructura, ya sean edificios, autopistas, trenes, líneas de metro, hospitales u otros. En detalle, debe revisar que no se pasen a llevar hallazgos arqueológicos: de hecho, en el tren urbano tienen siete puntos con trámites pendientes, sobre todo por la futura Línea 7. El problema radica en los plazos en que opera el CMN, y actualmente son miles los proyectos que se ven afectados. Primero, se debe contratar un arqueólogo que hará un presupuesto para realizar una línea de base, y una vez que se aprueba, se eleva una solicitud a la misma institución para hacer los pozos de sondeo, lo cual está tardando cerca de seis meses, detalla el exsecretario ejecutivo del CMN Óscar Acuña. Luego de hacer los pozos, se debe elaborar un informe sobre si hay más hallazgos arqueológicos, el cual debe aprobar el Consejo, lo que se está demorando aproximadamente seis meses más, y recién ahí se entrega la autorización para realizar los rescates, que tardan otros seis meses. Catalina Binder, vicepresidenta del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), dice que "los excesivos tiempos de tramitación y la obsoleta regulación impactan negativamente el crecimiento a través de la inversión, y afectan la economía en su conjunto. El desarrollo de la infraestructura crítica, que responde a las necesidades de las personas y su calidad de vida, se ve seriamente afectada, pues no llega a tiempo el beneficio social".