El uso de scooters es cada vez más común en las calles de Santiago.
El Mercurio (archivo)
El fenómeno se vio frenado por la pandemia, pero ha vuelto a extenderse: estos últimos años se ha masificado el uso de scooters para desplazarse en las ciudades, por su fácil adquisición o arriendo y el beneficio de evitar la congestión vehicular. En Chile, según la Ley de Convivencia Vial, no pueden circular a más de 25 kilómetros por hora y deben hacerlo por la calle (salvo algunas excepciones), lo que no se observa en la práctica y ha detonado el malestar principalmente de los peatones, situación que también ha afectado a otras ciudades del mundo. Rodrigo Mora, experto en transportes de la U. de Chile, sostiene que como este tipo de usuario es más nuevo que los ciclistas, "se sienten menos regulados y por ende respetan menos las reglamentaciones, e incluso pareciera que tampoco las conocen (...) Tenemos que empezar a normarlos, sobre todo porque son muy depredadores del movimiento peatonal".