El delito de injuria racial es muy grave en Brasil y puede ser castigado con hasta 5 años de cárcel.
EFE
Un juez brasileño le concedió la libertad condicional a la turista chilena que fue arrestada tras ser acusada de proferir insultos racistas contra uno de los empleados de la empresa que opera el tren hasta el Cristo Redentor de Río de Janeiro.
La chilena fue detenida el miércoles en flagrancia en el icónico punto turístico, acusada del delito de injuria racial, luego de que el empleado de la compañía que opera el tren que asciende hasta la cima del Cerro del Corcovado denunciara que lo llamó "mono" en medio de una discusión.
Pese a la gravedad de este delito en Brasil, el juez responsable de la Central de Audiencia de Custodia de Benfica, en la zona norte de Río de Janeiro, aceptó la petición tanto de la Fiscalía como del abogado de la chilena y le concedió la libertad provisional por considerar que "no hubo peligrosidad en su comportamiento ni hay indicios de que se dedique a prácticas criminales".
El juez, sin embargo, le impuso medidas cautelares a la mujer, que tendrá que cumplir durante todo el proceso al que responderá en Brasil por injuria racial, según señala un comunicado divulgado por el Tribunal Regional de Justicia de Río de Janeiro.
Pese a que la chilena podrá regresar a su país, tuvo que comprometerse a comparecer a todas las sesiones del proceso judicial a las que sea citada, lo que puede ser presencial o virtualmente; a informar a las autoridades sobre cualquier cambio de dirección y a comunicar al juez con al menos 5 días de anticipación la fecha en que pretenda abandonar el país.
El delito de injuria racial, que este año fue equiparado al de racismo, es castigado en Brasil con penas de entre dos y cinco años de cárcel; no permite fianza y es imprescriptible.