Este viernes, a partir de las 20.30 horas, se desarrollará la inauguración de los
Juegos Panamericanos Santiago 2023 en el Estadio Nacional, pese a que desde el miércoles que se vienen desarrollando actividades deportivas, arrancando con los partidos de béisbol y el boxeo.
El evento, sinónimo de vitrina para Santiago tanto en materia deportiva pero con oportunidades para el turismo y la imagen país en general -especialmente tras el fracaso de otros grandes eventos como el APEC y la COP25- ha tenido un extenso camino de planificación no exento de contratiempos.
En efecto, el tiempo y el cómo se alcanzaría a llegar a la "meta" de este 20 de octubre era una de las grandes preocupaciones. La salida de la ex ministra del Deporte,
Alexandra Benado, causó al menos una alerta entre deportistas, quienes rápidamente hicieron un llamado a que el nuevo ministro,
Jaime Pizarro,
tuviera un acercamiento con los atletas. Para entonces, quedaban siete meses en la cuenta regresiva.
Cuando el tiempo apremiaba, y quedaban casi seis meses para el inicio de los Juegos, los trabajos en el Estadio Nacional y en la Villa Olímpica también surgían como una preocupación, mientras que los cambios de director ejecutivo también emergían como una sombra para el proceso.
Todo aquello, en medio de un contexto donde la cercanía con el aniversario del 18-O y la fecha de arranque de las competencias deportivas emergía como una alerta para la seguridad, una de las situaciones país que más preocupa a la ciudadanía en estos últimos años. De hecho, antes de su inauguración oficial, ya se han registrado robos en los primeros días del evento.
Así las cosas, los Panamericanos, con errores y aciertos, hoy logran su inicio en medio de un intrincado camino que, luego del 26 de noviembre dejará balances más prolijos sobre cómo la organización aprovechó -o no- la oportunidad de dar vida al mayor evento deportivo en Chile desde el mundial de fútbol de 1962.
Los errores y contratiempos
Los plazos para la entrega de las obras, incluyendo las etapas de operación y licitaciones, fueron una presión para la organización de los Juegos. Y es que conforme avanzaba el tiempo, se instalaban más dudas sobre la real posibilidad de que los recintos fueran entregados a tiempo.
En abril, cuando aún faltaban casi seis meses para el evento, las organizaciones e instituciones involucradas insistían en que las obras llegarían, aunque otros también deslizaban que muchos de los recintos podían llegar "justos" para la fecha.
Según el Ministerio del Deporte, las obras del Estadio Nacional tenían por esos días un 91% de avance, y el centro de hockey césped ya había sido entregado. No obstante, edificios como el centro de entrenamiento paralímpico tenían un avance del 53%; el de deportes de contacto, un 53%; el centro acuático, 16%; el Centro de Atletismo, 16%; el de deportes colectivos, 15%; y la Casa de las Raquetas 12,9%. Por su parte, la Villa Panamericana, en Cerrillos, que alberga a las delegaciones, tenía un avance del 80%.
El 20 de junio, a cuatro meses del inicio del evento, la Villa Pnamericana se acercaba al 90% de avance, aunque ya el entonces asumido ministro Pizarro daba constantes garantías de que todo iba avanzando según lo planificado. La Villa Deportiva Nacional (Videna), tenía por entonces un avance del 95%.
Pero el Estadio Nacional seguía preocupando, por sus avances dispares. Y es que de acuerdo con los datos del Instituto Nacional del Deporte (IND), el Centro de Entrenamiento y Hockey Césped era a la fecha el único recinto entregado. Mientras que obras como la del Centro Acuático o la Pista Atlética mostraban un 29% y 25% de avance total, respectivamente. Otro edificio, como el Centro de deportes de contacto, alcanzaba un 82%.
A inicios de ese mes, se habría generado otra situación compleja en torno a la organización de los juegos: Gianna Cunazza, entonces directora ejecutiva de Santiago 2023, había presentado su renuncia en medio de varios cuestionamientos generados por el bloqueo de dineros de parte del IND a partir de montos asignados anteriormente que no habían sido rendidos.
Lo anterior obligó a que el directorio buscara rápidamente un nuevo nombre, designando a
Harold Mayne-Nichols, ex presidente de la ANFP. Ayer, en conversación con
EmolTV, el también periodista contó que su arribo fue inesperado. "Me llamó el ministro (Pizarro), me invitó a almorzar, y pensé 'vamos a hablar de fútbol', y de repente llega la subsecretaria, su jefe de gabinete y llega él. Cuando nos sentamos, habrán pasado cinco minutos, me dice 'me gustaría que te hagas cargo como director ejecutivo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos".
Así, el 14 de junio, se concretó el arribo de Mayne-Nichols, en un momento que él mismo reconoce como "difícil", por las dudas que habían en torno a las perspectivas del proceso; incluso con poco tiempo para meditar demasiado sobre los cambios, "porque no teníamos tiempo", comentó.
La seguridad también ha sido un tema clave, tanto en las externalidades del evento, pero también en los recintos dispuestos para ello. El 18 de octubre se reportó un millonario robo dentro del Estado Nacional, luego que desconocidos sustrajeran
implementos de televisión que habían sido dejados por funcionarios en el interior de un contenedor cerrado con candado. Según precisó el teniente coronel Marcos Jiménez, Prefectura Santiago Oriente, la institución aún no instalaba sus servicios policiales en el recinto.
Otro hecho de similar característica afectó a una juez de boxeo, de nacionalidad ucraniana, denunció la noche del martes el robo de su cartera con su pasaporte y documentos migratorios, además de 2.700 dólares en la comuna de Providencia. En tanto, un miembro de la delegación deportiva de Venezuela acusó a eso de las 23.30 horas de ayer la sustracción de un bolso que contenía especies personales en Cerrillos. El botín está avaluado en 800 dólares.
Los aciertos
La organización de los Panamericanos quiso dar un toque inédito a la ceremonia de inauguración, incluso afuera del Estado Nacional. Y es que los deportistas llegarán en Metro, en un trayecto de 12 minutos entre la estación Cerrillos y Estadio Nacional.
"Son entre 3.500 y 4.000 personas que desfilan, esos son más o menos 100 a 120 buses. Quisimos hacer un cambio, y todos van a llegar en un vagón del Metro de Santiago, va a ser únicamente para ellos. La estación Cerrillos va a estar cerrada, se suben todos, no lo hemos ensayado, pero estoy seguro que cuando estén todos los de un país van a empezar a gritar, van a contestar los de allá, los de acá, y se va a producir ese ambiente que sólo te da el deporte", dijo Mayne-Nichols a EmolTV.
Esta iniciativa, a juicio del director ejecutivo, significa "un aporte a la sustentabilidad, un mejor transporte, y a transmitir emociones a través de los Juegos".
Otro de los "aciertos" o noticias positivas en torno a los Juegos ha sido el interés de las personas para asistir a los recintos a ver las competencias. Esto, pese a que en un inicio se rumoreó que casi todas las entradas estaban vendidas. "Fueron los medios que asumieron esta explosión de más de 200 mil entradas vendidas en un día, que no había pasado nunca en la historia del país (...) pero nadie tomó en cuenta que teníamos 1 millón 200 mil (entradas)", dijo el organizador. En concreto, hasta la noche del miércoles, habían 875 mil entradas vendidas.
Además, para algunas de las disciplinas donde se proyectaba que no se lograría la venta completa de las entradas, la organización determinó regalarlas. Así fue el caso del béisbol, por lo que Mayne-Nichols se comunicó con la alcaldesa de Cerrillos, Lorena Facuse, para regalar 400 entradas para ser distribuidas en los colegios. Esta práctica se repite tanto para clubes o agrupaciones de la tercera edad.